Alfonso Durazo Montaño, uno
de los hombres más cercanos al candidato presidencial Andrés Manuel López
Obrador y presentado como el “próximo secretario de Seguridad Pública Federal”,
compró una propiedad de lujo con vista al mar a Amado Carrillo Barragán, hijo
del difunto narcotraficante Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos.
Dicho inmueble, ubicado en
Bahía de Kino, Sonora, fue adquirido en febrero de 2012 a través de la
‘Inmobiliaria Alta Sierra’, de la cual Durazo Montaño se ostentó como administrador
único y director general de la empresa, de acuerdo a El Financiero.
Según la escritura pública
5904, cuya copia posee El Financiero, Durazo Montaño, quien sería responsable
de la seguridad pública en el país en caso de que López Obrador gane la Presidencia,
pagó 2 millones de pesos por la propiedad.
El inmueble es un lote de
terreno urbano, con una construcción, que se localiza en una zona de lujo, en
avenida Mar de Cortés, del Fraccionamiento Bahía de Kino, municipio de
Hermosillo, Sonora.
Según los documentos, el
predio tiene una superficie de 350 metros cuadrados y se encuentra debidamente
registrado ante las autoridades, con clave catastral 360022090002 y registro
público de la propiedad 203865.
La propiedad está en las
costas de Sonora, en la zona de Bahía de Kino. Tiene vista al mar, de acuerdo
con la descripción de un avalúo realizado por el arquitecto Juan Gerardo Rojas
Chang.
En dicho avalúo, que sirvió
para la compra-venta del inmueble, se advierte que al momento de la compra
tenía una antigüedad de 18 años y está localizada en una vialidad principal y
cuenta con todos los servicios.
La propiedad tiene azulejos
en muros de baños, losetas cerámicas, puertas de madera, acabados en aluminio y
chapas de seguridad.
Registros oficiales revelan
que la compra-venta de la propiedad se formalizó en la Notaría Pública número 4
de la ciudad de Hermosillo, cuyo titular, Miguel Ángel Murillo Aispuro, dio por
cubiertos todos los requisitos presentados.
De acuerdo con lo declarado
por el propio Carrillo Barragán, el inmueble lo adquirió a través de su padre,
Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos, y su madre Sonia Barragán
Pérez, cuando él aún era menor de edad.
La escritura de aquella
transacción data de noviembre de 1988, según consta en los documentos que el
mismo Carrillo Barragán presentó para finiquitar la transacción inmobiliaria.
En la transacción Carrillo
Barragán, originario de Guadalajara, Jalisco, y actualmente de 32 años, y quien
dijo ser comerciante, estuvo asesorado en todo momento por Gabriel Mendoza
Gutiérrez, su apoderado y representante legal para pleitos y cobranzas.
Para ello presentó un poder
público otorgado por Carrillo Barragán y firmado el 1 de febrero de 2012, ante
el notario público número 43, Antonio Jaime Reynoso, de la ciudad de
Guadalajara, Jalisco.
La empresa de Durazo,
‘Inmobiliaria Alta Sierra’, no se creó exprofeso para esta transacción, sino
que se había fundado desde 1994.
Entonces los accionistas eran
Pablo Humberto Durazo Montaño, Luis Carlos Valencia Samaniego, María Gabriela
Chávez Murillo, Juventino Romero Buelna y María Irene Chávez Murillo. Aunque en
el acta constitutiva no aparece con acciones de la empresa, en asamblea general
ordinaria de accionistas, celebrada el 6 de octubre de 2004, se designó a
Durazo Montaño como administrador único y director general.
Dicho nombramiento quedó
registrado ante el notario público 57, Jesús Manuel Ortiz, en Culiacán,
Sinaloa. Ya como titular de la empresa, Durazo Montaño formalizó la adquisición
al hijo del Señor de los Cielos.
Alfonso Durazo fue contactado
telefónicamente ayer por El Financiero para hablar sobre el tema, pero no
aceptó la entrevista porque “voy entrando a un compromiso”, adujo.
Durazo forma parte del equipo
de Andrés Manuel López Obrador, quien en enero pasado anunció su inclusión en
su gabinete en materia de seguridad, en caso de ganar la Presidencia.
Nació el 11 de julio de 1954
en Bavispe, Sonora, y con dos licenciaturas, una en Derecho por la Universidad
Autónoma Metropolitana (UAM) y otra en Ingeniería Civil por la UNAM.
Años atrás, en 2003, el
suegro de Durazo, Jorge Julián Chávez Castro, fue ejecutado en la ciudad de
Culiacán, Sinaloa, donde fue coordinador General del Consejo de Seguridad
Pública, y ex procurador de Justicia del estado.
En tanto, Amado Carrillo
Fuentes, El Señor de los Cielos, es sobrino de Ernesto Fonseca Carrillo, Don
Neto, fundador del Cártel de Guadalajara y uno de los pioneros del narcotráfico
en México.
En la década de los 90, El
Señor de los Cielos, al frente del Cártel de Juárez, se posicionó gracias a su
habilidad para el trasiego de droga por la vía área y se le identificó como
socio del colombiano Pablo Escobar.
Cuando estaba en lo alto de
su carrera delictiva, el 4 de julio de 1997, hace ya más de 20 años, se anunció
de manera sorpresiva su muerte, la cual ocurrió en un hospital de la Ciudad de
México donde se sometía a una cirugía plástica para modificar su fisonomía.
Sobre su hijo Amado se tuvo
noticias en agosto de 2015, cuando, gracias al amparo 637/2015 que promovió en
un juzgado de la Ciudad de México, se supo de la posible intención de la PGR de
detener al heredero del Señor de Los Cielos.
Durazo Montaño, quien será el
secretario de Seguridad Pública Federal en caso de que Andrés Manuel López
Obrador gane la Presidencia, negó este viernes que haya comprado dicha
propiedad.
“Fue una operación de buena
lid, con dinero de procedencia lícita y realizada ante notario. La operación no
se realizó con ningún Amado Carrillo Barragán. La operación se realizó con
Gabriel Mendoza Gutiérrez, quien presentó un documento notariado con poder
sobre el inmueble en función, y un servidor, en calidad de comprador único”,
explicó en entrevista para Grupo Fórmula.
También mencionó que la
compra de la propiedad se realizó a través de un pago con un cheque de caja por
2 millones de pesos, el cual fue a nombre de Mendoza Gutiérrez.
Durazo precisó que la
adquisición la hizo como representante de una empresa inmobiliaria en la que él
forma parte y dijo que, en caso de que el inmueble tuviese alguna
irregularidad, las autoridades deberían investigarla.
“No es responsabilidad de un
comprador averiguar los antecedentes de un vendedor (…) En buen plan, no me
corresponde a mí como ciudadano averiguarlo. Si hubiese alguna irregularidad en
la posesión de ese inmueble debería proceder el Gobierno para confiscarlo o
aplicar la extinción de dominio para que no esté en manos de quien los tiene en
posesión. Cuando estuvo el inmueble a la venta, y cuando el notario hizo la
evaluación, no hubo impedimento para realizar la operación”, explicó.
(RIODOCE/ REDACCION/ 20 ABRIL, 2018)
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