lunes, 12 de agosto de 2013

CARO: INESPERADA VICTORIA EN LOS TRIBUNALES

Rafael Caro en Puente Grande. Los años pasan.




28 años después, Rafael Caro Quintero logra un amparo que lo deja en libertad

Con el mayor de los sigilos, el narcotraficante Rafael Caro Quintero abandonó la madrugada de este viernes el penal estatal de Puente Grande, luego de permanecer encarcelado durante cerca de tres décadas acusado del secuestro y asesinato de Enrique Camarena Salazar, un agente de la agencia antidrogas estadounidense, DEA, y del piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar, en febrero de 1985.

El capo pasó los últimos tres años recluido en el penal estatal luego de ganar un amparo para abandonar el penal de máxima seguridad de Puente Grande.

Según versión ligada a las autoridades del Reclusorio Metropolitano, el exlíder del cártel de Guadalajara salió del núcleo penitenciario acompañado de sus abogados y de sus familiares, aunque no se sabe si después de obtener su libertad, Caro Quintero se mantiene en esta ciudad o salió del estado rumbo a su natal Sinaloa o hacia algún otro lugar.

En opinión de José Luis Guízar Abarca, quien durante un tiempo fungió como su abogado, la liberación de Caro Quintero obedece a un acto de justicia, debido que se le acusó del asesinato de un agente activo de la DEA, cuando en realidad, al momento de la muerte de Enrique Camarena ya no era elemento al servicio de esa agencia y tampoco ostentaba algún cargo diplomático, a pesar de que su secuestro se llevó a cabo cuando abandonaba las instalaciones del Consulado de Estados Unidos en esta ciudad —en las calles de López Cotilla y Progreso—, el 7 de febrero de 1985, y pretendía dirigirse a la casa de su madre en donde asistiría a una reunión familiar.

Un mes después, en marzo, las autoridades mexicanas encontraron los cadáveres de Enrique Camarena y Alfredo Zavala cerca del rancho El Mareño, en el municipio de Bellavista, Michoacán, en los límites con el estado de Jalisco.

Cuando los dos cuerpos fueron encontrados a flor de tierra a un costado de la carretera, entre Bellavista y Zamora, tenían claras huellas de tortura. También se comprobó que los cadáveres los mantuvieron en refrigeración durante, al menos algunos días en Guadalajara. Luego se descubriría que fue en la casa de Rubén Zuno Arce, recientemente fallecido en una cárcel estadounidense en donde cumplía una condena de cadena perpetua por tales hechos. El hallazgo se dio gracias a una llamada anónima realizada desde Los Ángeles, California.

El 4 de abril de 1985, Caro Quintero fue localizado y detenido en Costa Rica, donde se había refugiado junto con su entonces pareja Sara Cosío, a quien supuestamente había secuestrado, después de que logró evadir a las autoridades mexicanas gracias a la protección que recibía tanto de la Dirección Federal de Seguridad como de la Policía Judicial Federal.

Incluso, la Judicial Federal, bajo el mando de Armando Pavón Reyes, atacó y dio muerte a media decena de personas de una familia en El Mareño, con la intención de inculparlas del secuestro y asesinato del agente de la DEA y del piloto Zavala Avelar.

Después de ser detenido en Costa Rica, Caro Quintero fue traído de regreso a México e internando en el Reclusorio Norte de la capital del país. El 3 de junio de 2009 el Juzgado Cuarto en Materia Penal responsabilizó a Rafael Caro Quintero y a Ernesto Fonseca, don Neto, del doble crimen.

En Jalisco, algunos medios de comunicación informaron de dos solicitudes de extradición promovidas por el gobierno de Estados Unidos por diversos delitos, asunto en el que intervino el abogado Everardo Rojas.

La puesta en libertad de Caro Quintero fue ordenada por un Tribunal Unitario y la salida del presidio se registró entre las dos y las tres de la mañana de este viernes, aunque otra versión indica que salió a las seis.

La tarde del jueves 8 de agosto, un tribunal federal resolvió que el capo sinaloense ya no debía estar más en prisión.

La decisión fue tomada por el primer Tribunal Colegiado del Tercer Circuito con sede en el estado de Jalisco y fue notificada a Caro Quintero la madrugada del viernes.

Fue el caso Camarena el que abrió la puerta para la liberación de quien fuera el capo del narcotráfico en México en los años ochenta.
El Colegiado consideró que por el asesinato de Camarena, Caro Quintero debió haber sido juzgado por un juzgado del fuero común y no por uno federal.

Viejos polvos

Rafael Caro Quintero nació el 3 de octubre de 1953 en Badiraguato, Sinaloa; sus padres eran campesinos y es el mayor de seis hermanos. A los 18 años dejó a su familia y comenzó a trabajar como chofer de camiones. Tiempo después empezó a cultivar mariguana en el rancho de su hermano Jorge Luis, en menos de cinco años compró las fincas aledañas al terreno.

Trabajó con Pedro Avilés Pérez y Ernesto Fonseca Carrillo alías el Neto, después Rafael Caro Quintero fundó el cártel de Guadalajara junto con Miguel Ángel Félix Gallardo y se convirtió en el hombre más poderoso al juntar una enorme fortuna en la década de los 90 por sembrar y exportar mariguana, además de lavar dinero.

Pero sobre todo fue aliado de Ernesto Fonseca Carrillo don Neto, quien formalmente se encuentra todavía en prisión, pero que lucha también por obtener su libertad, “por razones humanitarias”.

En los años 80, don Neto fue conocido como el Narco de narcos. Finalmente fue detenido acusado del asesinato del agente de la DEA y del piloto mexicano.

El Narco de narcos, como fue considerado, regalaba autos y casas a familiares, amigos y policías de varios estados de la República.

A los 29 años, Rafael Caro Quintero ya tenía una fortuna estimada en 500 millones de dólares, 36 casas y fue accionista de 300 empresas en Guadalajara y controlaba la siembra de la hierba en varias regiones de Sonora. Formó una red de lavado de dinero con empresarios y policías.

Más tarde implementó la cosecha de la mariguana sin semilla, la cual sembró en planicies de Zacatecas, Jalisco, Nuevo León, San Luis Potosí. El Rafa, como conocían a Caro Quintero en Chihuahua, impulsó la siembra más grande de mariguana en el rancho El Búfalo, ubicado en el municipio chihuahuense de Jiménez, en donde cientos de sicarios armados con “cuernos de chivo” vigilaban a los miles de campesinos provenientes de varios estados: Guadalajara, Veracruz, Zacatecas, Nuevo León, Sonora y San Luis Potosí.

El enorme campo de cultivo de la hierba fue captado en un vuelo que realizó el entonces piloto de la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos, Alfredo Zavala Avelar, quien informó al agente de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), Enrique Camarena y así, el 6 de noviembre de 1984, un operativo de la Policía Federal se apoderó de ocho mil 500 toneladas de mariguana y dos mil 400 campos de mariguana.

Durante un operativo de la Policía de San José, Costa Rica, que tardó solo 15 minutos, Caro Quintero fue detenido junto a los mexicanos Eduardo Aldana García, José Albino Bazán, Juan Carlos Campero Villanueva, Luis Beltrán, Iván Soto Arellano, Raúl Noyola Romero, Miguel Lugo y Violeta Estrada Yaver.

En las acciones, la Policía encontró a Sara Cristina Cosío Vidaurri Martínez —hija del ex secretario de Educación del estado de Jalisco y sobrina de un exgobernador de esa entidad—, por quien la Policía de Costa Rica ingresó a esa vivienda a solicitud de las autoridades mexicanas.

Versiones de las autoridades mexicanas indicaban que ella estaba secuestrada, pero luego trascendió que era la novia de Caro Quintero.

“Indignación” de EU y la DEA

El Gobierno de Estados Unidos dijo el viernes que está “extremadamente decepcionado” por el fallo de un tribunal mexicano que otorgó la liberación al capo Rafael Caro Quintero, además de que hará todos sus esfuerzos para llevarlo ante la justicia por la muerte del agente estadounidense Enrique Camarena.

El vocero del Departamento de Justicia, Peter Carr, dijo que su gobierno, y en particular la agencia antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés), a la que pertenecía Camarena, está “profundamente decepcionado con el resultado” de la sentencia que emitió un juez a favor de la liberación de Caro Quintero.

A su vez, la DEA recordó en un comunicado que Caro Quintero es “el autor intelectual y organizador” del asesinato del agente Camarena, ocurrido en febrero de 1985, por el que el líder del cártel de Guadalajara fue encarcelado y condenado a 40 años de prisión.

El fallo “nos recuerda todos los días de sacrificio pagados por el agente especial Camarena y la DEA continuará vigorosamente sus esfuerzos para garantizar que Caro Quintero enfrente cargos en Estados Unidos por los crímenes que cometió”, dijo la agencia.

El vocero Carr recordó que desde mayo de 1987 una corte de Distrito Central de California sostiene un cargo en contra de Caro Quintero y otros por “conspiración y extorsión relacionados con el secuestro, tortura y asesinato” del agente Camarena.

El Departamento de Justicia estadounidense ha trabajado desde entonces en “dejar claro a las autoridades mexicanas el continuo interés de Estados Unidos de asegurar la extradición de Caro Quintero para que pudiera enfrentar a la justicia en los Estados Unidos”, dijo Carr.

Mientras tanto, en México la Procuraduría General de la República (PGR) dijo el mismo viernes que interpondría un recurso de apelación en contra de la liberación de Rafael Caro Quintero, “debido a la gravedad de los delitos de privación ilegal de la libertad y homicidio calificado entre otros, por los cuales, las víctimas del narcotraficante aún reclaman justicia”.

En un comunicado, el titular de la PGR, Jesús Murillo Karam, declaró que ordenó analizar la interposición de los recursos que en términos de la ley sean procedentes.

El procurador sostuvo que el Primer Tribunal Colegiado ignoró por completo el reciente criterio sostenido apenas en marzo pasado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), pues ordenó a una autoridad que este consideró incompetente, por razón de fuero, que sobreseyera las causas penales seguidas en contra de Caro Quintero, dejándolo en libertad.

Señaló que de haber aplicado el criterio de la SCJN, debió remitir el expediente al juez que estimara competente para que conociera del juicio, pues de la manera en que sucedió, produce la absolución sin juicio por un juez que el mismo tribunal consideró incompetente.

Con información de agencias. 
(RIODOCE/ agosto 11, 2013 )

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