El asesinato del Alcalde de Pungarabato,
Ambrosio Soto Duarte, representa un desafío y un reto para los gobiernos
federal y estatal, advierte Carlos Garfias. En conferencia de prensa dominical,
el arzobispo leyó un comunicado en el que lamentó el asesinato del Edil, hecho
que dijo viene a “agudizar y a ensombrecer” el clima de inseguridad y violencia
que se vive en Guerrero.
Mariana Labastida
Guerrero, México, 1 de agosto
(SinEmbargo/ElSur).- El arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, dijo que
el deterioro de la seguridad, y el crecimiento de la violencia en Guerrero y
otros estados, “revela la necesidad de revisar y reorientar la estrategia de
seguridad”. Esto, luego del asesinato del Alcalde de Pungarabato, Ambrosio Soto
Duarte, del que dijo representa un desafío y un reto para los gobiernos federal
y estatal.
El prelado católico consideró
que las confrontaciones mediáticas “nunca” serán el camino oportuno para la
resolución de conflictos y enfatizó que se debe de mantener separados los
diferentes temas, luego de los señalamientos que hubo en la semana, entre los
gobiernos del estado y el municipal de Acapulco, tras el homicidio de Soto
Duarte.
En la columna “Timonel”, del
periódico Mar Adentro, el Arzobispo se refirió a las policías comunitarias,
modelo alternativo de seguridad y justicia, y convocó a todos los pueblos para
que se apoye a esas organizaciones y mantener los valores y principios con los
que se conformaron.
En conferencia de prensa
dominical, el Arzobispo leyó un comunicado en el que lamentó nuevamente el
asesinato del Alcalde de Pungarabato, Ambrosio Soto, asesinado el sábado de la
semana pasada, hecho que dijo viene a “agudizar y a ensombrecer” el clima de
inseguridad y violencia que se vive en Guerrero.
El asesinato representa un
“reto y desafío a las autoridades locales y federales, y para la sociedad
guerrerense”, indicó Garfias Merlos, quien expuso que Guerrero ocupa el índice
más alto de homicidios según datos del Inegi y se han incrementado los
homicidios dolosos.
Carlos Garfias expuso que el
homicidio del Alcalde, y los que ocurren todos los días en Guerrero, “exigen
una investigación a fondo y profesional, demanda restablecer el estado de
derecho, muestra el deterioro de la inseguridad y el crecimiento de la
violencia en Guerrero y otros estados”, también “revela la necesidad de revisar
y reorientar la estrategia de seguridad”.
Indicó que los obispos
consideran que son tres los factores sobre los que urge intervenir: la crisis
de legalidad, de inequidad ante el rompimiento del tejido social y la de
inseguridad, como la expresión de la falta de moralidad.
El prelado católico llamó a
la sociedad a no quedarse en el miedo, rabia, deseos de venganza, temor o
desesperanza, a “sacar lo mejor que hay en cada uno de nosotros y construir
alto mejor”. Construir un estado y un país mejor, ante “tanta corrupción y
tanta violencia han llegado a ser tan insoportables”.
De que pese de los llamados
constantes que ha hecho al diálogo y a trabajar en coordinación sociedad y
autoridades, la violencia continúa creciendo, el sacerdote dijo que aunque
parezca que no se está avanzando, se están atendiendo a las víctimas, a los jóvenes
e impulsando la educación para la paz.
“Dentro de la gravedad de la
situación, creo que vamos haciendo un esfuerzo y empeño, es a largo plazo, no
se va poder hacer un proyecto de educación para la paz de un día para otro, hay
que aprender a dialogar y seguir haciendo el esfuerzo”, dijo.
El Arzobispo se refirió a las policías
comunitarias, al modelo alternativo de seguridad y justicia, y convocó a todos
los pueblos para que se apoye a esas organizaciones y mantener los valores y
principios con los que se conformaron. Foto: El Sur
Del intercambio de
señalamientos que se dio en la semana, entre los gobiernos estatal y el
municipal de Acapulco, por la responsabilidad de la seguridad después de la
muerte de Ambrosio Soto, dijo que se deben de separar los temas, que no se
deben de involucrar situaciones políticas con un hecho que afectó a una
familia, como es el homicidio del Alcalde.
“Hay que centrarnos en el
hecho, algo que nos modifica mucho nuestra vida y que nos hace estar generando
más conflictos de los que se van resolviendo, es que mezclamos todo y eso
siempre suscitará confusión, mayor conflicto y mayor problema, hay que ir
separando los problemas para ir resolviendo”, dijo.
El Arzobispo consideró que
las confrontaciones mediáticas y hacer malas interpretaciones no ayudan en la
solución de los conflictos, que las autoridades y la sociedad tiene que
trabajar por sí mismos y dialogar.
De la detención junto con
presuntos integrantes de la delincuencia organizada, primero de la secretaria
de la Red Jóvenes x México, Ximena Bernal Vargas, y después del hijo menor de
ser operador financiero del cártel de los Beltrán Leyva en Acapulco, Iván David
Alonso Bustamante, el arzobispo dijo que si están identificadas las personas y
hay elementos suficientes para proceder a detenerlas, es una señal “de que se
empieza a tomar cartas en el asunto, para ir resolviendo a quienes están
involucrados en el crimen organizado”.
Garfias Merlos lamentó y dijo
que se tiene que saber exactamente lo que sucedió en Tepecuacuilco, donde
mataron a siete integrantes de una familia.
En su columna “Timonel”, de
Mar Adentro, el arzobispo se refirió a las policías comunitarias, las cuales
dijo formaron esta organización para contrarrestar la inseguridad, la corrupción
y la impunidad.
Que respondió a las
necesidades de los pueblos, ante la negligencia de las autoridades y la
ineficiencia del sistema jurídico.
“Este modelo alternativo de
seguridad y justicia permite que las comunidades sean sujetos protagónicos,
tanto de su seguridad como de la justicia impartida en su jurisdicción”,
escribió el Arzobispo, quien convocó a “todos” a que apoyen a los pueblos en
sus demandas de mejores condiciones y prosperidad, para que sigan los valores y
principios sobre los cuales surgió la Policía Comunitaria.
VIOLENCIA EN GUERRERO
Este fin de semana se registró una ola
de violencia en nueve entidades del país, incluida Guerrero. Foto: Archivo El
Sur.
Ocho personas asesinadas a
balazos, entre ellas una mujer, y el hallazgo de tres osamentas en una fosa
clandestina, fueron los hechos violentos ayer en Acapulco.
En uno de los casos, tres
muertos y un herido dejó un ataque armado dentro de un bar ubicado en la
avenida Cuauhtémoc.
De acuerdo con el reporte
policiaco, el ataque a balazos ocurrió a las 2 de la madrugada entre la avenida
Cuauhtémoc y la calle Bernal Díaz del Castillo, de la colonia Progreso, en el
bar con razón social “Jala la jarra”.
Allí murió por los balazos un
mesero, que vestía un pantalón de mezclilla y una playera amarilla, y quedaron
tres hombres heridos, todos ellos clientes.
Fuentes ministeriales
informaron que dos de los heridos murieron más tarde en el hospital y el
tercero seguía internado.
El mesero asesinado se llamó
Adrián y los heridos, que más tarde fallecieron en el hospital, José Alfredo y
Hugo Enrique, y eran clientes.
En un segundo hecho, dos
hombres y una mujer fueron hallados asesinados a balazos y con huellas de
tortura dentro de un automóvil estacionado en la colonia Garita.
De acuerdo con la información
recabada, el hallazgo ocurrió a las 7 de la mañana afuera de la unidad
habitacional del Magisterio, cerca del panteón.
Los policías hallaron en la
cajuela del automóvil Derby, color arena, con placas de circulación del estado
de Puebla, a una mujer y a un hombre asesinados, y en el asiento trasero a otro
hombre sin vida, con huella de tortura y las manos atadas.
Los peritos informaron que
las víctimas tenían el “tiro de gracia”, además de huellas de tortura.
LAS OSAMENTAS
La Brigada encontró un pozo en el que
sicarios arrojaban a sus víctimas, y un lago que había que dragar para dar con
las osamentas en el fondo. Foto: BlogExpediente.
Tres osamentas fueron
halladas en una fosa clandestina en una huerta de limones de la colonia Manuel
Añorve, cerca del poblado de Las Plazuelas, en la zona rural.
Fuentes de Seguridad Pública
informaron que al mediodía la Policía Federal recibió una denuncia anónima en
la que se alertaba de mal olor y tierra excavada en una huerta abandonada.
La zona está ubicada a 500
metros adentro de la carretera que da acceso al poblado de Las Plazuelas. El
sitio es una huerta de limones y el acceso de es terracería, pero por la lluvia
de ayer el camino era lodoso y alrededor está lleno de maleza. La fosa fue
hallada cerca de una parota y un árbol de mango.
Los bomberos comenzaron la
excavación a la 1 de la tarde y primero exhumaron un cuerpo, luego el segundo y
el tercero, todos ellos de hombres.
La primera tenía una bermuda
con líneas azules, la segunda una playera tipo Polo roja y la tercera tenía una
bermuda azul.
Los restos humanos fueron
colocados en una bolsa de plástico gris y posteriormente trasladado a la
camioneta del Semefo a unos 150 metros.
El sitio fue resguardado por
efectivos de la Gendarmería, estatales y ministeriales. Los trabajos de
excavación terminaron a las 3 de la tarde.
ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON
AUTORIZACIÓN EXPRESA DE EL SUR.
(SIN EMBARGO.MX/ Redacción / agosto 1,
2016 - 12:56 pm)
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