domingo, 23 de febrero de 2014

"CHAPOTURISMO" EN MAZATLÁN TRAS LA CAPTURA DE "EL CHAPO" GUZMÁN


Mazatlán.- Tras la captura en Mazatlán del narcotraficante y líder del cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera, también conocido como “El Chapo” Guzmán, decenas de personas se dan cita en el edificio Suites Miramar, donde fue detenido, para tomarse fotos en el lugar.

A las afueras del edificio en el que se hospedó por dos días el capo mexicano, se puede ver a hombres y mujeres deteniéndose para tomarse la 'foto del recuerdo' en el lugar que fue capturado Guzmán Loera tras 13 años prófugo.

El conjunto habitacional cuenta con una puerta de entrada, así como dos elevadores a los cuales se ingresa tras cruzar una terraza en donde se encuentra la alberca.

En el lugar, ubicado a dos kilómetros del centro de Mazatlán, no se han registrado operativos especiales desde su llegada, ni la presencia de escoltas o personas armadas.

"El Chapo" termina su vida en libertad en una suite austera

Dos días antes de la captura de Joaquín “el Chapo” Guzmán, los habitantes de los condominios Miramar comenzaron a observar personas en la suite número 401 del cuarto piso.

Consultados cuando salían del edificio, algunos se atrevieron a decir que no sabían quien tenía rentada la habitación, sólo que llegaron a ver personas entrar y salir con sigilo.

Pero fue la mañana del sábado cuando personal de la Secretaría de Marina Armada de México penetró el perímetro del complejo de condominios localizados en el número 608 sobre el Malecón del puerto, que tiempo más tarde el Gobierno Federal informó que se trataba del capo más buscado del mundo.

Días atrás, desde el lunes 17 de febrero, la Marina había barrido con domicilios en Culiacán, y había descubierto drogas oculta en plátanos y pepinos, casa con túneles de escape, y había reportado la detención de Jesús Peña González, el 20, uno de los pistoleros más cercanos de Ismael “el Mayo” Zambada.

Inusitadamente, a las 04:00 horas de hoy, el operativo de la marina cayó a Mazatlán, apoyados desde el aire con un discreto helicóptero que sobrevoló la zona.

Testigos del hecho informaron que el operativo fue sigiloso, sin efectuar un solo disparo, y abarcó por lo menos tres suites del edicio, que si uno circula por el malecón no ofrece al visitante la suntuosidad ni mucho menos la estravagancia.

“Tengo dos años residiendo en este edicidio y hace dos días vimos que había gente en la habitación 401”, comentó un ciudadano americano que abandonadaba el complejo en una camioneta acompañada por su esposa. No dio más comentarios.

Los empleados del edificio solo mencionaron que la habitación donde vivía el Chapo fue forzada y que tras sacar a varias personas que acompañaban al capo, el lugar quedó sin resguardo de la Marina.

Ahí se pudo constatar que el interior de la habitación era austera, como austero era el lobby, la alberca pequeña que mira a la playa.

Tras la partida, quedaron los rastros del desorden: ropa tirada en el suelo y sobre una cama, un horno de microondas, una estufa, víveres como huevos, servilletas, agua en garrafón, material de limpieza, entre otros objetos, que dan cuenta de la indolencia de sus moradores.

La puerta: violada con ganzúas y sus picaportes reventados: el Chapo, sus últimos minutos rodeados por los marinos.

En el transcurso de la mañana, la seguridad armada se retiró. Quedaron los guardias de la torre y los empleados de limpieza, en una tranquilidad aparente, interrumpida por deceas de reporteros que tomaban fotografías y grabavan imágenes.

En otro lado, los curiosos que paseaban por el malecón y que despertados por la noticia de la caída del Chapo, se detenían a ver el edificio y se llevaban de recuerdo una foto, con ellos posando y los 10 pisos de la torre a sus espaldas, en cuyos balcones de vez asomaban sus moradores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario