Ana
Isabel Flores Plascencia, juez Quinto de lo Penal en Baja California, negó la
orden de aprehensión en contra de Anastasia Lechchenko Masney, quien el 10 de
junio confesó haber asesinado -5 días antes- a su madre y hermana
discapacitada.
La
liberación se ordenó porque el Ministerio Público del Fuero Común no presentó
una serie de pruebas que la magistrada les requirió.
De
acuerdo al personal de la PGJE, la juzgadora solicitó varios exámenes
periciales, que usualmente no son requeridos en órdenes de aprehensión
urgentes, de los que por requerimientos tecnológicos, tardan de 4 hasta 10 días
en realizarse, como el de ADN. Y no hay procuraduría que los pueda presentar en
menos de 48 horas.
De
tal suerte, que hasta tener las pruebas periciales en mención, la PGJE podrá
solicitar nuevamente la orden de aprehensión en contra de la joven de 19 años, que fue liberada el 11 de junio,
y de la que actualmente se ignora su paradero.
En
noviembre de 2012, la misma jueza ordenó la liberación de Jaime Ochoa y Erasmo
Ramírez, presuntos homicidas, también confesos, del asesinato del comerciante
de sobre ruedas Rafael Garibay, a la confesión se había agregado la
identificación visual hecha por la
esposa y cuñada de la víctima, quienes también fueron lesionadas en el ataque.
En
aquella ocasión, la juzgadora ordenó la liberación tras aplicar reformas al
Código, hechas para el Nuevo Sistema de Justicia Penal, que aún no inicia
funciones en Tijuana, y
consideró
que no se aplicaba la “extensión de la flagrancia”.
(SEMANARIO
ZETA/ GENERALEZ/ Rosario Mosso Castro/ 15 de Junio del 2015 a las 18:36:07)
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