lunes, 27 de febrero de 2012

MADRE INSÓLITA SINALOENSE



Entrega a su hijo a la Policía por ladrón: “Que pague y se corrija”, dice


Luis Fernando Nájera
El día en que la señora Lourdes Mercedes Estrada entregó a su hijo a la Policía lloró hasta que los ojos se le secaron.


Y todavía suelta lágrimas, sus ojos se entristecen, siente pesar en su corazón porque le duele el futuro de su vástago. “Pero hice lo correcto, porque ya estaba causando daño a la gente: robó y asaltó”.

Reflexionando, acepta que ella fue la responsable de la desviación de su hijo porque como todas las madres fue sobreprotectora.

“Pero ya no; debo corregir lo que hice mal durante mucho tiempo. A mi corazón le duele, pero mi cabeza dice que es correcto que mi hijo pague los daños que causa. Debe enfrentar los errores y someterse a la justicia. Si tiene malas amistades, que las trunque, que cambie y se encamine por el camino del bien”.

Residente de la calle Jazmín, en la colonia Jardín, desde hace más de 20 años, al poniente de Los Mochis, la señora Lourdes, como le dicen sus vecinos, ya le había advertido a José Alfredo Carvajal Estrada, su hijo, que si hacía cosas indebidas no lo iba a proteger como durante muchos años lo había hecho.

“Las madres siempre justificamos la conducta de nuestros hijos: que la droga, que las compañías, que la necesidad, y eso no está bien. Sobreprotegiéndolos les hacemos más daño. Mire, ya tiene 21 años y es el más chico de mis cinco hijos y yo lo veía como mi niño. Ya lo comprendí y no voy a seguir más con eso. Debe enfrentar sus errores”.

Con esa nueva visión de la vida se armó de valor cuando el lunes (20 de febrero) la Policía llegó hasta su casa acusándolo de haber asaltado Unión Gas, una negociación atendida por un menor de edad, y no lo dudo: lo entregó.

Pero antes de hacerlo, pues tampoco quería cometer una injusticia y ceder al dicho de los agentes, pues estos también imputan hechos falsos para justificar trabajo, reconstruyó los minutos anteriores a la abrupta entrada de su hijo a casa.

Con sus propias indagaciones obtuvo evidencia de la conducta de su hijo: recogió dinero ganado delinquiendo, tuvo en sus manos el desarmador utilizado como arma punzo-cortante para amagar a la víctima, recogió un suéter que este tiró en la corretiza para no ser atrapado y el ofendido lo identificó.

“Todo lo señalaba. No había duda, era él y lo entregué”, dice mientras recuerda que tuvo que dejar de trabajar para atender a la familia que se desintegraba.

Ese día —contó— su hijo la sorprendió porque ella tenía entendido que estaba en Mazatlán, a donde lo envió con uno de sus hermanos para que trabajara, pues en la colonia había adquirido la adicción al cristal.

“Los vendedores llegan hasta a uno, no les da vergüenza que los vean y ni modo de denunciarlos porque ya ve lo que pasa. Si tenía esa adicción debía dejarla. Y yo me esforcé, lo interné en dos ocasiones en centros de rehabilitación, gasté más de 12 mil pesos y no sirvió de nada. Aún la tiene. Ya preso voy a hablar con el director del penal para que lo meta al programa Cero Drogas”.

El Gobierno debe ser más duro con los vendedores —pide— porque las drogas están echando a perder a muchos jóvenes.

“A mí me parece que el Gobierno no hace lo correcto, que olvidó a los jóvenes adictos. Las clínicas que abren no funcionan y en número son insuficientes. Hace falta más gobierno en eso. Uno siente la impotencia de no saber qué hacer porque ya viven entre nosotros y como si nada”.

Pero lo hecho, hecho está, retoma y afirma que su hijo sentirá lo molesta que está con él, que condena lo que hizo. Y tiene una forma simple: no lo asistirá en la defensa legal ni lo visitará en el encierro preventivo, tampoco acudirá a la cárcel hasta que observe un cambio en la conducta.

Y, de nuevo, las lágrimas traicionan los ojos negros de la señora, que en 49 años han visto la muerte del esposo y el crecimiento de diez hijos: cinco naturales y cinco hijastros.

“Cuando abandonó la secundaria y se fue a la vagancia, hablaba con él y me escuchaba muy atento, pero por una oreja le entraba y por la otra le salía. No sirvió de nada, pero yo no lo veía, por eso no supe cuándo se me echó a perder. Ahora lo quiero de vuelta, pero sin hacer daño a nadie, que sea hombre de bien, como los demás, y si debe sufrir y pagar los errores, que lo haga”.

Fortificada en su nueva fe, dice que no teme que su acción divida a la familia, porque será un ejemplo para todos: ya entendieron que no les va a solapar nada más, que la madre sobreprotectora ya no existe.

“Ese es un cambio que todas las madres debemos de hacer porque las cosas no están bien en la sociedad, nuestros hijos se están perdiendo porque no queremos ver lo que hacen, lo que dicen, y con ocultarlo o negarse a reconocerlo es ya un problema. Los estamos encausando mal”, dice la señora que apenas terminó la secundaria y cuya casa de material fue construida con años de sacrificio y con el apoyo de las hijas.


Reconocimientos en la red:

Pepechuy:
Le deben otorgar un premio o algo así como al mérito familiar y además otorgarle una despensa mensual de por vida, e incluirla en el programa Oportunidades, en síntesis, todas las facilidades de supervivencia que le sean posibles por su gran valor ciudadano y de madre… Un ejemplo ciudadano a seguir felicidades mil.

Bravo
Ojalá y todos los padres fueran así, otro gallo nos cantara. Felicidades señora.

Dicho
Como dice el dicho: el gran juez por su casa empieza. ¡Felicidades Señora!

Y la Cheyene amá
Que ejemplo tan lleno de amor, esta madrecita mejor quiere tener a su hijo en la cárcel que corra peligro a que agarre vicio o camino para seguir robando, por eso lo hizo. Les aseguro que un ricachón no lo entrega, sino que pide que por tener apellido conocido que le desvirtúen su responsabilidad, a veces buscando un chivo expiatorio. Agarren la onda chavos, esta madrecita a costa de su sufrimiento decide entregarlo y posteriormente supongo que con la misma responsabilidad lo visitará para llevarle alguna fruta. Analícenle plebes y ricos furiosos, esto es construir felicidad.

Madre ejemplar
Esta noticia está trascendiendo el mundo, me gustaría que durara una semana en primera plana en todos los periódicos.

¡Eso!
¡Puro valor civil y honestidad al 100!

Ejemplo para políticos
Por qué a este tipo de noticias no le dan mayor auge en cuestiones mediáticas, y sería súper que funcionarios la pusieran como ejemplo y visitaran a esa mujer y le dieran un cargo en un grupo cívico porque con esos ejemplos se enseña, que más le pueden decir a esa mujer que entregó a su hijo a la autoridad después de haber cometido un delito: aprendan y ojalá hicieran eso todos los ciudadanos y la verdad que cambiaríamos el curso de esta sociedad que se está pudriendo.

Que bien
Felicidades a esta honorable señora, de seguro es persona humilde; por favor busquen la manera de que quienes queramos darle algo de ayuda lo podamos hacer y por favor háganle llegar a este ejemplo de Señora, estos comentarios...

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