Así
lo destaca el economista Ramiro Tovar Landa, profesor del Instituto Tecnológico
Autónomo de México y especialista en temas de competencia económica, quien
advierte también que el incremento de los precios de las gasolinas “hará más
rentable la ordeña ilegal de los ductos petroleros y esta mafia (que los
saquea) se volverá un problema mayor”.
Consultado
por Proceso, el economista señala que el principal error de la medida anunciada
el pasado 27 de diciembre por la Secretaría de Hacienda fue combinar la
liberación del mercado de las gasolinas –anunciada desde abril de 2016 por el
presidente Enrique Peña Nieto– con un incremento tan grande en el precio del
combustible.
“Lo
que más le duele y molesta a la población es que se les prometió que no iba a
haber más gasolinazos. Eso nunca se debió haber dicho. La población en México
no está acostumbrada a que se muevan los precios de las gasolinas, como en
Estados Unidos, pero menos estará acostumbrada si no se les explica bien y se
justifica un incremento tan alto”, dice el especialista al abordar los duros
efectos políticos y el descontento generalizado ante la medida.
“Para
liberar el mercado de las gasolinas, medida que considero adecuada, no era
importante aumentar los precios. Lo correcto hubiera sido dejar los precios,
sin incrementarlos, y a partir del precio máximo y de los precios
internacionales de referencia, como los de la costa del Golfo de Estados
Unidos, ir aumentándolos”, reflexiona Tovar Landa.
“La
liberación de las gasolinas tiene por objetivo que converjan los precios con
diferencias sólo por costos de transporte e infraestructura por regiones, con
las variaciones del tipo de cambio y las diferencias de impuestos, pero la
ineficiencia logística del transporte y distribución existentes en el país
serán trasladadas con un alto costo al consumidor.
“Incluso,
se podrán agudizar las prácticas monopólicas de los grupos gasolineros que
distribuirán por regiones, mientras dure esta etapa de transición. En otras
palabras, si el objetivo era dejar de subsidiar a los consumidores mexicanos de
gasolinas con precios bajos, ahora vamos a subsidiar y transferirle recursos a
ciertos grupos gasolineros”, explica.
LOS GRUPOS PRIVILEGIADOS
Según
un estudio de la Secretaría de Energía –“Diagnóstico de la industria de
petrolíferos en México”–, en nuestro país hay 11 mil 431 gasolineras
administradas bajo el esquema de franquicias privadas. De estas franquicias,
22% se concentra en los estados de México, Jalisco y Veracruz.
La
Comisión Reguladora de Energía estimó que la liberación del mercado de las
gasolinas permitirá aumentar a 12 mil estaciones más en todo el país.
Según
la información oficial, los principales grupos que ya participan con estaciones
propias de gasolina son Oxxo Gas, del regiomontano Grupo FEMSA, que tiene 348
en 14 entidades del país, es decir 3% de este mercado, y pretende llegar a 500
a finales del próximo año; Petro-7, de la cadena Seven-Eleven, que tiene 215 en
nueve entidades y espera contar con 35 más en 2017; Full Gas, que traerá la
marca Texaco a México a partir del segundo semestre de 2017 y actualmente tiene
50 gasolineras en el país; Gulf, que pretende invertir en los próximos tres
años en cerca de 2 mil estaciones; e Hidrosina, que posee sólo siete y pretende
triplicar el número el próximo año.
Tan
sólo para el tercer trimestre de 2016 Oxxo Gas registró ingresos por 7 mil 548
millones de pesos, 35% más que en 2015. Pertenece a la red más grande y
rentable de tiendas de América Latina, la más importante comercializadora de
productos Coca-Cola y de cervezas en el país. Sólo en México tiene más de 10
mil tiendas.
Con
Oxxo Gas, el Grupo FEMSA ofrece a sus clientes: “además de que cargues
combustible, ganes con nuestras constantes promociones que tenemos para ti”,
destaca su información oficial en la página www.oxogas.com.
Los
ingresos de la división de combustibles de FEMSA aumentaron casi 35% en el
tercer trimestre de 2016.
En
marzo de 2016 la agencia Notimex reportó que Gulf dio a conocer que buscará
abarcar 25% del mercado de gasolineras en México y operar hasta 2 mil
estaciones.
MÁS BARATA EN EU
Para
sustentar su argumentación, Tovar Landa ejemplifica con los precios de
referencia de la costa del Golfo en Estados Unidos, donde el litro de gasolina
cuesta el equivalente a 0.55 dólares, mientras en México estaba en 0.67
dólares. Con el incremento, en México oscilará entre 0.72 y hasta 0.79 dólares
en la Ciudad de México, según el tipo de cambio actual.
“De
golpe, están incrementando de 22% a más de 40% el diferencial entre los precios
de las gasolinas en Estados Unidos y en México. ¿Por qué? Quizá para beneficiar
a estos nuevos grupos gasolineros durante la transición de enero a marzo del
próximo año”, indica.
De
acuerdo con el mapa elaborado por la US Energy Information Administration, los
precios de referencia de la gasolina en la costa del Golfo de Estados Unidos
son de 2.08 dólares por galón. Un galón equivale a 3.78 litros. Al convertirlo
a pesos mexicanos, resulta que el litro de gasolina en Estados Unidos es 22%
más barato que en México.
En
la costa oeste el precio del galón es de 2.59 dólares, y en la este, de 2.24,
mientras en el medio oeste es de 2.28 dólares. En Estados Unidos el precio al
mayoreo es 61% del precio que finalmente determinarán para las gasolinas
importadas por México.
–La
Secretaría de Hacienda argumenta que el subsidio a las gasolinas beneficiaba a
los sectores de más altos ingresos. ¿Qué opina de esta posición oficial? –se le
pregunta a Tovar Landa.
–El
subsidio a las gasolinas era insostenible, pero igual de insostenible será
ahora que los consumidores paguen por la ineficiencia de Pemex tanto en
transporte y distribución como en sus estados financieros, y en las rentas
anticompetitivas de los grupos gasolineros. Ahora habrá un subsidio del
consumidor hacia Pemex y hacia los grupos gasolineros. Ahora será igual o más
perverso el subsidio, pero en sentido inverso.
–También
argumenta la Secretaría de Hacienda que los precios tenderán a disminuir.
–Aunque
posteriormente, con los años, tienda a disminuirse el diferencial con Estados
Unidos de entre 10 a 15%, ahora es una transferencia neta del público
consumidor a empresas gasolineras, entre ellas a Pemex.
–Pemex
está argumentando que también acabarán con la ordeña de ductos que ejerce el
crimen organizado.
–Este
incremento tendrá efectos en dos grupos que tenderán a cometer ilegalidades: en
el crimen organizado que realiza la ordeña, porque aumentará la rentabilidad
del ilícito, y en los grupos monopólicos del mercado regional, pues se dará una
colusión entre grupos gasolineros. Esto significará un desafío para las
autoridades de la Comisión Federal de Competencia Económica, que deberán
redoblar su vigilancia frente a las conductas monopólicas, y Pemex tendrá que
sofisticar la seguridad de sus ductos ante el crimen organizado.
LOS EFECTOS INFLACIONARIOS
Aunque
las versiones oficiales insisten en que el impacto inflacionario será “mínimo”
y no superará 4%, Tovar Landa prevé que “vamos a tener una inflación arriba de
5 y debajo de 7% a finales de 2017”.
“Esto
es algo que no habíamos vivido en los últimos 20 años. Este repunte
inflacionario no lo habíamos vivido desde la crisis del 95”, abunda.
Por
su parte, en un análisis publicado el pasado 28 de diciembre, el centro de
estudios de BBVA-Bancomer pronosticó que la inflación de 2017 “rebasará el 4%”
y “no regresará al rango-objetivo hasta 2018”; indicó que alcanzará un rango
máximo entre julio y diciembre del próximo año con 5%, y para el cuarto trimestre
de 2017 podría ubicarse en 4.67%.
“Estas
previsiones ya suponían además un mayor rito de traspaso del tipo de cambio a
los precios (pass-through) que, no obstante, seguimos anticipando que no
supondrá efectos de segundo orden”, explica el reporte.
“La
mayor inflación se traducirá en una peor evolución de los salarios, con un
posible impacto adicional sobre el dinamismo del consumo privado”, sentencia
BBVA-Bancomer.
Otras
instituciones financieras también revisaron al alza sus previsiones del impacto
inflacionario de la medida: CitiBanamex pronosticó una inflación de 4.80% para
2017; Finamex Casa de Bolsa la modificó a 4.4%, es decir, todas por arriba del
3.3% que había previsto el Banco de México.
A
su vez, los senadores Dolores Padierna, del PRD, y Mario Delgado, de Morena,
coincidieron en criticar el incremento a las gasolinas por considerar que es
una estrategia para “hacer atractivo el negocio” a las gasolineras privadas, y
porque el nuevo esquema de “trato diferenciado” por regiones beneficiará a las
zonas más ricas y urbanas, frente a las más pobres.
En
un comunicado de prensa, Padierna advirtió que el nuevo esquema de fijación de
precios se compone de una carga fiscal fija (Impuesto Especial sobre Productos
y Servicios e IVA), que es de 6.52, 6.06 y 7.30 pesos por litro para Magna,
Premium y diésel, respectivamente, y el resto será determinado por “el costo
del combustible, ya sea abastecido por Pemex o importado, más los costos de
logística (almacenamiento y transporte) y la utilidad de los expendedores”.
“Los
costos de logística dependerán de diversos factores, como la cercanía de
distribución o importación y el medio de transporte que se utilice. Este
esquema de fijación de precios propiciará un trato diferenciado, ya que las
regiones que cuenten con infraestructura adecuada de almacenamiento, transporte
por ductos y estaciones de servicio, como es el caso de las grandes ciudades,
tendrán precios menores a los que no lo tengan, que es el caso de las zonas
menos desarrolladas”, explicó Padierna.
“Es
decir, las zonas más ricas pagarán menores precios que las más pobres”, sostuvo
la senadora del PRD.
Mario
Delgado también reprochó la metodología utilizada para determinar los precios
máximos trasladando los costos del transporte, ya que provocará que las zonas
más pobres paguen más.
Este
texto se publicó en la edición 2096 de la revista Proceso, actualmente en
circulación.
(PROCESO/
REPORTAJE ESPECIAL/ JENARO VILLAMIL/ 3 ENERO, 2017)
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