MONTERREY,
N.L. (apro).- La cantante Jenni Rivera, quien falleció en un percance
aéreo el pasado domingo 9, dejó una carta póstuma a sus familiares con
instrucciones precisas sobre su eventual difusión.
Rivera falleció
al desplomarse el jet en el que viajaba con destino a Toluca, junto con
otros cuatro acompañantes, el piloto y copiloto del avión.
El hermano de Jenni, Pedro Rivera Jr., reveló en entrevista con CNN en español que La diva de la banda preparó el documento “hace aproximadamente un mes o mes y medio, y esa carta la tiene Rosie”, otra hermana de la cantante.
Pedro
Rivera añadió que Rosie leerá la misiva una vez que la familia tenga en
sus manos la certificación de las autoridades mexicanas de que entre
los restos de las personas que viajaban en la aeronave se encuentran los
de la intérprete.
También destacó que su esposa habló por
teléfono con Lupillo, y que éste le dijo que las autoridades habían
encontrado un cuerpo con cicatrices que no pertenecían a las que Jenni
tenía.
Esta mañana, los hermanos de la cantante grupera acudieron
al sitio del accidente en el ejido El Tejocote, en Iturbide, para
colocar una cruz de madera en memoria de Jenni.
Además, trascendió
que el también cantante Lupillo Rivera mandó construir una cruz de
caoba para ir a colocarla en el lugar donde murió su hermana.
Cumplían pilotos normatividad: SCT
Previamente,
la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) dio a conocer que
los dos pilotos que conducían la aeronave siniestrada trabajaban con
documentación en regla.
En un comunicado, la dependencia federal
añadió que los peritajes sobre las causas del accidente demorarán entre
nueve meses y un año.
Sobre las condiciones administrativas en que
trabajaban los conductores de la nave, la SCT sostuvo “que los pilotos
de la aeronave con matrícula N345MC, Miguel Pérez y Alejandro Torres,
contaban con licencias que cumplían con la normatividad vigente”.
Este
miércoles se dio a conocer un documento encontrado entre los restos del
jet que se desplomó minutos después de que partió de Monterrey, a las
3:15 horas del domingo, en el que se revela que el piloto Miguel Pérez
tenía prohibido volar de noche.
La licencia emitida por la
estadunidense Administración Federal de Aviación (FAA), hallada en el
sitio de la tragedia, lo autorizaba a manejar aeronaves únicamente de
día.
En el mismo boletín, la SCT refiere que la empresa Starwood
Management, propietaria del Learjet 25, dio a conocer que la nave usada
por Jenni Rivera “estaba siendo promocionada con el propósito de que
ella la adquiriera por lo que, según lo dicho por los representantes de
la empresa, no estaba prestando el servicio de cabotaje”.
La
Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) de la SCT, la FAA y la
Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (NTSB)
prosiguen con la investigación y examinan los documentos y objetos
encontrados en El Tejocote, 180 kilómetros al sur de la capital, para
formular hipótesis sobre las causas del accidente.
Por el momento,
la DGAC sabe que la aeronave en la que se transportaba la cantante
californiana experimentó un desplome precipitado, que inició a los 28
mil pies de altura y tuvo un impacto no controlado a una altitud de 9
mil pies sobre el nivel del mar.
Los restos humanos encontrados en
el lugar de la colisión han sido transportados al anfiteatro del
Hospital Universitario, subrayó la SCT, y serán las autoridades forenses
las que confirmarán que las identidades de las personas
fallecidas corresponden a las de los pasajeros registrados en el
manifiesto elaborado al iniciar el vuelo.
No obstante, hasta ahora no se han oficializado las muertes de la cantante, los acompañantes y los pilotos.
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