jueves, 8 de noviembre de 2012

LOS PATOS LE TIRAN A LAS ESCOPETAS


   
Gobierno atenta contra turismo cinegético

En cinco años, el turismo cinegético de Sinaloa podría ser historia y quedar en el olvido, luego de un lustro de transitar de la bonanza a la subsistencia.

 
Ante ello, los humedales de Sinaloa, mundialmente conocidos por su variedad de pato, palomas y codornices que en su migración de Canadá hasta Sudamérica llegan al norte de la entidad, podrían quedar en manos de gringos renegados de las leyes locales, pero que tienen la protección del Estado.

Para el inminente colapso, las causas son varias, pero regenteadas por una sola entidad: el Gobierno, quien se empeña en tirar el último escopetazo a una actividad que floreció durante 24 años, sin más faramalla que el cabal cumplimiento de las normas de caza sustentable.


Guadalupe Nieblas García, vicepresidente de la Federación de Asociaciones Cinegéticas de México, y uno de los primeros guías de turistas originarios de la localidad, afirmó que es tal la decadencia de la actividad que el 70 por ciento de los establecimientos legales para la práctica de la cacería cerraron a partir del 2005, con un marcado aceleramiento de clausuras en los últimos dos años.


De 16 empresas que funcionaban al inicio de la gestión del gobernador Mario López Valdez, hoy solo quedan de pie seis, y de estas, una es ya amenazada desde la Secretaría de Turismo del estado de Sinaloa para que ancle sus aerobotes. Ellas subsisten a duras penas porque sus ingresos cayeron en 75 por ciento. La cifra es tan escalofriante puesto que de cada dólar que se invertía por los prestadores de servicios para mantener el turismo cinegético, ahora solo se gastan 25 centavos.


Y hay una razón para esa reducción, puesto que antes de la crisis atraían a las unidades de caza grupos de 14 personas dos veces a la semana, y hoy, en el mismo periodo, apenas se llegan a cuatro turistas. De gastar 3 mil 500 dólares por persona en estancias de cuatro días, hoy a duras penas se derraman 875 dólares.


En sus mejores tiempos, el turismo cinegético movilizaba 4 mil cazadores de Canadá y Estados Unidos, hoy llegar a mil turistas es “una exageración”.


Nieblas García comentó que si bien la crisis económica en los Estados Unidos influyó para la caída de los visitantes, dado que la cacería de pato y paloma es un deporte o entretenimiento muy caro y por ello elitista, es más cierto que el daño severo es producto interno, porque se endurecieron las normas para la transportación de armas de fuego deportivas, dado el combate al narco.


También influyó la pérdida de conectividad aérea, licencias de caza inaccesibles y, lo más reciente, la anulación de convenios firmados sexenios atrás, así como “el tiro de gracia”: la inseguridad local, más un agravante: publicidad negativa por un gringo radicado en la municipalidad: David Mark Warner Ward.


Por la inseguridad, los campamentos enclavados de las presas Huites, Bacurato, Miguel Hidalgo y Josefa Ortiz de Domínguez, prácticamente están en desuso. Grupos armados apostados en los accesos seleccionan a quién le flanquean el paso y a quiénes se lo prohíben. El turista, al percatarse de que esos no son sujetos de Gobierno, pues traen huaraches y tenis, mejor desiste.


A los cazadores les va peor, pues hasta han llegado a ponerlos boca abajo, desarmados, insultarlos y prohibirles que regresen, “porque los disparos atraen al Gobierno a las zonas de caza”, expone.


“Para nosotros es muy grave que no se respeten los convenios por parte del Gobierno de Sinaloa, porque llaman a la ingobernabilidad por extranjeros que hacen a placer lo que les conviene, ya sea por influencia política o por un importamadrismo.


“La ingerencia de terceras personas en áreas concesionadas, es un problema muy grave. En el norte de Sinaloa eso lo estamos padeciendo desde hace diez años y no hay nadie que lo frene. Hoy estamos peor que antes, porque hay una embestida frontal contra los prestadores de turismo cinegético. En realidad, no sabemos lo que ocurre, pero es lamentable. Ni los gobiernos estatales de Baja California o de Coahuila, que son con los que competimos por el turismo de caza, le causa tanto daño a sus empresarios como el que nosotros tenemos”.


Warner Ward, dijo, se ha encargado de ahuyentar el turismo de su país con una campaña de desprestigio al Gobierno y a los prestadores de servicios, promoviendo que se trata de un estado salvaje y desgobernado, y pretende desplazar a los inversionistas locales amparados en la fuerza bruta, la amenaza y la intimidación.


El Gobierno del Estado debe fajarse, aplicar la ley a los indeseables, promover el turismo cinegético y no atentar contra la generación de empleo, “pero aquí vamos en reversa”.


Aquellos años. En contra de David Mark Warner Ward, avecindado en la villa de Ahome, se documentó un proceso penal radicado en Chihuahua.


En el juicio 115/2001 deshogado en el Juzgado Tercero de Distrito A con sede en Chihuahua, por el delito de portación de arma de fuego sin licencia, Warner fue sentenciado a pagar una multa de 25 mil 668 pesos con 60 centavos por el delito de portación de arma de fuego sin licencia, cargos que se acreditaron porque militares lo aprehendieron en poder de un revólver calibre 22 que dijo “llevar olvidado en el bolsillo de su short”.


Los ataques. Tras su libertad, el estadounidense se avecindó en la Villa de Ahome, en donde ocasionalmente transcurrió parte de su juventud debido a que con su padre, Clern Warner, cazaba patos, llegando a convertirse en guía.


Y entonces surgieron los problemas con RB Operadora, que mantenía la explotación de la Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre, ubicada en las colindancias de los ejidos Tabelojeca, Bacorehuis y La Despensa, en Ahome, denominada Estero de Capoa-Bacorehuis 4. La zona fue autorizada al Gobierno del Estado para realizar actividades de conservación y aprovechamiento, según el oficio SGPA/DGVS/00994/09 del 20 de febrero del 2009 y registrado bajo la clave ZF-DGSV-01104-SIN.


En la disputa de un pretendido derecho, el gringo atacó a los cazadores Larry Satcher, Richard Robb, Patrick Olander, Robert Walls, Patrick Walls, Mario Zamora, Valerio González, Chris Snell, Andy Paulden, Robb Stewart, John Tlac, James Barlett y Leoncio González.


Posteriormente, en septiembre del 2007, atacó a Leoncio González Perales, Jesús Manuel Najar López y dañó equipos e instalaciones de RB Operadora.


Desde entonces, continuó amenazando a cuanto guía cinegético se le atraviesa en su camino, como lo hizo con Francisco Ramos Valenzuela, en enero del 2012.


En ningún caso el gringo ha sido sancionado, pese a existir denuncias en su contra.


La puntilla. Años después de aquella captura y proceso perdido en Chihuahua, y tras una década de conflictos entre David Mark Warner y RB Operadora, el gobierno de Mario López Valdez anula el convenio de conservación y aprovechamiento de aves acuáticas, vigente desde el 31 de agosto del 2009, utilizando a la Secretaría de Turismo.


De acuerdo con el oficio SPIDT/408/2012, remitido desde Mazatlán el 29 de agosto del presente año por Jorge González Olivieri, subsecretario de Planeación, Inversión y Desarrollo Turístico de la Secretaría de Turismo del Estado de Sinaloa, a Roberto Balderrama García, el convenido de transferencia de derechos de “conversación” (sic) y aprovechamiento de aves acuáticas en el estero de Capoa Bacorehuis 4, quedaría anulado el 28 de septiembre.


La causa para el desentendimiento del convenio es la cláusula séptima fracción uno que señala que este quedará sin efecto mediante aviso por escrito de una parte a su contraparte con 30 días de anticipación. Hasta ahora, la anulación estaba firme.


Balderrama no fue encontrado en sus oficinas, por encontrarse fuera del país, en viaje de promoción de turismo cinegético.


El golpe había sido dado y la alerta de Nieblas se había convertido en realidad. Ahora ya solo quedan cinco prestadores de turismo cinegético en Sinaloa, la erradicación de estos va en aerobotes oficiales.


1960: se inicia el turismo cinegético en Sinaloa.

1980: cazadores irrumpen en humedales de Sinaloa.
1997: aumenta el turismo con Huites.
2004: inicia la decadencia del arribo de cazadores.
2011: cierran 10 campamentos.
2012: sobreviven cinco campamentos.
 

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