Los de Baja
California son de los diputados locales mejor pagados del país. Solo por encima
están los legisladores de Guanajuato y Sinaloa (todos de gobiernos de
extracción panista).
Cada “honorable”
integrante del Congreso de Baja California devenga un sueldo de 111 mil 872
pesos mensuales. En Guanajuato y Sinaloa, 138 mil y 132 mil pesos,
respectivamente.
El diputado
bajacaliforniano al año cobrará de pura dieta un millón 342 mil pesos. Por los
tres años que dura su periodo legislativo, terminará por cobrar 4 millones 27
mil 392 pesos. Más de 100 millones de pesos para los 25 acomodados.
Los números arriba
mencionados son únicamente del salario del legislador, sin contemplar lo que se
le proporciona para gasolina, viáticos, vuelos, comidas, apoyos, presupuesto
para que instalen un módulo de atención, entre otros gastos.
EVASIVOS,
LOS NUEVOS
En campaña, algunos
candidatos panistas aseguraron que de llegar al Congreso se bajarían los
sueldos, e incluso, era un acuerdo entre la alianza que formaron. Un ejemplo
fue Mario Osuna, diputado electo del Distrito 10 en Tijuana. Otros, como
Rosalba López Regalado, evadieron la pregunta en las entrevistas, so pretexto
que llegarían a “revisar” el presupuesto, el mismo que su candidato a
gobernador calificó de alto y opaco.
Pero lo que antes
parecía un acto seguro de reducir sueldo y presupuesto, hoy parece un argumento
endeble. Gustavo Sánchez fue elegido como coordinador de la fracción panista para
la siguiente Legislatura que tomará posición el martes 1 de octubre.
El panista se
declara contra el duplicado presupuesto del Congreso, del cual ahora formará
parte, pero eso sí, justifica, “será un tema a discutir” en las próximas
semanas: “Hay que llevarlo a la mesa de los 25 diputados, estamos obligados a
revisar lo que sí se ocupa y lo que no”.
— ¿Entonces admite
que hay gastos innecesarios?, pregunta el reportero para disipar dudas.
“Yo no tengo duda de
que si se dobló al 100 por ciento, es susceptible a revisar”.
— ¿Y su sueldo?
“Por mucho cubre la
expectativa de sueldo, pero en lo personal, dije que hay que revisarlo. Mis
compañeros del PAN también comparten mi opinión”.
Por su lado, René
Mendívil, coordinador de los priistas, evita entrar en el tema: “La Legislatura
aún está por instalarse, hay tema que por el calendario son los primeros”, y el
del presupuesto no está contemplado.
Bajo la misma
premisa, alega: “Se tendrá que revisar una vez que también sea remitido por
parte del Ejecutivo el presupuesto, y hacer una
revisión integral. No debe focalizarse el esfuerzo en un Poder, debe
haber una revisión plena, responsable de los tres Poderes del Estado”.
NOMINITA
Continuando con las bondades del actual
presupuesto legislativo, cada legislador debe tener un equipo de asesores,
secretarios, asistentes. Para ello hay una bolsa económica.
Por ejemplo, un
“secretario técnico” con sueldo de 50 mil pesos. Otro secretario por encima de
los 32 mil pesos, un asistente particular, dos secretarias de base, 50 mil
pesos mensuales para asesores, y otros 65 mil pesos en honorarios para que, de
manera discrecional, el diputado los aplique según el número de colaboradores.
Eso sin contar otra
cifra que podría llegar hasta los 109 mil pesos mensuales para el personal y la
operatividad de un módulo de atención ciudadana.
Además, dependiendo
de las “gestiones” que realice cada grupo parlamentario mediante su coordinador
de fracción, pueden acrecentar el monto para asesores y más personal.
PARA LOS
VECINOS NECESITADOS
Y claro, no podía faltar presupuesto para una
oficina fuera del Congreso. Para el llamado “módulo de atención”, el
presupuesto alcanza para, a cada uno, proveerlo de 109 mil pesos.
Sin la necesidad de
comprobarlos, cada diputado cobra esa candidata mensualmente. En teoría, ese
recurso (no comprobable) se debe
destinar a contratación de personal en el módulo y pagar la operación
del mismo: renta, teléfono y otros servicios.
Es tanto el
presupuesto para un “modulo” de atención ciudadana, que el diputado Víctor Hugo
Navarro es el único que mantiene dos en el mismo distrito de Mexicali. Y es tan
poco (podría pensarse) que Juan Vargas, diputado del Distrito 7 -Tecate-,
reporta como su “módulo de atención” la oficina ubicada en la Zona Centro donde
tiene su despacho contable privado desde hace años.
En sí, son más de 27
mil pesos semanales para, exclusivamente, instalar su oficinita lejos del
Palacio Legislativo. Solo para eso, porque para repartir y “ayudar” a sus
representados, el Congreso tiene destinado un monto aún mayor: 6.8 millones de
pesos para cada legislador.
DIPUTADOS
CARITATIVOS
Una de las partidas que crecieron considerablemente
durante la actual legislatura, es la de “apoyos”, que tiene la finalidad que
los diputados ejecuten obra y repartan dádivas entre sus representados.
En 2011 (primer año de la xx legislatura), el monto
total para “apoyos” fue de 81 millones 350 mil pesos, dividido ente los 25
integrantes, algo así como 3 millones 254 mil pesos al año para cada uno.
En 2013, la cifra se elevó a 171 millones 450 mil
pesos; es decir, 6 millones 858 mil pesos por cabeza. Entre “apoyos a
instituciones”, “módulo”, “comisiones” y gestión social”. Esta última, la que
sufrió mayor incremento.
Si en 2011 el monto para “apoyos a gestión social” era
de 9 millones 900 mil pesos, en 2012 fue de 89 millones 900 mil pesos, nueve
veces más. y este año, de 75 millones de pesos.
Administrados mensualmente, a cada diputado se le
proporcionan 250 mil pesos para ejecutar “obras” y “programas sociales”,
repartir despensas, útiles, cobijas o cualquier otro obsequio. En 2011, para
este concepto solo se destinaban 33 mil pesos.
OTRAS
La misma nómina del congreso creció desproporcionalmente.
Tan solo un par de años, de 2011 a 2013, lo presupuestado para “servicios
personales”, que incluye los sueldos y prestaciones del personal, se duplicó.
En 2011 se gastaban en sueldos 216 millones 500 mil
pesos; en 2012, 268 millones 229 mil; y en 2013, 408 millones 440 mil pesos
para nómina.
Otro ejemplo, es el “servicio de difusión” el cual se
destina para pagar publicidad en los medios de comunicación. De 10 millones 336
mil pesos en 2012, pasó a 26 millones 717 mil pesos en 2013.
Falta mencionar los “viáticos” de los diputados que se
utilizan para trasladarse en el estado o en el país, rentar vehículos,
transportarse a sus distritos, comidas, hospedarse en los mejores hoteles. Para
eso se dispone de 18 millones 470 mil 618 pesos al año.
Para rodearse de secretarias, colaboradores, viajes,
publicidad y miles de pesos, nada mejor que convertirse en un diputado de baja
california, el oficio millonario.
(SEMANARIO ZETA/
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