En Guerrero Negro
Tras varios
kilómetros de viaje, ocurre el milagro visual, y una a una de estas
maravillosas creaturas de la naturaleza va haciendo su súbita aparición, cual
si fuera una pasarela: En efecto, aparece ante nosotros la majestuosa ballena
gris, en todo su esplendor.
Guerrero Negro, Baja
California Sur.- Inicia la aventura. El pequeño bote de apenas 5 metros de
eslora se interna mar adentro en las tibias e inquietas aguas del Océano
Pacífico con tres tripulantes a bordo, entre ellos un extranjero, todos ávidos
de ver por primera vez a la legendaria ballena gris en su hábitat natural.
La pequeña nave se
introduce con prisa en las salinas aguas de Laguna Ojo de Liebre, unos 35
kilómetros al Poniente del poblado Guerrero Negro en el municipio de Mulegé,
dentro de la Reserva de la Biósfera del Vizcaíno, declarada en 1988 la segunda
área natural protegida más grande del país con una extensión que ronda las 2.5
millones de hectáreas.
La pequeña barcaza
bordea con éxito los límites de la laguna marítima, donde se observan
imponentes, cual si fueran dibujos a mano, las grisáceas dunas de arena que
delimitan caprichosamente el área de visita.
La expectación entre
los pasajeros de la lancha va en aumento conforme avanzan los minutos y el bote
adquiere mayor velocidad; nadie imagina lo que está por venir en los siguientes
instantes, sólo lo sospechamos al ver la tibieza de las aguas inmutables, que
albergan una de las maravillas naturales más impactantes del paisaje marino.
Tras varios
kilómetros de viaje, ocurre el milagro visual, y una a una de estas
maravillosas creaturas de la naturaleza va haciendo su súbita aparición, cual
si fuera una pasarela: En efecto, aparece ante nosotros la majestuosa ballena
gris, en todo su esplendor.
Como si anduviéramos
en un safari, como en este caso, debido a la abundancia de estas especies,
nuestra cabeza tiene que girar 360 grados para observar con rapidez una a una
las ballenas que van saliendo a la superficie para respirar y luego sumergirse
con prontitud, luego de expeler chorros de agua.
Para Celerino
Montes, Subdirector de la Reserva de la Biósfera de El Vizcaíno de la Comisión
Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), las costas de la Península de
Baja California Sur, en este caso la Laguna Ojo de Liebre, Laguna San Ignacio y
Bahía Magdalena en menor medida, son los únicos lugares en el mundo donde esta
especie se reproduce y por ello es muy importante la conservación de esas áreas
por parte de esa dependencia, cuya labor está a cargo de 22 personas.
Señala que ambas
lagunas tienen designación de Patrimonio Mundial por la Unesco, y son
calificadas como el santuario de la ballena gris en todo el planeta, por lo que
es un compromiso que tiene México ante la comunidad internacional, que lo
obliga a tener un manejo adecuado y sustentable de ellas.
“Antes venían cazadores de todo el mundo a
matar la ballena gris y estuvo a punto de extinguirse. México la salvó de la
extinción y desde 1936 se comienza a promover su conservación a nivel
internacional”, apunta el funcionario ambiental, “después con todo este
historial se decretó en 1988 como sitio de conservación de la ballena gris a
las dos lagunas”.
Cada año arriban a
Ojo de Liebre y San Ignacio, en Baja California Sur, entre 20 y 25 mil
individuos de ballena gris. Dicha especie llega en diciembre y permanece en
México tres meses para reproducirse y aparearse luego de viajar tres meses,
para después emprender su viaje de regreso a los mares árticos de Bering y
Chukchi en abril, que dura otros tres meses, para permanecer allá tres meses
más alimentándose y así sucesivamente, agrega. Esta especie recorre poco más de
20 mil kilómetros en total cada año para cumplir su ciclo reproductivo.
Un dato interesante
aportado por el representante de la Conanp es que todas las ballenas grises del
mundo son mexicanas, pues en las Costas de la Península de Baja California Sur
es donde nacen y aparean, se van preñadas con sus crías a alimentarse a aguas
más frías y vuelven a México a parirlas.
“Aquí hay
condiciones muy buenas para la reproducción de este mamífero, pues la
temperatura es cálida, muy agradable, y la salinidad es muy alta, lo cual
propicia que la ballena tenga mayor flotabilidad y que los ballenatos aprendan
a nadar más fácilmente”, expresa el experto.
Celerino Montes,
comenta que Baja California Sur es sin
duda el cunero de la ballena gris a nivel mundial. Cada ejemplar adulto llega a
medir hasta 18 metros de largo alcanzar un peso de hasta 35 toneladas, mientras
que un ballenato puede medir de cuatro a cinco metros de longitud y pesar de
500 a 700 kilogramos.
En la actualidad la
ballena gris está protegida en todo el orbe, pues ya ni los japoneses las pueden
tocar o cazar, sostiene, en la temporada actual ya llegaron más de mil ballenas
adultas y 400 ballenatos tan solo a Laguna Ojo de Liebre. En 2011 que se tuvo
el récord de 2 mil 721 ejemplares en Ojo de Liebre y el año pasado ocurrió en
San Ignacio con 392 ballenas.
“Este año tuvimos un
evento raro, nacieron unos siameses, dos cuerpos completos unidos por la parte
ventral. Nos dijo una científica que es la primera vez que logran nacer unas
siameses; los gemelos son muy raros y los siameses pues con mayor razón”,
señala.
Es tan importante el
espectáculo que brinda la ballena gris, que de ella depende toda una industria
turística que da vida a la región de Guerrero Negro, puntualiza, pues es una
importante fuente de ingresos que ha llegado a generar hasta 3 millones de
dólares en un solo año.
(DOSSIER
POLITICO/ Claudio Tiznado / 2014-01-26)
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