Los hijos de Joaquín “Chapo”
Guzmán habrían cometido la peor embestida que ha sufrido el Ejército Mexicano
en Sinaloa en años recientes.
Cinco soldados muertos y 10
heridos, un paramédico de la Cruz Roja lesionado y dos vehículos oficiales
quemados fue el saldo del ataque cometido la madrugada del viernes 30 de
septiembre en la entrada al fraccionamiento Espacios Barcelona, por la
carretera México 15.
El Ejército informó que “muy
probablemente” la agresión fue ordenada por los hijos del “Chapo” –Alfredo e
Iván Archivaldo– para rescatar a Julio Óscar Ortiz Vega, “El Kevin”, de quien,
según la milicia, no se ha establecido las funciones que desarrollaba dentro
del grupo delictivo, conocido como “Los Chapitos”.
Ortiz Vega, de 33 años, es
uno de los principales operadores de Aureliano Guzmán Loera, “El Guano”,
hermano del “Chapo”, y fue uno de los gatilleros que entregó a quien ordenó la
ejecución de Édgar Jeovani Parra Zambada, sobrino de Ismael Zambada García, “El
Mayo”, asesinado a balazos el 26 de agosto en el puente de la Isla Musalá, en
Culiacán.
De acuerdo con la Secretaría
de la Defensa Nacional (SEDENA), hasta antes del viernes no se había registrado
un ataque en el que murieran y resultaran lesionados esa cantidad de militares.
En los ataques anteriores,
las bajas no han sido más de cuatro.
Desde 2006 en el estado han
muerto 36 militares emboscados por la delincuencia organizada.
LOS HECHOS
El primer enfrentamiento del
viernes pasado entre soldados y sicarios ocurrió en un puesto de control
militar instalado en la carretera que conduce a Bacacoragua, donde resultó
lesionado Julio Óscar Ortiz Vega, “El Kevin”.
Los elementos de la SEDENA lo
llevaron al hospital de Badiraguato, que no contaba con el equipo necesario
para atenderlo, por lo que decidieron trasladarlo a Culiacán en la ambulancia
067 de la Cruz Roja de ese Municipio.
Resguardada por dos vehículos
Hum-vee con 17 soldados, la ambulancia tomó la carretera Internacional México
15 hacia esta ciudad.
De acuerdo con el personal
castrense, alrededor de 60 hombres armados a bordo de al menos ocho camionetas,
algunas de ellas blindadas, los esperaban en la carretera, a la altura del
fraccionamiento Espacios Barcelona.
Los delincuentes dispararon
contra la ambulancia y lesionaron en la cadera al paramédico que la conducía.
Los militares que viajaban en
los vehículos oficiales fueron atacados y se inició un tiroteo que duró más de
40 minutos.
Los sicarios subieron a la
ambulancia y bajaron a Ortiz Vega para llevárselo en otro vehículo. En la
ambulancia tiroteada llevaron al paramédico lesionado al Hospital Civil.
Los elementos asesinados
estaban destacados en el Mando Especial Badiraguato, que se instaló en el
llamado Triángulo Dorado desde mediados de 2014 con la misión de erradicar
cultivos de droga y destruir pistas clandestinas, pero pertenecían a la 24
Compañía de Infantería no Encuadrada, con sede en San Ignacio.
El comandante de la Tercera
Región Militar, Alfonso Duarte Múgica, dijo que se presume que el ataque fue
cometido por los hijos de Joaquín “El Chapo Guzmán”.
“Hasta el momento no tenemos
la certeza de estos grupos, pero es muy probable que sean de los hijos del
‘Chapo’”, indicó. Mencionó que los militares fueron sorprendidos y superados en
número y tipo de armas por los delincuentes.
“Actuaron en forma
premeditada, cobarde, alevosa, y llevaron a cabo la acción con armas de fuego,
con granadas”, mientras que los elementos atacados únicamente contaban con
armas automáticas.
LA NOCHE EMPIEZA EN BACACORAGUA
Los integrantes del convoy
pernoctaron la noche del jueves 29 de septiembre en Bacacoragua, comunidad
ubicada en los altos de Badiraguato, y a la media noche del viernes
establecieron un puesto de control para revisar vehículos y evitar el paso de
criminales.
A los pocos minutos
observaron una camioneta que descendía por el camino y le marcaron el alto,
pero el conductor aceleró mientras que el resto de los ocupantes empezaron a
disparar contra los militares.
Éstos repelieron la agresión,
al tiempo que otra hilera de vehículos bajaba de la sierra, pero desde otro
ángulo.
A bordo de sus vehículos, los
militares iniciaron la persecución y vieron cómo una camioneta empezó a hacer
movimientos extraños mientras seguía avanzando, para posteriormente detenerse y
arrojar al suelo a un hombre, dos armas largas y una corta.
Los militares revisaron el
sitio y detectaron a un civil herido que les solicitó ayuda, por lo que
aseguraron las armas y al sujeto para que recibiera atención médica y
posteriormente ponerlo a disposición de las autoridades.
Éste, lesionado en la pierna derecha
y un hombro, se identificó como Julio Óscar Ortiz Vega, conocido con el alias
de “El Kevin”, y a quien se le trasladó a la Cruz Roja de Badiraguato.
Como en esa institución no
encontraron el servicio adecuado, lo llevaron a la clínica del pueblo, en la
que tampoco se pudo hacer mucho por él. Fue entonces cuando decidieron
llevarlo, a bordo de una ambulancia de la Cruz Roja, a Culiacán, que fue
embestida al llegar a Culiacán por una camioneta blindada.
Intempestivamente, los dos
vehículos que iban escoltando al herido se vieron rodeados por al menos otros
tres blindados que eran conducidos por gatilleros, según revelaron los
sobrevivientes del ataque.
La agresión duró 40 minutos,
durante los cuales los agresores usaron armas automáticas y lanzagranadas.
Ninguna corporación policiaca
llegó en auxilio de los emboscados.
La ambulancia en la que
viajaba el herido recibió 15 disparos de arma automática. Del detenido ya no se
supo nada.
Según fuentes del Gobierno,
las primeras investigaciones apuntan que fueron tres células las que atacaron a
los militares: La de un sujeto de nombre René, “El Rino”; la de “Los Chimales”,
comandada por “El Pelón Chimal”, también conocido como “El 23”, y la del
“Juancho”, conocido como “El 22”.
(DIARIO DEL YAQUI/ PROCESO/02 DE OCTUBRE
2016)
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