Rivalidad delincuencial: la capital sinaloense paga cara cuota de
sangre Paúl Mercado Culiacán no solo es una de las ciudades más violentas del mundo, según el ranking mundial del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal, A.C., sino que en la guerra que sostienen los cárteles de drogas desde el 2008 se ha mantenido como una de las plazas más activas en la lucha por defender el territorio y con ello su aporte a las estadísticas fúnebres la colocan también entre las que más aportan su cuota de muerte. El asesinato de cinco miembros de Los Ántrax, pertenecientes al cártel de Sinaloa, el pasado miércoles 22 de febrero en la colonia Guadalupe Victoria de Culiacán, fue un hecho que confirma desde la estadística oficial la peligrosidad de la capital sinaloense, espacio convertido en zona de guerra a partir de la rivalidad entre grupos del crimen que pretenden el control de plazas y de rutas del tráfico de drogas, tal y como sucede en otras regiones de la república que son sede de los principales cárteles del narcotráfico. De acuerdo con el documento intitulado Fallecimientos por Presunta Rivalidad Delincuencial 2011, elaborado por la PGR, Culiacán es una de las siete ciudades de México donde el número de asesinatos derivados de la lucha entre grupos rivales del narco registra al menos un caso por día: Juárez lidera con mil 206 ejecuciones, seguido por Acapulco con 795, Torreón con 476, Chihuahua con 402, Monterrey con 399, Durango con 390 y Culiacán con 365. Pero vista la estadística desde el entorno estatal, Sinaloa se coloca en la cuarta posición con mil 100 asesinatos. Chihuahua mantiene “honores” con 2 mil 285 casos, seguido de Guerrero con 1,535 y Nuevo León con mil 133. La disputa por las plazas se ha convertido en el móvil recurrente en los partes policiacos después de ocurrida una masacre, lo que llevó a la PGR a reclasificar la estadística de homicidios en el país, por lo que de enero a septiembre de 2011, por rivalidad delincuencial, fueron asesinadas 12 mil 903 personas en un total de 844 municipios, entre los que figura Culiacán. Pero desde el inicio del 2008, año en que explotó la guerra del narcotráfico en México, Chihuahua, Sinaloa, Guerrero, Durango y Tamaulipas, principalmente, ya traían una tendencia a la alza en la comisión de homicidios por delincuencia organizada. Sinaloa registró en enero de ese año 41 asesinatos y Chihuahua 46. Pero fue a partir de mayo que las cosas empezaron a salirse de control y las cifras de ejecuciones vinculadas a la rivalidad delincuencial fueron superando el centenar: Chihuahua llegó a 189 y Sinaloa a 104. Desde entonces las sumas son por cientos, particularmente en esas dos entidades. Por lo que hace a Sinaloa, Culiacán se mantiene como la plaza más caliente con sus 365 ejecutados, uno diario, seguido por Mazatlán con 92, la otra ciudad sinaloense que figura entre las más violentas del mundo. Así pues, la lucha por las plazas entre grupos antagónicos del narcotráfico mantiene presas del terror a ciudades o regiones que son consideradas territorios de tal o cual cártel, de ahí que Culiacán se haya instalado en la élite de la violencia desde cualquier arista que se analicen las estadísticas de ejecutados. Consultado al respecto por Ríodoce, el doctor Gonzalo Armienta Hernández, catedrático e investigador de la Universidad Autónoma de Sinaloa, considera que este es un fenómeno propio del crimen organizado, donde la serie de homicidios es solo por ganar la plaza en disputa. “Todavía no observo señales de narcoterrorismo en lo que se está viviendo en México, porque estos grupos de delincuentes no están enfocados en atacar al sistema establecido para apoderarse de él, no, el terrorismo es luchar contra el sistema y en este caso al crimen organizado no le interesa esa lucha, sino que tienen sus propias estrategias pero para ganar mercados y es eso lo que hace que exista tanta violencia”. El doctor en derecho constitucional e internacional estima que a la par de todo este desorden aparece una acción muy desarticulada del Gobierno, sin ninguna clase de inteligencia, y solo va dando golpes donde no debe: “Lo que esto ocasiona es que el cáncer se siga expandiendo, la expansión de ese cáncer ha sido consecuencia de esa lucha desorganizada de autoridades federales y estatales”. Disputas, plazas, líderes De acuerdo con la Secretaría de Gobernación, en la lucha por las plazas ha sido el cártel del Pacífico el más activo al enfrentar sangrientos episodios contra el cártel de Juárez, los Beltrán Leyva, el cártel del Golfo y Los Zetas. Pero también La Familia Michoacana ha disputado espacios con el cártel del Golfo, Los Zetas y los Beltrán Leyva, mientras que el cártel del Golfo y Los Zetas se han enfrascado en una sanguinaria guerra desde su separación. Para la Segob, entre los estados más violentos del país están Chihuahua, Sinaloa, Tamaulipas, Nuevo León, Baja California y Michoacán. Todos ellos puntos estratégicos del narcotráfico. Así como Sinaloa es considerada la cuna del narcotráfico, Ciudad Juárez es considerada por el Gabinete de Seguridad Nacional como el puerto de salida de droga más estratégico hacia Estados Unidos. De ahí que sean dos de las plazas más sometidas por los cárteles. De acuerdo con el Programa de Recompensas de la PGR, algunos líderes que figuran en esas regiones son Juan José Esparragoza, el Azul, que tiene su zona de operación en Culiacán, Sinaloa y en Guadalajara, Jalisco y pertenece al cártel del Pacífico. Iván Velázquez Caballero, alias el Talibán, opera en el sureste de la República para la organización de Los Zetas, de la que es lugarteniente en Nuevo Laredo y Tamaulipas. Héctor Alberto Beltrán Leyva, el H, es el actual líder de los Beltrán Leyva. Vicente Carrillo Fuentes, el Viceroy, lidera en el norte del país para la organización Carrillo-Fuentes. Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, opera en la mayor parte del país y en el extranjero para el cártel del Pacífico y es considerado el principal líder de la organización criminal. Heriberto Lazcano, el Lazca, opera en la zona norte del país como líder de Los Zetas, junto con Miguel Ángel Treviño Moreno, el Z-40. Ismael Zambada García, el Mayo, opera en Culiacán, Sinaloa, Sonora, Yucatán y Chihuahua para el cártel del Pacífico. El Gobierno ve en el cártel de Sinaloa y Los Zetas a los grupos criminales más peligrosos del país, mientras que para el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, un solo capo, Joaquín el Chapo Guzmán, es el más poderoso del mundo. Discursos contra balas Mientras el discurso oficial, tanto federal como estatal, crece en la idea de que la violencia disminuye, los números son contundentes en la gravedad del problema, manteniendo a un puñado de ciudades y entidades como las más peligrosas y violentas del país y del planeta. Aunque el gobernador Mario López Valdez no deja de insistir en que no solo se ha frenado al crimen, sino que se ha reducido, es el presidente Felipe Calderón quien no deja de presumir al respecto, como lo hizo el 20 de febrero durante el aniversario del Ejército, donde destacó que la violencia criminal ha comenzado a ceder y que durante su gobierno se han capturado a 22 de los 37 criminales más peligrosos, se han arrestado a 180 cabecillas regionales de los cárteles, decomisado más de 140 mil armas y más de 13 mil millones de pesos. Al respecto, el doctor Armienta Hernández puntualiza: “Se han ubicado en determinados capos y agarran a uno que es supuestamente un capo y dicen que es un éxito y a lo mejor era una persona que era un eslabón insignificante en una cadena mucho más grande. ¿Cuántas veces no dicen: agarramos al segundo del Chapo, del Mayo, y cuántos segundos hay?, esto con afanes de decir que sí está funcionando (la estrategia) y la verdad no está funcionando”. Si bien en el discurso oficial de los gobiernos empieza a generalizarse la idea de que la criminalidad va a la baja, los niveles de violencia en México se mantienen altos, de ahí que de los 2 mil 440 municipios del país, mil 269 han sido impactados por el narcotráfico, y de acuerdo con la Presidencia de la República la cifra oficial de muertos que el narco ha dejado en Sinaloa es de 5 mil 487, solo en el sexenio de Felipe Calderón. De esos casos, 2 mil 255 han ocurrido en Culiacán, solo superado por Juárez con sus 7 mil 643 ejecuciones. El total nacional en cinco años, al 12 de enero de 2012, es de 47 mil 515 asesinatos, solo por la disputa entre grupos rivales. Es así como Sinaloa, y particularmente Culiacán, se ha mantenido en la élite de la violencia estatal, nacional y mundial, resistiéndose al discurso del gobernador Mario López Valdez de hacer de este el mejor lugar para vivir. Ciudades con al menos un ejecutado por día en la lucha por las plazas en México. Ciudad Ejecutados Estado Posición Juárez 1,206 Chihuahua 1 Acapulco 795 Guerrero 2 Torreón 476 Coahuila 3 Chihuahua 402 Chihuahua 4 Monterrey 399 Nuevo León 5 Durango 390 Durango 6 Culiacán 365 Sinaloa 7 FUENTE: PGR. El narco no es el centro Para el catedrático de la UAS, doctor Gonzalo Armienta Hernández, la lucha anticrimen debe ir más allá del narcotráfico, pero se ha enfocado la mira solo a luchar contra este fenómeno: “Se ha dejado de un lado la delincuencia organizada, a otro tipo de delitos que se han venido incrementando; no quiere decir que se debe soslayar la lucha contra el narco, pero no es la única, y creo que hay luchas más importantes como es contra los secuestros, asaltos, la inseguridad en las noches. El narco si bien está presente, pero en sí no es el problema, el problema es la inseguridad, es un tema más amplio y lo han descuidado por completo”.
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viernes, 9 de marzo de 2012
CULIACÁN EN LA MIRA
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