CHILPANCINGO,
Gro. (apro).- La disputa que libran los grupos criminales por las rutas
de siembra, trasiego y venta de droga en esta entidad ha obligado a
cientos de personas a exiliarse para proteger su vida.
La
madrugada del viernes 9, alrededor de 70 personas huyeron despavoridas
tras la irrupción de sujetos armados en el poblado de Tianquizolco,
municipio de Cuetzala del Progreso, donde atacaron una decena de
viviendas y se llevaron por la fuerza a cinco habitantes, la mayoría de
ellos trabajadores del ayuntamiento, según reportes oficiales.
El
éxodo de personas por la narcoviolencia en la entidad se ha agudizado en
los últimos días, tanto en zonas rurales como en áreas urbanas, donde
integrantes de la delincuencia organizada han sembrado el terror
mediante el asesinato, secuestro y extorsión.
Sólo en un mes, al
menos dos mil personas abandonaran decenas de comunidades en la región
de Tierra Caliente y de la zona de la Sierra Madre del Sur.
De acuerdo con documentos oficiales consultados por Apro,
el viernes 9 unos 100 sujetos armados irrumpieron a la una de la
madrugada en el poblado de Tianquizolco. Los delincuentes ingresaron a
pie a la localidad para no alertar a los pobladores, que ese día
vivieron un verdadero infierno.
Alrededor de una decena de
viviendas fueron rafagueadas y cinco personas privadas de su libertad.
Hasta el momento se desconoce su paradero.
Se trata de Flavio
Rivera Torres, director de Deporte del ayuntamiento de Cuetzala del
Progreso; Víctor Bailón Barrera, profesor de Danza folklórica adscrito a
la Dirección de Deporte municipal; el plomero Alfonso Guzmán Guzmán,
quien también trabaja en el ayuntamiento, y su hijo Jorge Alfonso Guzmán
Bilón, así como el campesino Álvaro Rivera Villanueva.
El hecho
fue reportado de inmediato al 27 Batallón de Infantería con sede en la
ciudad de Iguala, que se encuentra a una hora de Tianquizolco, pero sólo
10 horas después del ataque elementos de la Marina arribaron al lugar y
se limitaron a patrullar el poblado y documentar la barbarie, narraron a
Apro testigos del hecho.
Meses atrás la Policía Preventiva
Estatal (PPE) asumió el control de la seguridad en el municipio de
Cuetzala del Progreso, luego de que el 26 de abril un comando irrumpió
en la cabecera municipal y se llevó a 10 de los 12 policías municipales,
de los cuales dos fueron hallados muertos en la ciudad de Iguala; el
resto siguen desparecidos.
El propio alcalde, Feliciano Álvarez Mesino, reveló a Apro
que a principios de abril fue retenido, golpeado y amenazado por el
narco, por lo que tuvo que “retirarse algunos días” de su municipio.
En
entrevista, Álvarez Mesino confirmó la agresión en el poblado de
Tianquizolco, que provocó el éxodo de 15 familias después de que un
grupo armado atacó a balazos varias casas y se llevó por la fuerza a
cinco hombres, dos de ellos trabajadores del ayuntamiento.
Al
respecto, reprochó la actitud del gobernador Ángel Aguirre Rivero, al
señalar que los constantes anuncios sobre el envío de tropas castrenses y
policías estatales a la región norte contrastan con la realidad, porque
en los hechos, apuntó, no hay seguridad.
Detalló que el mismo
viernes 9, horas después del ataque en Tianquizolco, el grupo de
policías estatales que había asumido las funciones de seguridad en
Cuetzala del Progreso simplemente se fue sin explicar los motivos.
Añadió:
“Los
ciudadanos de este municipio llevamos tres días en estado de
indefensión y ninguna autoridad estatal o federal asume su
responsabilidad”.
Tras ello, advirtió que renunciará a su cargo si no hay garantías para desempeñar su trabajo.
El
alcalde perredista reiteró que la ola de violencia en la región Norte
es asfixiante y las autoridades municipales no pueden hacer nada frente a
las acciones de Los Guerreros Unidos y La Familia, organizaciones
criminales que se disputan ese importante corredor de drogas de la
entidad.
Asimismo, confirmó que su homólogo de Teloloapan, Ignacio
Valladares Salgado, huyó de su municipio y actualmente despacha desde
la ciudad de Chilpancingo.
Álvarez Mesino manifestó que el millón
de pesos y el camión de volteo que meses atrás entregó el gobernador a
alcaldes perredistas de la región norte fue un paliativo, pues el
problema de la inseguridad prevalece, y ni el gobierno estatal ni el
federal, dijo, han podido revertir la ola de violencia que ha provocado
el éxodo masivo de personas, lo que ha dejado ya varios pueblos
fantasmas.
Sobre este tema, refirió que además de Tianquizolco, el
desplazamiento de personas se presenta en cinco comunidades más, donde
cerca de 30 familias han abandonado sus comunidades para refugiarse en
otro lugar.
El resto de poblados de Cuetzala que han sido
abandonados por la narcoviolencia son: Huaxilotla, Ahuaxotitla,
Chilacachapa, Apetlanca y la propia cabecera municipal.
Ante ello,
el alcalde se trasladó a esta capital para reunirse con funcionarios
estatales, a quienes reiteró su llamado urgente para reforzar la
seguridad en la región Norte.
/12 de agosto de 2013)
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