Hay muchos mitos en esto del
narcotráfico y sus personajes. Desde hace diez años se hablaba de que don
Ernesto Fonseca Carrillo estaba buscando el confinamiento fuera de prisión por
motivos de salud. Es lo mismo que, con sus alegatos, busca también Miguel Félix
Gallardo, aunque éste con menos suerte.
Ríodoce hizo en su momento un
trabajo sobre este propósito de Don Neto y estuvo en Santiago de los
Caballeros, Badiraguato, su tierra natal, en cuyo cementerio mandó construir
una réplica del Partenón donde se supone terminarían sus restos, aunque se
encuentra tan abandonada que la cripta terminará solo como un olvidado
monumento a las extravagancias de un hijo célebre del pueblo.
Don Neto acaba de salir
formalmente de prisión y fue confinado en un domicilio particular de Atizapán
de Zaragoza, en el Estado de México, hasta cumplir su condena de 40 años que le
fue impuesta por diversos delitos.
En realidad hay mucho circo
en todo esto, pues Don Neto desde hace muchos años entraba y salía de la cárcel
cuando así se lo proponía. Pero ocupaba ya la paz y la seguridad de un
confinamiento como el que logró, amparado por las leyes. Ernesto Fonseca, por
ejemplo, estuvo en el sepelio de doña Cuquita, su madre, quien vivía en la
colonia Tierra Blanca, de Culiacán, y murió en abril de 2009. No se movía mucho
de Jalisco por varias razones, entre ellas su salud, pero desde hace muchos
años se supo que no estaba en prisión o se le veía solo por temporadas.
El otro caso es Rafael Caro
Quintero, quien ahora se nos presenta como un hombre que está en paz con todo
el mundo y hasta pide perdón al gobierno mexicano, a los gringos y a la familia
de Enrique Camarena. Él no mató al agente de la DEA, dice, pero asegura que
estuvo en el momento equivocado en el lugar equivocado.
De acuerdo a la versión
oficial, Caro Quintero salió de prisión la madrugada del 9 de agosto de 2013,
apenas iniciando el sexenio de Enrique Peña Nieto, pero en realidad el capo
abandonó el Reclusorio Preventivo del Estado de Jalisco la segunda semana de
diciembre de 2012, cuando faltaban apenas 20 días para que Felipe Calderón
dejara el poder.
Caro Quintero llegó por la
noche a Culiacán y al día siguiente se fue a su rancho natal, La Noria,
Badiraguato, donde ya estaba su madre esperándolo. De todos los pueblos y
caseríos cercanos llegó gente a saludarlo en medio del asombro y la
incredulidad, pues nadie se imaginó que estaría libre y menos que volviera a su
pueblo. Hubo música, comida, mucha fiesta, como en los viejos tiempos. Después
de descansar unos días, Caro se dedicó a visitar amigos en Culiacán, pero
también en distintos puntos del país y hasta de los Estados Unidos, con
conocimiento o no de los gringos, eso no se sabe.
Cuando se anunció su salida
del reclusorio a donde había sido ubicado desde 2010, también en Jalisco,
acudimos a La Noria con la infantil idea de hacerle una entrevista. Nos habían
dicho que las bandas musicales tocaron tres días con sus noches y así fue, pero
—lo sabríamos después—, no en La Noria, sino en Bacacoragua, un pueblo mucho
más arriba de la sierra, donde termina el asfalto. Nadie, por supuesto,
reconoció que hubiese estado ocho meses antes por ahí.
Ahora Rafael Caro pide perdón
a los gringos y éstos le responden que no les importa y que seguirán buscándolo
para llevarlo a sus cortes y juzgarlo por el crimen de Enrique Camarena, el
agente de la DEA asesinado en 1985. Pero, ¿esta búsqueda no será también un
mito? ¿Por qué Caro Quintero sale subrepticiamente de la cárcel y va a los
Estados Unidos? Es evidente que para salir de prisión en diciembre de 2012 tuvo
la anuencia de altos círculos del gobierno mexicano. Y es difícil pensar que el
gobierno otorgue su anuencia para algo así sin el consentimiento de los
gringos. ¿Cuál es el juego entonces? ¿Cuáles los juegos? ¿Por qué nunca, ni
Caro ni Don Neto, fueron extraditados a los Estados Unidos?
BOLA Y CADENA
¿HAY QUE DARLE CRÉDITO,
ENTONCES, a la versión de que fue la CIA la que ordenó el crimen de Enrique
Camarena y que con la acusación contra Caro Quintero y Don Neto el gobierno
norteamericano quiere tapar su propio excremento?
SENTIDO CONTRARIO
VEAMOS: SI ESTANDO EN LA
CÁRCEL, donde hay miles de reclusos, puede una persona salir y hacer una vida
como cualquiera otra, ¿qué puede esperarse en el caso de un confinamiento, como
el que acaba de obtener Ernesto Fonseca Carrillo. ¿Debemos creer que realmente
se encuentra en esa casa de Atizapán de Zaragoza?
HUMO NEGRO
EN 2008, CUANDO SE HABÍA
DESATADO la guerra al interior del Cártel de Sinaloa y se enfrentaban los
hermanos Beltrán Leyva con el Chapo Guzmán, vino a México la entonces
Secretaria de Estado de los Estados Unidos, Condoleezza Rice, para tratar
asuntos de la agenda bilateral, entre ellos el combate al crimen organizado.
Fue en octubre. Por esos días, Joaquín Guzmán Loera se paseaba en las calles de
Los Ángeles como cualquier turista: short, tenis, gorra de beisbolista… ¿Cómo
se explica esto?
(RIODOCE/ Ismael Bojórquez/ 31 julio,
2016)
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