lunes, 12 de agosto de 2013

ENTRE EL HAMBRE Y LA VIOLENCIA

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Regino López Acosta. No hay planes para desplazados.Persiste en la política social la falta de una acción específica para atender a desplazados por el crimen

Es definitivo: de manera específica los desplazados por razones de violencia en Sinaloa no están en la agenda social de ninguna instancia de gobierno y tampoco hay instrucciones precisas, al menos a través de la Secretaría de Desarrollo Social, para atender en forma particular a este grupo vulnerable como sucede con los adultos mayores, madres solteras o desempleados.

Las señales abundan y también se confirma la ausencia de una política pública, pues tras el nombramiento del sinaloense Regino López Acosta como delegado en Sinaloa de la Sedesol, a quien Ríodoce cuestionó al respecto, se pudo saber que los desplazados, como un segmento vulnerable de la población, no están específicamente en los planes de la Cruzada Nacional Contra el Hambre.

“Si en este momento no hubiera un enfoque de atención específico, debemos considerar esa parte para ir en auxilio con ese carácter de temporalidad que permite que las cosas puedan aminorar la problemática y buscar que se vayan acomodando con ese marco de seguridad y respeto las familias en sus territorios”, dijo el delegado al preguntarle si está contemplada en la estrategia federal la violencia que genera desplazados y que puede poner en riesgo el propósito de la cruzada SinHambre.

—¿Qué tanto la inseguridad o violencia va a afectar este proyecto?, porque va dirigido a zonas donde hay muchos problemas, como en el norte, donde se generan incluso desplazamientos.

—El enfoque de política social que impulsan el presidente Peña y la secretaria Robles tiene esa característica de que no está estrictamente ubicada en un territorio equis, que es muy importante como esquema político-geográfico. Pero, ¿a dónde debe ir la política con mayor acento?, donde esté la problemática social que demande su presencia.

En Sinaloa se calcula que el número de familias desplazadas por la violencia supera las mil 220 y que estas tuvieron que emprender el éxodo de regiones abatidas por la pobreza y en consecuencia por el hambre, a donde se supone que llegaría prioritariamente el apoyo asistencialista del Gobierno federal.

De esta manera el diagnóstico vincula el fenómeno de los desplazados con el programa SinHambre, la gran apuesta social del gobierno de Enrique Peña Nieto, pues la violencia aparece como un factor de riesgo para que el plan funcione.

Hambre, desplazados, nada

De acuerdo con el diagnóstico local de la Sedesol, los diez municipios con mayor porcentaje de población en pobreza son Choix, Badiraguato, Cosalá, Sinaloa, San Ignacio, Rosario, Elota, Mocorito, Concordia y Angostura. Con los mayores niveles de pobreza extrema se suma El Fuerte, pero sale de la lista Angostura.

Sin embargo, los municipios con mayor número de personas en pobreza son Culiacán con 254 mil 56, Ahome con 136 mil 582, Guasave con 128 mil 744, Mazatlán con 119 mil 926 y Sinaloa con 55 mil 655. De ellos Sinaloa aparece como la principal región con desplazados.

La pobreza extrema la padecen sobre todo los habitantes de Culiacán, Guasave, Sinaloa y Ahome, de ahí que estas cuatro localidades hayan sido consideradas en el plan original como municipios prioritarios dentro de la Cruzada Nacional Contra el Hambre que impulsa la Sedesol, y así se asienta en el decreto publicado el 22 de enero de 2013 en el Diario Oficial de la Federación.

Pero la política-electoral pudo más que el hambre y en el marco del Pacto por México se firmó un adéndum con el que se cancelaron acciones de política social para evitar el uso de recursos destinados al desarrollo social con los que se pudieran favorecer candidatos o partidos.

A partir de ese momento, el 8 de mayo, fecha en que el gobernador Mario López Valdez firmó con la secretaria Rosarios Robles Berlanga el acuerdo SinHambre, la política de desarrollo se frenó no solo en los 14 estados con elecciones programadas, sino en todo el país, y por consecuencia la cruzada se sumió en la planeación y el diagnóstico.

La confirmación de que las cosas se habían complicado llegó en julio, cuando el presidente Peña Nieto reconoció que la cruzada había desacelerado y anunció que en el 2013 solo se atenderían 80 municipios. Entre ellos ya no estaban los de Sinaloa.

Consultado al respecto, el delegado Regino López confirmó el hecho al reconocer que será hasta dentro de 15 días cuando se empezarán a operar programas de la cruzada pues todavía se afinan detalles que deberán empatarse con los planes de las instancias del Gobierno estatal con que habrá de coordinar esfuerzos.

—¿Qué encontró en Sinaloa al asumir esta responsabilidad?

—Bueno, estamos integrando toda la información, como sabemos, Sinaloa tiene una imagen bien ganada de gente de trabajo, de progreso; no es un estado de alta marginalidad, pero debemos reconocer que la tenemos y reconocerlo es empezar a resolverla y este es el propósito de la cruzada que nos incluye a todos para ir focalizando las prioridades. En ese trabajo estamos caminando, ¿no? ¿Qué estamos haciendo? Bueno, cada dependencia federal sabe lo que tiene qué hacer… lo está afinando.

“Estamos en validación de campo con algunos detallitos para que empecemos a operar”.

El hecho se empata con el discurso: en Sinaloa no se aplica todavía la cruzada SinHambre y mucho menos se tiene definida una estrategia para atender de manera focalizada a los desplazados por la violencia, pese a que el 7 de febrero la secretaria Robles se comprometió a considerar dentro de la cruzada soluciones al problema de los desplazados.

La delegación Sinaloa asegura que coyunturalmente se destinaron algunos apoyos, sobre todo sustraídos del Programa de Empleo Temporal, pero el problema y las necesidades persisten… y los desplazados se multiplican.

Regino López Acosta. Delegado de Sedesol en Sinaloa.

“Todo está en riesgo”

A una semana de haber asumido el cargo de delegado de Desarrollo Social en Sinaloa, el profesor José Regino López Acosta había hablado de todo y con todos sobre los planes que el presidente Enrique Peña Nieto tiene en materia de política social, pero en el guion algunos temas, como el de los desplazados por la violencia, no se había incluido.

En cambio, el asunto de la Cruzada Nacional Contra el Hambre ocupa todo el tiempo y esfuerzo del ex titular del INEA.

—¿Le hace o no ruido la violencia que padecemos en Sinaloa para operar este programa?

—Yo espero que esta parte no afecte el desarrollo de una política social (…) pues la mejor forma de que podamos resolver la situación es atendiendo la problemática social, que pueda darle un mensaje a la persona, a la familia, de buena voluntad, de fe, de esperanza, en que las personas debemos tener un margen de respeto mutuo y eso puede ir creando condiciones diferentes a las que hoy se presentan.

—Pero hay una barrera física. ¿Cómo hacerle para llegar a esta gente que está siendo desplazada fusil en mano?, ¿cómo operar sin que la violencia les genere un conflicto? Más específicamente quiero saber si la parte de la seguridad la están contemplando en esta planeación para que no haya problemas…

—La estamos contemplando en la precaución con la que tenemos que operar los programas, no en la frontalidad que nos corresponde a nosotros afrontarla, es decir, el mensaje es resolver problemas sociales, y si esto se refleja en algún grado por problemáticas sociales, debería contribuir a crear condiciones diferentes; entonces, nuestra esperanza es que se entienda ese mensaje, que se permita auxiliar a las personas que están vulnerables, que ese es el enfoque de la política social y en ese marco de respeto a esa condición, nosotros creemos que podemos tener condiciones de acceso para ese auxilio y ese apoyo.

—¿Entonces no le preocupa?

—No es decir: no me preocupa, porque como ciudadanos nos debe preocupar a todos esa manifestación; a lo que me refiero es que debemos hacer el esfuerzo institucional, social, para ir avanzando en ese auxilio y dar con eso el mensaje de que haya más tranquilidad, más seguridad, más armonía social, este sería el enfoque. No me corresponderá la frontalidad a mí.

—Insisto en el tema porque hay condiciones en Sinaloa para que sea un éxito la cruzada porque no son tan graves los rezagos, y la idea es saber si esto puede ser un problema que altere la proyección.

—Vuelvo en la misma insistencia: si tenemos estructuras para la educación, que se dediquen a educar; para la salud, para que asistan a las personas; si tenemos apoyos para que viviendas puedan mejorar, si podemos tener la oportunidad para electrificación, agua potable, drenaje, bueno, cada parte va a ir contribuyendo con su granito importante, al empleo…

—Es decir, si se alinean los astros…

—Exactamente, entonces, si toda esta parte que contempla la política de desarrollo social, se va cumpliendo, una parte importante es que hay instancias que pueden y deben ir avanzando en dar la seguridad física del patrimonio de las familias para ir creando condiciones de tranquilidad.

—El 7 de febrero se reunió Malova con Rosario Robles; se habló de esto y la secretaria dijo que se consideraron soluciones a los desplazados de Sinaloa, ¿trae usted una indicación de la secretaria en este asunto en particular?

—Es que cuando hay una línea política de esas, es un lineamiento que hay que seguir como política pública. Entonces, ¿qué es la problemática de los desplazados? Hay una vulnerabilidad desde el momento en que deja su domicilio y el enfoque de la política social es eso: contribuir a que se supere esta vulnerabilidad.

Datos:

400 municipios incluidos en la cruzada SinHambre terminaron por reducirse a 80 y con ello quedaron fuera los de Sinaloa.
FUENTE: Sedesol.

Municipios con más pobreza extrema

Sinaloa      15.90%
Guasave   5.48%
Ahome      2.94%
Culiacán    2.75%

FUENTE: Cruzada Nacional Contra el Hambre/Sedesol.
(RIODOCE/ agosto 11, 2013  )

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