Fernando Villa
Escárciga
Mientras el Municipio
se zarandea entre su azarosa economía y la falta de respuestas, los escenarios
de oportunidad se vierten por las alcantarillas de la
indolencia.
Una de ellas es el Carnaval de Guaymas, que a semanas de
iniciar su edición 2012, sin tema, sin
transparencia y sin preparación se encamina a otro fracaso
más.
El Carnaval podría ser lanza de proyección turística para
Guaymas y San Carlos. Pero no. La desorganización y manoteos impiden eso y
más.
Y así ha sido durante
los últimos años, décadas quizá, que la fiesta más importante del pueblo se
deteriora ante la complacencia colectiva.
Aquí no valen los
denuestos de partidos o de personajes
políticos ni de organizaciones “cívicas” al mercenario servicio de los mismos.
Dejaos de mamadas, también le han entrado.
La desidia ha sido de
todos, principalmente de los Ayuntamientos en turno que asumen la vanguardia de
la ambición de unos cuantos: organizadores, comerciantes,
proveedores...
El “colorido” carnavalesco se reduce a una
patética trilogía: el ambarino de las cervecerías, el negro de los dineros
jambados y el gris de una deficiente organización.
Envidia ha de tener
Guaymas del Carnaval de Mazatlán, por
decir algo, o de las Fiestas del
Pitic en Hermosillo donde la cultura y las manifestaciones artísticas se
enarbolan por delante.
En esos lugares, por
ofrecer breve ejemplo, igual participan en apoyo, difusión y cuidado las
instituciones oficiales y particulares de Turismo para garantizar éxito y
calidad.
A buena parte de la
raza le encanta el desmadre, bailar, el relajo tumultuoso sí. Pero también le
gusta la diversión en familia, los buenos espectáculos artísticos y culturales.
Y eso no hay.
Se insiste: es
preciso que la organización de estas fiestas pasen a ser responsabilidad de un
Comité Ciudadano o Patronato con la participación de gente
responsable.
Sólo de
ese modo éste y otros eventos contribuirán a promocionar Guaymas-San Carlos como
destino turístico, a dinamizar la derrama económica y a ser puntal de orgullo
para los guaymenses.
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