Elementos del Ejército Mexicano descubrieron la mañana del
jueves 6 de diciembre de 2012 un narcotúnel en construcción, debajo de una
planta purificadora de agua en la zona centro del municipio de Tecate, Baja
California, aproximadamente a 200 metros de la frontera con Estados Unidos.
Oficialmente su descubrimiento se derivó de una denuncia
ciudadana anónima que señalaba a unas personas “con actitud sospechosa” que
entraban y salían del comercio “AGUAyYA”, con número 120-B del callejón
Francisco I. Madero, vialidad paralela a la calle que conduce al puerto de
cruce internacional, muy cerca de los patios de la Aduana Mexicana.
Al arribar al domicilio los Soldados observaron a una persona
bajando herramientas de un vehículo que intentó darse a la fuga sin éxito, al
revisarlo le encontraron una bolsa de plástico con aproximadamente 294 gramos
de marihuana, informó el general Gilberto Landeros, comandante de la Segunda
Zona Militar.
Cuando revisaron el inmueble descubrieron un pasadizo, cuya
entrada estaba escondida debajo de una tina de baño que se abría mediante un
sistema hidráulico. La primera parte del conducto descendía poco más de cuatro
metros, la segunda parte bajaba otros nueve metros más hasta llegar al fondo
del túnel, ubicado a 12.7 metros de profundidad.
Los Militares encontraron material y equipo para la
excavación como taladros, rotomartillos, palas, picos, cubetas, carretillas y
sacos terreros, así como máscaras de gas, cascos, botas para el agua y otro
equipo de seguridad.
El túnel tiene una altura de 1.6 metros, un ancho de 1.5
metros y una longitud de 135 metros con dirección norte hacia los Estados
Unidos pero sin salida. Una parte del piso estaba revestido con cemento y
contaba con rieles por un tramo de 40 metros de largo. Estaba equipado también con
un sistema eléctrico mediante el cual se operaba la iluminación, ventilación y
extracción del agua acumulada por las filtraciones en el subsuelo.
Las abundantes filtraciones de agua requieren la pronta
extracción del líquido, por lo que se sistematizó su bombeo a través de un
flotador que activa el mecanismo eléctrico cuando el agua alcanza un nivel
preestablecido.
El predio cuenta con una superficie de aproximadamente 400
metros cuadrados, al frente su estacionamiento es amplio, el área de atención a
clientes es pequeña, con un frente de menos de cuatro metros. Sin embargo la
planta de purificación edificada sobre el túnel ocupa la mayor parte del
espacio.
Otros vecinos señalaron que la empresa tenía menos de dos
años operando y les sorprendió su rápida instalación y equipamiento, así como
el corto tiempo en que comenzó a operar. El local no era muy visitado por
clientes, pero contaba con varias unidades para la distribución de garrafones
de agua.
Documentos encontrados en la oficina de la planta potabilizadora
de agua señalan que el inmueble era rentado por 13 mil 146 pesos a una persona
de nombre Álvaro Saucedo Paz. Los recibos telefónicos estaban a nombre de
Martín Soto Arévalo.
Este pasadizo se encuentra ubicado a media calle de otro
edificio que albergaba un narcotúnel, el cual fue descubierto el 3 de diciembre
de 2007 y cuya propiedad se le atribuyó al Cártel de Sinaloa, sin embargo los
túneles no se conectan entre sí.
En el fondo del pasadizo los militares localizaron a siete
personas que realizaban trabajos de excavación. Al igual que el primer detenido
fueron puestos a disposición del Ministerio Público Federal.
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