Desde su clandestinidad, choferes de taxis exigen al Gobierno permisos y que cese la persecución
—Sí es verdad: somos taxistas piratas. Pero si alguien tiene pruebas de que la mayoría somos delincuentes o punteros,
está obligado a demostrarlo y no solo a exhibirlo públicamente —aclara
Flavio Rolando Ibarra Hernández, dirigente de choferes del transporte
urbano que encabeza un movimiento de taxistas piratas en Culiacán en busca de concesiones.
La publicación en la edición 554 de Ríodoce, donde un inspector de Vialidad y Transportes revela que la mayor parte de los taxistas piratas son punteros
que sirven al narco para monitorear los movimientos del Ejército
Mexicano y de la Policía Federal, sumado a que dirigentes de taxistas
los acusan de ser delincuentes, provocó el enojo de los choferes que
trabajan en la ilegalidad y terminaron manifestándose en las oficinas de
la Dirección de Vialidad y Transportes ubicadas en la USE.
Pero fueron las declaraciones de un grupo de secretarios generales y
presidentes de alianzas las que irritaron a esa parte del gremio de
choferes por lo que, con pancartas en mano, negaron ser delincuentes y
además exigieron al Gobierno el apoyo ofrecido en campaña para trabajar
conforme a derecho.
Advirtieron que las difamaciones de que son objeto por parte de los taxistas formales
podrían llevarlos a interponer una demanda de tipo penal, por lo que le
piden a los dirigentes de organizaciones que declararon que en sus
filas había muchos que se dedican a delinquir, que denuncien ante el
Ministerio Público.
“Queremos trabajo derecho”; “Operativo en contra de concesionarios;
no trabajan sus permisos, los rentan”; “Gobernador: necesitamos su apoyo
de campaña, no tráfico de influencias. Basta ya”; “Difamar es un delito
grave Silverio Torres, le pedimos que si sabe algo en contra de un
chofer de nuestra agrupación lo denuncie a las autoridades”, fueron
algunas de las consignas impresas a mano en cartulinas y exhibidas
durante la manifestación.
De esta manera los choferes que se sienten dañados en su moral y
atacados en su derecho al trabajo al negárseles durante años una
concesión, se declaran en pie de guerra y advierten que irán al fondo de
las cosas… hasta conseguir permisos legales.
A la brava
Flavio Rolando Ibarra Hernández, quien encabeza un grupo de 605 taxistas piratas en la capital del estado, accede a contar su versión de los hechos y dice a Ríodoce que sí es verdad que son piratas, pero niega que sean delincuentes.
—Están mal. Hablan nomás por hablar. Estos señores están ardidos
porque ya los choferes no quieren trabajar con ellos ya que les cobran
una renta muy elevada de 300 a 400 pesos; ellos van a decir todo lo
contrario en contra de nosotros, van a decir que somos delincuentes,
asaltantes, violadores, todo lo malo, para difamar y que la gente crea
que somos eso. Pienso que la gente que anda con nosotros es gente
trabajadora, honesta, que está luchando para llevar el sustento a su
familia.
—¿Por qué el inspector de Vialidad dice que la mayoría de ustedes son punteros?
—Pues, no sé, pero hay inspectores que tienen permisos en algunas
alianzas, lo han de haber convencido en las reuniones y le han de haber
dicho que dijera eso. Porque si el inspector tiene pruebas que lo
demuestre.
—Como taxista que te das cuenta de todo, ¿hay o no hay punteros?
—Mira, sí. Ahí la autoridad tiene que investigar bien. Yo no te puedo decir que yo sepa porque nunca he visto algún puntero
o que anden tirando droga. Se puede prestar en los carros que se
rentan: 300 pesos le das al patrón y cargas el carro las 24 horas, como
si fuera tuyo; puedes hacer con él lo que te dé la gana. Al patrón no le
importa lo que hagas y a veces sí hay quienes roban porque no les
alcanza para pagar la renta. Eso es.
—Niegas entonces que sean punteros…
—Pues sí, nosotros no somos punteros y podemos demandar por
difamación a quienes nos señalan sin pruebas. Incluso pusieron una lista
donde exhiben a algunos choferes. Estamos valorando poner una denuncia
en contra de estas gentes que hicieron esas declaraciones.
Piratas a fuerzas
De acuerdo con Ibarra Hernández, el número de taxis piratas
integrado a la agrupación que encabeza es de 605 y estima que no es real
el número de más de mil que aseguran los concesionarios.
Se queja de que la gran mayoría tiene que trabajar cuidándose de los
inspectores de Vialidad, quienes los detienen, se llevan el vehículo al
corralón, les despintan la cromática y encima les cobran una multa por
mil 200 pesos.
“La mayoría de los choferes que trabajan por su cuenta, piratas,
como nos llaman, son antiguos trabajadores de los concesionarios que se
hartaron de estar manteniendo al patrón y a sus familias, pero además,
no se nos hace justo que cuando la autoridad entrega concesiones, los
dirigentes se las reparten entre ellos, sus hijos, sus esposas o
simplemente las venden o las rentan y le niegan el derecho de la
concesión a los trabajadores”, señala.
Aseguran que son los concesionarios quienes venden hasta en 300 mil
pesos los permisos que se reparten entre ellos cuando son liberados, y
en el peor de los casos obtienen 150 mil pesos.
“Es un gran negocio que hacen ellos, pero quieren hacerlo todo el
tiempo; tienen toda la vida haciendo ese negocio y ahora el Gobierno les
puso un alto de no darles permisos. Y en cambio es mentira que a
nosotros nos hayan dado licencia para delinquir”, dijo.
—¿Pero por qué si no tienen permiso están trabajando?
—Por la necesidad, y porque ya no les queremos pagar a ellos los 300 o
400 pesos de renta. ¿Cómo voy a trabajar para mantener a otra persona y
a mi familia hay veces que no alcanza para darles sustento? Son 300
pesos de gasolina y 300 de renta, tienes que sacar mil pesos, acostarte
hasta las tres de la mañana y levantarte a las 6 de la mañana para
trabajar todo el día para sacar esa cantidad. No está muy bueno el
negocio para andar el chofer sosteniendo a la familia de ellos y eso es
lo que les duele. Ahora, lo que hicieron los choferes: compraron su
carrito, hicimos la organización, estamos bien con la ley, estamos bien
actualizados en todo y no somos delincuentes.
—¿Pero cómo funciona eso?, ¿si no hay permiso cómo es que pueden trabajar?
—Pues… nos la estamos jugando. Y todo lo soportamos, multas,
corralón, etcétera, para que la autoridad nos dé chanza de trabajar,
porque en la Ley del Trabajo y en la Constitución dice que nosotros
tenemos derecho de trabajar, pero no tenemos esa facilidad de tener un
permiso que da la autoridad.
—¿Cuál es el acuerdo que se alcanzó con Gobierno del Estado para que los dejaran trabajar?
—No hay permiso, si nos agarran nos llevan. Tú tienes que andarte
escondiendo de los inspectores para que no te detengan. Si te aprehenden
tenemos que pagar. Nosotros andamos a la brava, escondiéndonos, es la
verdad, pero estamos organizados porque estamos en la búsqueda de una
solución.
Los antiguos choferes de los concesionarios, hoy metidos a las filas de los taxistas piratas
por la necesidad de trabajar, dicen tener siete años luchando por una
concesión y reniegan de que si a ellos les dan una, los dirigentes de
las agrupaciones formales reclaman cien para ellos y no para favorecer a
los trabajadores del volante, sino para ellos hacer negocio.
“En Vialidad muchos de ellos no metieron ninguna solicitud y les
dieron permisos, así nomás, y no debe ser… fue el gobierno que había
antes, el de Aguilar Padilla, aunque en todos les han dado, y es porque
hay mano negra en Transportes, o había con ellos y por eso obtenían
fácilmente los permisos. Hay muchas irregularidades, tengo lista de
permisos que se han traído de otras partes, de Quilá, Costa Rica,
Eldorado. Son permisos que estaban allá, pero cuando murieron los
concesionarios, estos amigos aprovecharon para irles a decir a las
viudas que debían mucho dinero en Vialidad y ellos les solucionaron el
problema dándoles 2 mil o 3 mil pesos pero les quitaban los permisos y
los vendían aquí en Culiacán en 100 mil pesos”, denuncia Flavio Ibarra.
El mismo dirigente de choferes señala que todos, no solo los piratas, andan mal, ya que la mayoría de las concesiones viejas ya vencieron y no han sido revalidadas y así operan.
Esas duran 25 años y ya muchas caducaron, están vencidas y la autoridad debe investigar cuántas y cuáles son.
“Las autoridades pasadas estaban coludidas y ahorita las autoridades
nuevas no les han dado nada, no han hecho nada y por eso están ardidos,
porque no han podido negociar con ellos”, precisa.
Para el líder de los taxistas piratas urge que el Gobierno del
Estado siente a todas las partes para dialogar y que tome medidas, pero
sobre todo que le entregue permisos a los auténticos choferes, los que
por ley tienen derecho, y no a los que por muchos años tienen el
monopolio de las concesiones.
Aclarando malentendidos
“Nosotros nunca hemos dicho que ellos sean punteros. Eso es
peligroso. Si ya de por sí hacer declaraciones con relación a la
corrupción que se da es peligroso… imagínate si le agregamos esos malos
entendidos. Yo nunca he dicho que son delincuentes, lo que digo y
sostengo es que están haciendo el negocio de su vida con el conocimiento
de la autoridad competente”.
—Silverio Torres Pérez. Secretario general de Trabajadores del Volante del Municipio de Culiacán.
CIFRA:
605
Taxistas piratas están a la espera de que el Gobierno del Estado les otorgue una concesión para trabajar derecho en Culiacán.
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