MÉXICO,
D.F. (apro).- La revelación que hizo el diplomático mexicano Leandro
Arellano Reséndiz en relación con los pasajeros y tripulación que
viajaban en la aeronave incendiada por las fuerzas armadas venezolanas
el pasado lunes 4 –por ir hasta el full de droga, según adujo el
presidente Nicolás Maduro–, obligó a la Procuraduría General de la
República (PGR) a dar más detalles sobre el caso que provocó un
diferendo entre los gobiernos de México y Venezuela.
Luego de
acudir al Senado a presentar su plan de trabajo como embajador de México
en Venezuela –falta la ratificación del gobierno de Maduro–, Arellano
Reséndiz declaró a la prensa que los pasajeros de la aeronave se
encuentran en México.
Sin ofrecer mayores detalles, el diplomático
dijo que las personas que viajaban en el jet Hawker 25, matrícula
XB-MGM, llegaron al país, procedentes de Colombia.
Antes de esa
declaración, lo más que se sabía del caso es que sólo uno de los
pasajeros dio su verdadera identidad. El titular de la Procuraduría
General de la República (PGR), Jesús Murillo Karam, dijo que dicha
persona se encontraba plenamente identificada, aunque no dio a conocer
su identidad por la reserva de la investigación.
Inicialmente, el
gobierno de Querétaro reveló los supuestos nombres de los pasajeros y
tripulantes de la nave. De acuerdo con el secretario general de Gobierno
del estado, Jorge López Portillo, en la aeronave viajaban Isaac Pérez
Dubond, Susana Bernal Rivas, Adriana Gesabel Cruz Méndez, Sergio David
Franco Moga y Manuel Eduardo Rodríguez Benítez, además del piloto y el
copiloto, Carlos Alfredo Chávez Padilla y Mauricio Pérez Rodríguez,
respectivamente, quienes tienen su base en Toluca, Estado de México.
“Se
corroboraron los nombres de los cinco pasajeros y de los dos
tripulantes, se anexaron pasaportes de todos ellos y ninguno expedido en
Querétaro”, afirmó López Portillo Tostado en aquella ocasión.
La
destrucción de la aeronave mexicana en territorio venezolano trascendió
el martes 5, un día después del hecho, cuando el jefe del Comando
Estratégico Operacional del Ejército del país sudamericano, Vladimir
Padrino López, publicó en su cuenta de Twitter (@vladimirpadrino) que
habían inmovilizado a un “incursor aéreo” siete millas náuticas (13
kilómetros) al norte de Buena Vista del Meta, en el estado de Apure,
cercano a la frontera con Colombia.
Un día después, a través de la
Embajada de México en Venezuela, la Secretaría de Relaciones Exteriores
(SRE) emitió una nota diplomática en la que solicitó el esclarecimiento
de los hechos “en estricto apego al derecho internacional”.
“La
SRE se mantendrá atenta a la respuesta que se otorgue a esta solicitud y
ha entrado en contacto con autoridades venezolanas, a fin de obtener la
información con la prontitud que el caso amerita y deslindar las
responsabilidades a las que haya lugar”, puntualizó en un comunicado.
El
jueves 7, la Cancillería confirmó que los ocupantes habían abandonado
la aeronave antes de que las autoridades procedieran a incendiarla.
“Según
la información contenida en la nota diplomática del gobierno
venezolano, los ocupantes abandonaron la aeronave antes de su
inhabilitación”, señaló en otro comunicado difundido ese día.
No
obstante, la dependencia no precisó el número de ocupantes del avión ni
su nacionalidad y el motivo de encontrarse en el país sudamericano.
Marcelo
López, secretario de Desarrollo Sustentable de Querétaro, señaló en
aquella ocasión que la aeronave llegó a esa entidad proveniente de Nuevo
León, en cuya capital tiene el registro oficial, y posteriormente
despegó a las 11:50 horas del lunes 4.
También se dio a conocer
que el aparato, comprado apenas el 30 de octubre pasado a la empresa
Monterrey Jet Center, a través de la compañía Projets, tenía registros
de 8 mil 107 aterrizajes, con paradas frecuentes en el Aeropuerto
Internacional de Toluca, Estado de México.
La versión de la PGR
Por
la tarde, la PGR confirmó que los cuatro pasajeros que viajaron a las
Antillas Holandesas en el jet que posteriormente fue destruido en
Venezuela, sí regresaron a México el pasado 7 de noviembre y tres de
ellos ya declararon.
Los que no aparecen son el piloto y copiloto de la aeronave y un quinto pasajero que sí dieron identidades falsas.
En
el comunicado, la PGR explicó que se inició una averiguación previa
luego de conocerse que una aeronave con matrícula mexicana XB MGM fue
destruida en territorio venezolano.
Indicó que los datos como en
su momento se reveló, indicaron que la aeronave salió de Querétaro el 4
de noviembre con siete personas a bordo y con dirección a Bonaire en las
Antillas Holandesas, a donde llegó el mismo día.
En esa ciudad
del Caribe descendieron cuatro pasajeros que sí dieron sus identidades
verdaderas, y luego el aparato retomó el vuelo con los dos pilotos y el
quinto pasajero. El plan de vuelo indicó que se dirigirían a Honduras
pero el aparato fue abatido en Venezuela.
“La información obtenida
dentro de la investigación sobre los pasaportes reportó que los
pasaportes de los dos pilotos y de uno de los pasajeros son falsos y que
los de los otros cuatro pasajeros son auténticos”, indica el
comunicado.
Los cuatro pasajeros con pasaporte auténtico volvieron
a México el 7 de noviembre procedentes de Colombia. Tres de ellos ya
declararon y se está ubicando al cuarto.
La PGR dejó en claro en
que aún no hay cargos en contra de ellos, y dependerá del desarrollo de
las investigaciones y de las declaraciones que faltan por recabarse, si
se fija alguna responsabilidad.
La dependencia además dejó en
claro que siguen a la espera de la información del gobierno de Venezuela
que ayude al esclarecimiento de estos hechos.
/ 27 de noviembre de 2013 )
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