Luz del
Carmen Sosa / El Diario
Obligado a abandonar Veracruz, su estado natal, por razones de estricta
seguridad personal, el fotoperiodista Félix Márquez habla a El Diario de las
amenazas de arresto que sufrió por parte del secretario de Seguridad Pública
Estatal, Arturo Bermúdez Zurita, tras documentar la presencia de grupos de
autodefensa en ese estado.
“El único que debería estar detenido es el que les fue a tomar las fotos y
les paga a los ciudadanos para que rayen, pongan cosas, y eso lo están haciendo
en diferentes partes de la República, lo que puedo decir es que la seguridad no
gana en época electoral”, declaró el funcionario ante medios de comunicación de
aquel puerto.
La declaración impactó a periodistas de todo el estado. Provenían del
responsable de la seguridad pública por lo que el miedo de ser aprehendido o
incluso, ser asesinado, obligó al fotógrafo de la revista Cuartoscuro, a
abandonar su hogar para ponerse a salvo.
Hoy se encuentra en el Distrito Federal y las organizaciones de defensa de
la libertad de expresión, como Artículo 19, Periodistas de a Pie y Cencos,
preparan la estrategia legal y de seguridad para proteger a un hombre de 24
años que sólo cumplió con su trabajo: informar.
La movilización de fotoperiodistas en Veracruz, exigiendo respeto a la
libertad de expresión, de inmediato se extendió en todo México y otros países,
un acto que impresionó al propio fotógrafo, ante una solidaridad que
desconocía.
Desde el sitio en el que se encuentra resguardado, Félix agradeció las
muestras de apoyo recibidas y urgió al gremio en general a cerrar filas para
evitar el silencio de los medios de comunicación a cambio de los contratos de
publicidad que está ofreciendo el Estado mexicano. La amenaza del silencio
forzado ronda en todos los estados.
La historia
En Veracruz, tres periodistas Rodrigo Soberanes, Ángel Ramos y Félix
Márquez, trabajaron varias semanas en documentar el surgimiento de policías
comunitarias como una estrategia de seguridad adoptada por los pobladores.
Como ocurre en Ciudad Juárez, los periodistas optaron por trabajar en
conjunto y perder la exclusividad para hacer pública la información. Ya habían
obtenido los testimonios suficientes para mostrar cómo operaba el grupo de
ciudadanos preocupados por su seguridad. Faltaban las fotografías.
“Pensábamos que (el Gobierno del Estado)
no iba a desmentir la información con fotos… fuimos muy ingenuos”, dice
Félix, entrevistado vía telefónica.
A continuación se transcribe parte del reportaje del periodista Ángel Ramos
Trujillo publicó. El texto, que puede ser consultado en el portal
revistaera.com, dice: “No supieron de dónde sacaron tanta fuerza, tal vez fue
la necesidad de defenderse”.
Describe las reacciones espontáneas de ciudadanos armados de valor, hartos
de la ineficacia de las corporaciones policiacas y el alza de hechos violentos,
casi todos en la impunidad, hechos que los tres periodistas documentaron tras
varias semanas de trabajo de investigación.
“Armados con palos, hachas, machetes y rifles conejeros, la multitud hizo
la detención de los cuatro hombres que tripulaban el auto, quienes no tuvieron
oportunidad de explicar qué hacían en tan remota comunidad”, narra Ángel en el
texto en el que describe una de las intervenciones de este grupo de autodefensa
del pueblo extendido en las laderas de la zona montañosa del municipio de
Acultzingo, en los límites de Puebla y Veracruz.
La ausencia de autoridades federales
y la falta de confianza a las policías y ministerios públicos locales llevaron
a los pobladores de Coxolitla de Arriba y de otras comunidades de la zona
centro del estado veracruzano a intentar tomar justicia con sus propias manos,
describe.
“Tenemos que defendernos, no nos queda de otra, ya estamos aquí listos para
actuar en cuanto suceda cualquier cosa, hay que defender lo poquito que tenemos
pues la autoridad aquí no existe”, dice al reportero uno de los integrantes del
Consejo de Vigilancia Rural de ese poblado.
Aunque el Gobierno de Veracruz ha negado la existencia de grupos de
autodefensa en las comunidades indígenas del centro del estado, tal como
sucedió en Guerrero, Michoacán y Oaxaca, hechos recientes, como el de Coxolitla
de Arriba, manifiestan que los habitantes de esas zonas están dispuestos a
tomar la justicia por sus propias manos, continúa el texto de Ángel.
Pero la información fue refutada por Gobierno del Estado y la declaración
del secretario de Seguridad Pública molestó a Félix que expresó su enojo a
través de su página en Facebook.
“Me molesté mucho porque estaba desacreditando todo el trabajo. Puse en mi
Facebbok que rechazaba las declaraciones del secretario Gerardo Uganza y se
hizo un escándalo en Veracruz, yo pensé que no había pasado a mayores más que
la descalificación, pero al otro día había una reunión con el secretario de
seguridad y cámaras empresariales lo entrevistan sobre las personas armadas y
responde que el único que debe ser detenido es el fotógrafo.
“Era el secretario de Seguridad Pública, no era cualquier persona y
entonces me entero que intentaron hackear la página de Cuartoscuro y el ataque
provenía de Veracruz”, agrega.
Para entonces, en varios estados ya era noticia el hostigamiento hacia
Félix y las organizaciones de protección a periodistas tomaron cartas en el
asunto. Lo sacaron del estado.
“Yo no fui exiliado, vine sólo para arreglar cuestiones jurídicas y ver
cómo se iba a proceder, no quiero estar escondido y aquí me puse a trabajar”,
explica.
Y al igual que ocurre en otros estados, el fotoperiodista expone que en
Veracruz no existen las más mínimas garantías para ejercer el periodismo. No
existen las condiciones de seguridad ni garantías para la libertad de
expresión, lo que pasó conmigo es una falla de ellos porque no supieron cómo
callar a un medio nacional, como lo hacen con los locales”, aseveró.
(EL DIARIO DE JUAREZ/ Luz
del Carmen Sosa| 2013-03-19 | 01:43)
No hay comentarios:
Publicar un comentario