Caminando despacio, vistiendo el uniforme anaranjado de los presos
federales y con las manos encadenadas a la cintura, el hermano mayor del
clan Arellano Félix, Eduardo, ingreso a la sala, lució encorvado,
ojeroso, con el rostro cansado y el cabello más escaso.
“Señor Arellano, no es mi costumbre dejar encadenados a los acusados
en mi corte. Sus hermanos hicieron el compromiso de comportarse como
caballeros si les quitaba las esposas. ¿Se compromete usted a portarse
como un caballero si le retiro las esposas?”, preguntó el Juez Burns
cuando entró a la sala.
“Sí”, contestó Eduardo y mantuvo las manos detrás de su espalda el resto de la audiencia.
Ni pena de muerte ni cadena perpetua solicitará la Fiscalía del
Distrito Sur de California como condena para Eduardo Arellano Félix, de
ser encontrado culpable de los siete cargos que se le han imputado por
tráfico de droga, lavado de dinero y asociación delictiva.
Durante la audiencia pública efectuada el 30 de octubre frente al
juez Larry Allan Burns, se determinó que el juicio en contra de “El
Doctor” no será declarado como complejo como lo habían solicitado sus
abogados, quienes argumentaron que la gran cantidad de expedientes que
debían evaluar como preparación para su defensa, requerían mucho tiempo y
recursos.
El Juez Burns, quien también enjuició a sus hermano Benjamín y
Francisco Javier “El Tigrillo”, explicó que esos casos tampoco fueron
declarados como complejos y ordenó a la Fiscalía preparar un resumen de
los cargos, de la manera en que serán sustentados y los testigos que
presentarán durante el juicio, para que sea más fácil el trabajo de sus
abogados.
“Estoy seguro que su cliente quiere un proceso expedito”, señaló el Juez al abogado defensor, Brian P. Funk.
Otro de los argumentos presentados por la defensa en contra del
procedimiento judicial de Arellano Félix, fueron las supuestas
irregularidades en su proceso de extradición, por lo que el abogado Funk
pidió tiempo para investigar más a fondo los documentos del Gobierno
Mexicano.
“A mí eso no me importa, siempre y cuando esté frente a mí”,
respondió tajantemente el Juez, aunque no impidió que el Abogado
defensor indagara las supuestas anomalías.
Considerando que el expediente del caso consta de más de mil 400
páginas, con información recabada desde 1986 hasta el 2002, el
Enjuiciador concedió a Funk tres meses para integrar el siguiente paso
de la defensa. Acordó entre ambas partes que cualquier hallazgo deberá
ser notificado a sus contrapartes si es que se quiere utilizar durante
el juicio. “No se deberá reservar nada”, enfatizó Burns.
La próxima audiencia de Eduardo Arellano quedó programada para el 19 de febrero de 2013 a las 2 de la tarde.