Redacción/Proceso
MÉXICO, D.F.
(proceso.com.mx).- Aunque la versión oficial del despido de Bernardo Barranco
de Grupo Radio Centro es haber colaborado “con la competencia” que significa el
espacio matutino de Carmen Aristegui, para el afectado la verdadera razón de su
salida son “las presiones de los Legionarios de Cristo y de la Arquidiócesis”.
En declaraciones a
la agencia Apro, el especialista en asuntos socio religiosos destaca: “desde
hace años han pedido mi cabeza por la línea editorial y de investigación
crítica que he asumido y ahora encontraron la oportunidad”.
Cuenta el
investigador: “sin mucha explicación, de manera oficial a partir de este martes
26 de marzo quedo fuera del Grupo Radio Centro. Concluye Religiones del Mundo
un pequeño segmento de Radio Red que se transmitía desde hace casi 18 años cada
martes de 9 a 10 horas en el 1110 de am.
“El argumento de mi
despido fue haber participado con comentarios, durante esta coyuntura pontifical,
en otras emisiones radiales especialmente en el segmento de Carmen Aristegui lo
que resulta absurdo, pues vengo colaborando desde hace más de 15 años en
diferentes foros mediáticos y particularmente radiofónicos”.
De acuerdo con
Barranco “de manera súbita, los directivos del grupo Radio Centro exigen
exclusividad no aplicada en años anteriores. Otros colegas de la estación hacen
lo mismo por lo que es una sospechosa formalidad de celo profesional”.
Reconoce que Carlos
Aguirre, director general del Grupo, “me advirtió en el caso de mi anunciada
colaboración con Aristegui MVS: ‘no puedo aceptar tu participación con mi
competencia’”.
Sin embargo,
Barranco, quien también ha hecho colaboraciones para la revista Proceso,
detalla: “Mi segmento Religiones del Mundo es un pequeño espacio entre otras
decenas de programas con honorarios casi simbólicos como para exigir
profesionalmente exclusividad. Tal determinación del señor Aguirre, por el
contrario, limitaba mi desarrollo profesional como especialista en temas socio
religiosos.
Si a lo largo de
muchos años en que he participado como ocasional comentarista en diversos
programas radiofónicos sobre la religión, me pregunto: ¿porqué tanta reticencia
en participar en el noticiero de Carmen Aristegui?
Y continúa la
reflexión de Barranco: “En el fondo creo que es un pretexto, la verdadera causa
de mi salida son las presiones insistentes de los Legionarios de Cristo y de la
propia Arquidiócesis que desde hace años han pedido mi cabeza del grupo por la
línea editorial y de investigación crítica que he asumido. He recibido desde
hace tiempo advertencias y anónimos que sugieren tal hipótesis. Además, tengo
documentado, que el señor Carlos Aguirre personalmente ha desarrollado una
estrecha relación con la congregación de Marcial Maciel, a la que una de sus
hijas se integró como consagrada. Y por supuesto, mis posturas desde hace
tiempo incomodaban la relación que rebasa lo estrictamente religioso”.
Para el investigador
de asuntos eclesiásticos, su caso “es uno más de muchos donde la censura se
impone. La verdad me siento liberado pues la presión era incómoda. Cierro todo
un ciclo de 18 años en el que aprendí a compartir ideas sobre lo religioso
invitando a especialistas, académicos y personas libres a debatir el lugar de
las creencias en la cultura contemporánea de México. Así mismo, la emisión me
permitió saber comunicar temas aparentemente espinosos y complejos que tan solo
hace algunos años estaban vetados en los medios electrónicos. Le debo mucho a
Religiones del Mundo, y mi especial reconocimiento a José Gutiérrez Vivó quien
no sólo creyó en el proyecto sino que me animó aventurarme en las artes de la
comunicación desde 1995.
Para concluir,
Barranco lamenta “el sesgo y la actitud prepotente del señor Carlos Aguirre, no
sólo hacia mi persona sino hacia un espacio y esfuerzo comunicativo de tantos
años. Sectores ultraconservadores se sentirán satisfechos con la decisión
arbitraria de los directivos del Grupo Radio Centro. Sin embargo, buscaré
alternativas para seguir construyendo una mirada imparcial, crítica y secular
del fenómeno religioso en México. Esta coyuntura internacional de
renuncia/cónclave en el Vaticano, ha mostrado el ávido interés de las
audiencias por adentrarse sin obcecaciones al tema”.
(PROCESO/Redacción/ 25 de marzo de 2013)
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