Agentes al servicio de Marcos Villicaña, ex encargado del Sistema de Agua
Potable y Alcantarillado, protagonizaron un enfrentamiento verbal que casi llegó
a los golpes, con el norteamericano Howie Lange, que oficialmente fue asaltado,
levantado y secuestrado, mientras que extraoficialmente el meollo del asunto es
un pleito de drogas.
Investigaciones ZETA
San Juanico, Baja California Sur.- El pleito entre los policías municipales
al servicio del ex encargado del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de
esta población, Marcos Villicaña y los extranjeros liderados por Howie Lange, ya
es personal.
La última ocasión se maldijeron y estuvieron a punto de los golpes, en pleno
bulevar principal de esa población, cuando el estadounidense colocaba plantas y
palmeras de su negocio de jardinería, y llegaron los policías, y lo retiraron
casi por la fuerza, porque no tenía permiso de instalar la flora, y después de
una serie de amenazas, ambas partes se retiraron.
Por eso no es de extrañarse que en cualquier momento el pique entre unos y
otros pueda pasar a mayores causando heridos, o de plano muertos. Por lo pronto,
en el capítulo más reciente, el del 18 de noviembre, los policías robaron y
hasta levantaron al extranjero, cuando lo sacaron de su hogar en medio de la
obscuridad, y después de apoderarse de cinco mil dólares, lo llevaron a tirar a
un arroyo, donde trataron de asfixiarlo hasta que perdió el conocimiento.
Oficialmente fue asaltado, levantado y secuestrado, extraoficialmente fue
levantado por un pleito de drogas.
Sin embargo, el extranjero entonces confrontó públicamente al ex responsable
del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado junto con los policías, quienes
presuntamente cometieron el delito, hasta que logró, a base de presión, que
fueran removidos de sus cargos y hasta cambiados de esa población.
“Si nadie pone un hasta aquí a este pleito a lo mejor esto se puede agravar y
puede terminar mal, porque yo no quiero pensar que puede pasar algo más grave”,
dijo uno de los agentes investigadores de este caso, en donde más allá de la ola
delictiva que se maneja en la región –explicó a ZETA– está la
disputa de dos grupos por el control del narcomenudeo de esta pequeña localidad
turística de tan sólo 432 habitantes.
Sin importarles que hubiera ciudadanos alrededor, los dos grupos se enfrentan
sin criterio en plena vía pública. El objetivo, demostrar quién puede someter a
quién. Así, tanto el ex funcionario como el extranjero, se agredieron
verbalmente, y después de ese hecho, sobrevino el levantón y el secuestro del
estadounidense, cada uno dio su versión, misma que fue completamente distinta a
los hechos reales que a la fecha investiga la Procuraduría General de Justicia
del Estado.
Hoy por hoy, el caso está levantando mucha controversia, porque el
estadounidense presiona para que el agente del Ministerio Público del fuero
común, Rubén Omar González Rubio Núñez, detenga y encarcele al ex funcionario
del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado y al ex comandante Gilberto Amador
Geraldo, así como a los policías Medardo Villicaña y Miguel Cano, en tanto, la
PGJE no cede a la presión del extranjero porque está investigando el caso, y,
además, durante los últimos días, ha recolectado decenas de firmas de foráneos y
pobladores ya no sólo de San Juanico, sino de Las Barrancas, Cadejé, La
Purísima, San Isidro y rancherías aledañas, solicitando la remoción del agente
del Ministerio Público del fuero común.
La versión del extranjero
Durante una entrevista con ZETA, el extranjero Howie Lange
dijo que el pleito inició cuando el comandante de la policía, Gilberto Amador
Geraldo y los agentes, Medardo Villicaña y Miguel Cano, pretendían extorsionar a
un amigo estadounidense que es su cliente en la jardinería, y entonces protestó,
porque dijo: “No pueden chingar a la gente constantemente, porque los policías,
siempre le sacan dinero a los extranjeros de forma excesiva y sin respetar a
nadie”.
El americano comentó que en los 17 años que tiene viviendo en la población,
siempre ha sido víctima de la extorsión, y le molesta que los policías mexicanos
aprovechen sus puestos para acosar a los cientos de surfistas que llegan de
todas partes del mundo a San Juanico a buscar dominar la ola más larga del
mundo.
“Esto no es posible. Nosotros gastamos mucho dinero en promocionar a esta
comunidad, y atraer turismo en este destino de surfing, es una pena que estos
señores, en vez de atenderlos y velar por su seguridad, nada más se la lleven
pidiendo dinero y extorsionándolos, inclusive parándolos y comprándoles
supuestas multas de hasta 200 dólares por meter sus vehículos y manejar en la
playa, argumentando que no tienen su licencia para manejar o traen desabrochado
el cinturón de seguridad.
Y todo eso es irregular, porque no les expiden un
ticket o comprobante de pago, simplemente les sacan el dinero y ya”,
señaló.
El extranjero dijo que haber intervenido le valió para que los policías lo
trajeran entre ojos. “Yo lo único que hice fue intervenir, porque ya no queremos
más basura de esa en el pueblo y vemos que gracias a sus actitudes y
extorsiones, muchos turistas están dejando de venir, ya que en sólo una semana,
son víctima hasta en 4 ó 5 ocasiones de abusos”, señaló.
A decir de Howie Lange, desde ahí comenzó el problema que una semana después
provocó una discusión en plena vía pública, cuando colocaba unas palmeras en el
bulevar principal del pueblo, y posteriormente, se dio el robo y el levantón de
su persona.
En el encuentro con este Semanario, explicó que la noche de su levantón
estaba en una de las habitaciones de su casa, cuando repetidamente entraron 4
sujetos encapuchados y armados, por lo que le cubrieron la cabeza con una bolsa
y comenzaron a golpearlo preguntándole “¿dónde está tu droga?”.
Así, entre golpes y patadas, los encapuchados pretendieron responsabilizarlo
de que era un “traficante de drogas”, y como negó los hechos, entonces le
pidieron dinero.
“‘Miren, no hay drogas, esto es un error, no sé qué pasa’,
entonces me pidieron dinero, y me dijeron ¿dónde está su dinero?, y yo les
entregue cinco mil dólares que tenía guardados de mi negocio de jardinería en
una caja de seguridad”, comentó.
El estadounidense dijo que los sujetos tomaron el dinero y lo llevaron
arrastrando hasta un carro, donde fue subido y sacado del pueblo dos o tres
millas, hasta que escuchó que frenaron, lo bajaron de la unidad, y
posteriormente, lo arrodillaron; mientras uno lo detenía, otros lo pateaban con
sus botas militares y le pedían más dinero, y ya que estaba exhausto, uno lo
agarró del cuello, pretendiéndolo ahorcar, sin embargo, otro de sus acompañantes
le dijo que se calmara.
Después el individuo lo agarró por atrás y con el
antebrazo lo comenzó asfixiar apretándole el cuello hasta que se desmayó, al
cabo de un rato, aún sin reponerse completamente, sintió que le colocaron una
pistola en la sien, y escuchó que otro de los acompañantes, le dijo:
“Tranquilo,
ya déjalo, vamos”. Así, sus presuntos agresores por fin se marcharon, pero antes
el extranjero alcanzó a observar que se subieron a un vehículo compacto, color
negro, de 4 puertas, y sin una luz en una de las calaveras de la parte
trasera.
La versión del ex funcionario
Sobre las acusaciones en su contra, el ex responsable del Sistema de Agua
Potable y Alcantarillado, Marcos Villicaña, dijo estar enterado del caso de
Howie Lange, pero no quiso emitir ninguna opinión al respecto.
“Yo le estoy dejando todo a la autoridad y ellos son los que tienen que
investigar y sacar sus propias conclusiones de qué fue lo que pasó con este
amigo.
Yo no tengo nada que ver con el caso del señor, porque soy una persona
que me he dedicado a trabajar toda mi vida, y él puede hacer las denuncias y
señalamientos que quiera, ¿verdad? Sólo que tiene que probar lo que dice,
respecto de mí”, comentó.
El ex funcionario, que fue removido de su cargo por presión del
estadounidense, explicó que espera que Lange pueda probar lo que durante las
últimas semanas ha afirmado de él, porque “ni enojado estoy, más bien me da risa
las pendejadas que anda diciendo de mí”.
El ex funcionario todavía comentó: “Hay que dejarlo que sea feliz, hombre, y
que diga y haga lo que quiera el cabrón, porque al fin y al cabo, la única que
tendrá que resolver esta situación es la propia autoridad”.
La investigación
Sin embargo, el caso está siendo tomado con reservas por la PGJE porque –a
decir de los investigadores— se advierte una disputa por la plaza del
narcomenudeo en la zona que se ha pretendido tergiversar.
En las primeras indagatorias, los investigadores han encontrado que los
supuestos agresores pretendían perpetrar un robo de droga, y como no pudieron
lograr su cometido, terminaron por llevarse el dinero de la víctima.
Las dudas sobre este caso saltan a la vista, según explican los
investigadores, dado que sabían que el extranjero manejaba droga, porque conocía
a sus atacantes, nadie se dio cuenta cuando los delincuentes entraron a la casa,
y ni siquiera ladró el perro que Lange tiene en su domicilio.
Son algunas interrogantes que ni el extranjero ni el ex funcionario han
respondido, pero que las autoridades han incluido en la línea de investigación
para resolver este caso y donde se advierte una agria disputa entre ambos bandos
que está llevando al terreno de la violencia a esa pequeña población turística
en crecimiento que cuenta con varios foráneos que ahí radican y son jubilados y
pensionados de Estados Unidos.
El titular de la PGJE, Gamill Arreola Leal, dijo a ZETA que
el caso del extranjero está siendo investigado actualmente y dijo que no se va a
“tomar partido para ningún lado” porque, aunque haya presiones para destituir al
agente del ministerio público del fuero común, primero se tiene que averiguar
qué está originando la disputa entre ambos grupos.
“La investigación está en proceso y vamos a deslindar responsabilidades
contra quien sea, sólo que para eso hay un tiempo y hay procedimientos que
tenemos que seguir. Yo personalmente estoy revisando el caso y analizando cada
una de las cosas que están expuestas en el expediente, las declaraciones y las
contradicciones.
En su momento habremos de emitir una resolución”, concluyó.
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