Juan Pablo Becerra Acosta
MILENIO Televisión transmitió el martes pasado un video donde se evidencia
que, durante el desalojo de estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Guerrero,
ocurrido en Chilpancingo el 12 de diciembre de 2011, hubo muchos disparos
constantes, y no pocos aislados, como se pensó en un principio. En las imágenes,
que tienen una duración de ocho minutos, se contabilizaron… ¡300 detonaciones de
armas de alto poder! Además, se identificaron otros… ¡200 disparos!... con
pistolas o rifles de calibres menores.
El saldo del enfrentamiento entre los normalistas y elementos policiales
(federales y estatales) fue de tres muertos: dos estudiantes (Jorge Alexis
Herrera Pino, de 22 años, y Gabriel Echeverría de Jesús, de 20 años), caídos por
balazos, y Gonzalo Miguel Rivas Cámara, de 48 años, experto en sistemas de
cómputo de la gasolinera Eva y del Diario de Guerrero, quien falleció a
consecuencias de las quemaduras internas y externas que sufrió cuando intentó
apagar el incendio que dos imprudentes jóvenes provocaron en una bomba de
gasolina.
Hay gran expectativa por las pesquisas que realiza la Comisión Nacional de
los Derechos Humanos. Se trata, sí, de saber quién mató a esos estudiantes: de
qué calibre eran las armas, de dónde provinieron los disparos. Se trata de
saber, sí, quiénes son los vándalos que le prendieron fuego a una bomba de
gasolina y causaron la muerte del llamado “héroe de la gasolinera”. Se espera
que, al pesquisar profundamente, la CNDH dé respuesta a eso.
Pero, gracias al nuevo video, hay más cosas que es fundamental que la CNDH no
omita:
¿quién disparó 300 veces durante ocho minutos con rifles de asalto?
¿Policías federales? ¿Estales? ¿Eran tiros al aire disuasivos, aunque los
efectivos no deberían ir armados a las manifestaciones? ¿O rafagueaban a herir,
a matar, y en este caso gracias a Dios, tienen pésima puntería?
Y, ¿quién
disparó 200 veces con escuadras, con revólveres o con rifles de bajo calibre?
¿Policías municipales con sus pistolas, quienes también, qué bueno, tuvieron
mala puntería, o percutieron de forma disuasiva? ¿O jóvenes radicales entre los
estudiantes que devinieron en ayotzinapos y dispararon primero (igual,
con pésima puntería) para provocar una reacción desmedida de las fuerzas
policiales?
“¡Qué pinche balacera!”, se escucha decir a alguien mientras graba el video.
Cuando fui a reportear al lugar todos los testimonios fueron en ese sentido: que
la balacera no duró menos de 20 minutos y no pasó de media hora. Ahí está el
video como prueba.
Ojalá que la CNDH no eluda esto. Que no evada e informe quiénes y por qué,
durante tantos minutos, hicieron cientos de disparos…
twitter.com/@jpbecerraacosta