miércoles, 16 de enero de 2013

EL BLANCO TARDÍO DE ESTADOS UNIDOS



Redacción
Por una vía les proporciona armas, por la otra tira un cerco legal que en un momento dado le daría elementos para actuar. Nada hace gratuitamente el Gobierno norteamericano; es su juego, su tablero, sus piezas. Ellos deciden qué mover, cómo, cuándo. Ahora les tocó a uno de los suegros de Joaquín Guzmán Loera, Inés Coronel Aispuro, y a su principal operador en Sinaloa, Dámaso López Núñez, ser incluidos en la lista de los más buscados por las policías gringas. Una medida solo de papel… por lo pronto.

Fue la semana pasada. Estados Unidos anunció la inclusión en su lista de narcotraficantes “perseguidos” al suegro de Joaquín el Chapo Guzmán, Inés Coronel Aispuro, y de uno de sus principales operadores, Dámaso López Núñez, conocido en el mundo criminal como el Licenciado.

Con su anuncio, el Departamento del Tesoro amplió las acciones legales y de corte financiero contra Guzmán Loera y sus asociados en el cártel de Sinaloa, en las que ha incluido a muchos de sus familiares.

Según la dependencia, Dámaso López Núñez es uno de los principales lugartenientes de Guzmán Loera, responsable de la introducción del envío de toneladas de cocaína a Estados Unidos, y quien le habría ayudado a fugarse, en enero de 2001, de la hasta entonces prisión de “máxima seguridad” de Puente Grande, ubicada en Jalisco.

Por su parte, Coronel Aispuro es padre de Emma Coronel Aispuro, con quien el capo habría contraído nupcias en julio de 2008, según publicó la revista Proceso en noviembre del mismo año.

La presunta boda fue negada por Ismael Zambada García durante la entrevista que el director fundador de la revista, Julio Scherer García, le hizo al capo en marzo de 2010.

En septiembre pasado, la misma dependencia anunció acciones de este tipo contra el consuegro de Guzmán Loera, identificado como Víctor Manuel Félix Félix.

El hombre fue señalado como responsable de las operaciones de narcotráfico y lavado de dinero para el cártel de Sinaloa en Guadalajara y en la Ciudad de México.

Estados Unidos tiene tiempo tirando el cerco legal… y mediático. La segunda semana de mayo de 2012, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos prohibió a sus conciudadanos realizar cualquier tipo de negocio o transacción con Iván Archivaldo Guzmán Salazar, hijo de Joaquín Guzmán, arrestado el 14 de febrero del 2005 en Zapopan, Jalisco, y liberado tres años más tarde.

Junto con él, Ovidio Guzmán López, también hijo del capo y de Griselda López Pérez, quedó en la lista, bajo la aclaración del Gobierno estadounidense de que, contrario a los rumores en varios medios de comunicación y los señalamientos de grupos enemigos del cártel de Sinaloa, la cacería contra del aparato criminal que controla el Chapo es real.

El argumento expuesto por parte de la OFAC fue el “papel significativo” que ambos hijos tienen en las actividades de narcotráfico de la organización que lidera su padre, pero hasta el viernes 11 de mayo, cuando se dio a conocer la medida, ni Ovidio ni Iván Archivaldo tenían cargos en su contra en Estados Unidos.

Junto a los hijos del Chapo Guzmán fueron boletinados Noel Salgueiro Nevárez y Ovidio Limón Sánchez, ambos detenidos por las autoridades mexicanas en el 2011.

Otro de los hijos de Guzmán Loera, Alfredo Guzmán Salazar, está acusado desde febrero de 2008 en una corte de Chicago, Illinois, de ayudar a su padre a traficar cocaína y trasladar dinero de procedencia ilícita de los Estados Unidos hacia México.

Otros cabecillas del cártel de Sinaloa fueron boletinados. El 1 de junio, el gobierno de Barack Obama incluyó en su lista negra, como individuos sujetos a sanciones de la Ley de Cabecillas Extranjeros de Narcotráfico, a Manuel Torres Félix, el Ondeado —muerto en octubre pasado—, y a Gonzalo Inzunza Inzunza, el Macho Prieto.

En septiembre de 2012, el Tesoro de Estados Unidos informó que incluyó en su “lista negra” a Griselda López Pérez, la segunda esposa del fugitivo narcotraficante mexicano Joaquín el Chapo Guzmán, por el papel que esta juega en su cártel de las drogas.

La OFAC decidió incluir a López Pérez en su lista de narcotraficantes “por su papel en las operaciones de la organización de narcotráfico” del Chapo Guzmán, y por ayudarle a este a “evadirse de la justicia”.

Las autoridades estadounidenses también señalaron que López Pérez “provee apoyo material a las actividades de narcotráfico de su esposo”, quien fue incluido en la lista en 2001 de acuerdo con una ley federal contra el narcotráfico.

Griselda López Pérez fue detenida por la PGR el 12 de mayo de 2010 en Culiacán, Sinaloa, y liberada horas después en la Ciudad de México sin ningún cargo. Se le acusaba, dijo entonces la PGR, de lavado de dinero.

“Vamos a agarrar al Chapo antes de que termine la administración de Calderón, que no les quede duda, pero mientras vamos a congelar todos los elementos que beneficien a su organización”, dijo esa vez William Sherman, agente especial de la Oficina Federal Antidrogas (DEA).

Pero Calderón se fue y el Chapo sigue libre.

Los pasos de Dámaso
En junio de 2008 tuvo lugar un hecho sin precedentes en Sinaloa. Un grupo de gatilleros emboscó a varias patrullas de la Policía Federal y dio muerte al menos a siete agentes durante una balacera que duró varias horas.

Después se supo que la casa donde se escondía un grupo de sicarios había sido utilizada como cuartel de campaña de Óscar Félix Ochoa, en su campaña por una diputación federal, y ahora es subsecretario de Agricultura en el Gobierno estatal “del cambio”. Es cuñado del narcotraficante Javier Torres Félix.

Días después de este hecho, tres de sus hermanos, Leopoldo, Mellín y Celín, fueron detenidos por el Ejército Mexicano en posesión de por lo menos 18 kilogramos de cocaína, armas y vehículos robados. Uno o dos de ellos tenían su domicilio en el Valle de San Lorenzo, de fuerte influencia del cártel de Sinaloa.

A raíz de esta triple detención, unas horas después, las fuerzas castrenses aseguraron dos propiedades de la familia López Núñez, en Eldorado, sindicatura perteneciente a Culiacán.

La Vocería del Operativo Culiacán-Navolato informó entonces que estos inmuebles estaban relacionados con el aseguramiento de una casa realizado días antes en Culiacán, donde se incautó una fuerte cantidad de dinero.

No se especificó qué casa, pero fuentes militares informaron a Ríodoce que se trataba de una propiedad asegurada por la calle Teófilo Noris, donde se aseguraron más de cinco millones de dólares, dos vehículos y documentos.

Informe confidencial
El Ejército ya tenía establecido que por lo menos los hermanos Adolfo y Dámaso López se dedican al narcotráfico, pues en 2006 ordenó una investigación a sus áreas de inteligencia, sobre todo enfocada a ellos.

Según un requerimiento del Estado Mayor de la Defensa Nacional, del 3 de junio de 2006, la Novena Zona Militar debía investigar a los hermanos López Núñez, “por estar relacionados con el crimen organizado que impera en la entidad”.

En un primer informe del Grupo de Análisis Especial (GAE) del 7 de junio de 2006, se informa que “en relación a su requerimiento número C-170-06 de fecha 03 de junio de 2006, referente a la obtención de información acerca de los hermanos Dámaso y Adolfo de apellidos López Núñez, relacionados con el crimen organizado que impera en la entidad, me permito informar a esa superioridad lo siguiente:

“Se logró saber que citado individuo fungió como jefe operativo coordinador de la zona sur de la Policía Ministerial del Estado, con sede en Mazatlán, Sin., renunciando a su cargo con fecha 09 de mayo del año 1995”.

Respecto a su hermano Adolfo, el mismo informe explica que “esta persona se desempeñó como supervisor operativo de la Policía Ministerial del Estado en la sindicatura de El Salado, municipio de Culiacán, Sinaloa, renunciando a su cargo con fecha 01 de mayo del año 1996”.

Amparo reciente
En noviembre de 2012, un juez federal concedió un amparo al presunto narcotraficante Dámaso López Núñez. De acuerdo con el sitio web de la Judicatura Federal, el juez cuarto de distrito de Culiacán otorgó a López Núñez el amparo 262/2011, luego de que el 2 de febrero de 2011 otro Juez giró orden de aprehensión en su contra por el delito de delincuencia organizada.

El 6 de noviembre pasado, el juez que lleva el caso resolvió lo siguiente: “La justicia ampara y protege a Dámaso López Núñez contra los actos y autoridades precisados en el resultando primero de esta ejecutoria”.

La orden de aprehensión girada en su contra es parte del expediente 88/2009, abierto por la PGR luego de la detención de cuatro miembros del cártel de Sinaloa en un operativo llevado a cabo en Culiacán el 21 de julio de 2009, donde fueron detenidos Sandra Gisel Acosta Quintero, viuda del extinto capo Julio César Beltrán Quintero, el Julión; César Tovar Chávez, Vanessa Selene Muriz Ortiz y Juan José Olguín Casillas.

Los tres últimos fueron detenidos en un domicilio de la colonia Las Quintas y tenían en poder equipo para intervenir llamadas telefónicas, mientras que Sandra Gisel fue capturada en la colonia Las Vegas.

La PGR informó que en esta averiguación estaba involucrado López Núñez, oriundo de la sindicatura de Eldorado, ubicada 30 kilómetros al sur de Culiacán.

Autoridades federales revelaron que también está ligado con el hallazgo de más de 5 millones de pesos en una casa de seguridad ubicada atrás de la Universidad Autónoma de Sinaloa.

Esta es la casa asegurada en junio de 2008 por la calle Teófilo Noris de Culiacán, donde encontraron poco más de 5 millones de dólares.

La narcoposada
El viernes 20 de diciembre de 2011 tuvo lugar en Eldorado, sindicatura de Culiacán, una fiesta descomunal donde tocó la banda El Recodo de don Cruz Lizárraga. El Comité de Desarrollo de Eldorado la nombró su Primera Gran Posada Navideña.

La sindicatura había expresado una y otra vez que estaba en crisis, y entonces nadie se explicaba de dónde había salido para pagar el fandango, en el que también tocarían Los Titanes de Durango.

Miguel López, representante de Derechos Humanos del Valle de San Lorenzo, fue uno de los encargados de regalar los pases, desde el mismo edificio recién inaugurado de la sindicatura.

La noticia de la fiesta, planeada para 3 mil personas, corrió a través de las redes sociales. Era gratis, había que ir. El edificio donde despacha el síndico Luis Fernando Gaxiola Noriega, también fue adornado con cartulinas que invitaban al festejo.

El boleto de color azul y con el logotipo de la banda El Recodo al reverso, un sello con el escudo del Ayuntamiento de Culiacán y las letras que señalaban que era del Comité de Desarrollo de Eldorado. El alcalde era Héctor Melesio Cuen Ojeda, ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa.

Para arrancar, la banda de don Cruz Lizárraga cantó un corrido improvisado en memoria del ex síndico de Eldorado, fallecido en septiembre del 2009, Dámaso López García, padre de Dámaso López Núñez.

Apenas el 7 de noviembre anterior, el síndico Luis Fernando Gaxiola Noriega se quejaba en una entrevista concedida al periódico El Debate, que los 55 mil pesos semanales que entregaba la Comuna alcanzaban escrupulosamente para pagar la gasolina y el servicio de recolección de basura en el pueblo, ya que en estos conceptos se van solamente 40 mil pesos.

Cuando fue cuestionado por Ríodoce sobre quién había financiado la fiesta, simplemente dijo que no sabía.

Dámaso en Puente Grande
En su libro Los señores del narco, la periodista Anabel Hernández dimensiona la relación de Dámaso López Núñez con Guzmán Loera:

En abril de 1999 el Chapo y el Güero recibieron buenas noticias: que llegaba el comandante Dámaso López Núñez como subdirector de Seguridad del penal, y que Leonardo Beltrán Santana regresaba a dirigir Puente Grande. Los cambios que estaban ocurriendo en la administración de cárceles federales resultaban muy benéficos para sus intereses. No se trataba de una casualidad: al parecer el Chapo tenía el contacto preciso para que las cosas simplemente ocurrieran. A principios de 1999, el secretario de Gobernación, Francisco Labastida Ochoa, ex gobernador de Sinaloa y candidato a la Presidencia de México en 2000, realizó una serie de nombramientos al interior de la Secretaría que cambiaron las circunstancias internas de Puente Grande. Particularmente las del Chapo.

(…)

López Núñez fue jefe de Investigación de Robo de Autos, pero en realidad trabajaba para el cártel de Sinaloa, específicamente para el grupo de Ismael el Mayo Zambada. Su padre, el priista Dámaso López García, era un rico “terrateniente” de Culiacán, propietario, entre otros bienes, de un imponente rancho de seis hectáreas con lago, palapas, capillas, canchas deportivas y una residencia de lujo. Fue miembro del Consejo Directivo del PRI en la capital sinaloense y por medio del partido político tuvo una relación cercana con Jesús Vizcarra, ex alcalde de Culiacán y aspirante a la gubernatura del estado en las elecciones del 4 de julio de 2010, a quien se le atribuye una relación de amistad y negocios con el Mayo Zambada.

López Núñez fue enviado por amigos del Chapo. El nuevo subdirector llegó acompañado por un equipo de colaboradores que se hacían llamar Los Sinaloa: los comandantes Carlos Fernando Ochoa López, Jesús Vizcaíno Medina y Fidel Roberto García; custodios como José de Jesús Carlos Cortes Ortiz, el Pollo, y José Barajas, el Veneno. Todos ellos corruptos de pies a cabeza. A raíz de su llegada al Centro de Readaptación Social, la disciplina se convirtió en un artículo del reglamento que nadie ponía en práctica.

Los nombramientos se hicieron con apremio. Labastida iba a renunciar a fines de mayo para participar en la contienda interna del PRI por la candidatura presidencial para la elección de julio de 2000. Esas semanas representaban su última oportunidad para hacer los cambios que se requerían. El 27 de mayo de 1999 se concretó su renuncia y el presidente Ernesto Zedillo nombró como nuevo secretario de Gobernación a Diódoro Carrasco, quien respetó los nombramientos hechos por Labastida. El 30 de abril de 2000, Yunes fue nombrado coordinador de asesores de Diódoro Carrasco, su amigo Pérez Rodríguez ascendió al puesto de director general de Prevención y Readaptación Social de la Secretaría de Gobernación, y Tello Peón siguió siendo su jefe hasta un mes después de la fuga del Chapo.

(…)

El 13 de julio de 2005, Julio Beltrán Quintero, mejor conocido como el Julión, fue ejecutado en la avenida principal de Culiacán, junto con cuatro agentes en activo de la Policía Estatal de Sinaloa que lo escoltaban. El 2 de noviembre de 2007, su padre Manuel Beltrán Arredondo, de 65 años de edad, fue asesinado a balazos dentro de un centro comercial de Culiacán por tres gatilleros que le dispararon a quemarropa y luego huyeron. Fue hasta mediados de 2009 cuando la PGR reconoció oficialmente que la familia de Beltrán Quintero estaba ligada con el narcotráfico a raíz de la detención de Sandra Gisel Acosta Quintero el 21 de julio de ese año en Culiacán. La PGR la relacionó con Dámaso López Núñez, el ángel de la guarda del Chapo en Puente Grande, y con Julio Beltrán Quintero, hijo de Manuel Beltrán Arredondo, a quien la SIEDO ubicó como integrante del cártel de los hermanos Beltrán Leyva, socios de Guzmán Loera hasta enero de 2008. Eso revela que quien mandó a Dámaso López Núñez a Puente Grande a ayudar a Joaquín Guzmán Loera, fue Beltrán Arredondo, el amigo de Francisco Labastida Ochoa.

(…)

El Chapo hizo un frente común con el Güero Palma y Arturo Martínez Herrera, el Texas, miembro del cártel del Golfo, uno de los monstruos creados por el comandante Guillermo González Calderoni. Entre el personal que laboraba en Puente Grande, el grupo era conocido como Los Tres. Con el apoyo del comandante Dámaso y Los Sinaloas, eran invencibles.


(RIODOCE.COM.MX/ Redacción   /Lunes 14 de enero de 2013)

No hay comentarios:

Publicar un comentario