La madrugada del 13 de octubre, su vehículo fue localizado en la colonia
Francisco Villa de Tijuana, así los investigadores corroboraron el hecho de que
había cruzado la frontera para cobijarse con la célula de “El Melvin”, por lo
que pidieron ayuda de las autoridades mexicanas y emitieron una alerta.
Ante la falta de resultados, retomaron el tema con los medios tijuanenses en
marzo de 2011, para recordarle a la ciudadanía que había recompensa por
información que llevara a la captura del “Borjón” y reiterar que el peligroso
sujeto pertenecía a la célula criminal de Gutiérrez Quiroz.
A mediados de enero de 2012, los oficiales sandieguinos regresaron con las
policías preventivas que operan en Tijuana y pidieron de nuevo apoyo en la
ubicación de Pérez Borjón. Para entonces, declaraciones de delincuentes
detenidos en Tijuana y San Diego habían dado cuatro posibles direcciones del
asesino, y los locales decidieron darle seguimiento a la información.
Las autoridades mexicanas pudieron saber que seguía dedicado a la venta de
droga, y sus indicios coincidían con los reportes de Estados Unidos. Estaba con
el grupo de “El Marino”, pero no vendía droga en la zona de Otay, donde esa
célula es más fuerte, sino en la delegación Centro. Principalmente se movía en
la zona de tolerancia.
Los días 6 y 7 de febrero, previo a la reunión de ciudades fronterizas, se
organizaron varios operativos. De forma sorpresiva y simultánea llegaron a tres
de las casas de seguridad identificadas, cateándolas sin resultados.
De acuerdo a los investigadores, todo indica que el delincuente se enteró y
huyó, minutos antes del arribo de los oficiales. Pensaron que por seguridad
abandonaría el municipio, pero mantuvieron la vigilancia que tuvo resultados 12
días después.
Esta vez lo ubicaron primero, y enviaron agentes encubiertos a seguirlo.
Pérez Borjón dejó de trasladarse y cuidarse cuando llegó a un table
dance de la Avenida Revolución, cerca de la calle Séptima, la madrugada del
19 de febrero. Debido a las dimensiones del sujeto, a la peligrosidad y a la
alta posibilidad de que estuviera drogado y armado, esperaron a que estuviera
solo para detenerlo en la calle, pasadas las 02:30 horas del domingo 20.
Al ser entrevistado del lado mexicano, dijo que sí conoció a Gutiérrez Quiroz
en el Barrio Logan, pero negó que “El Melvin” haya sido su jefe en Tijuana o que
haya vendido droga. “Pero nosotros sabemos que sí andaba con ese sujeto de
narcomenudista, se le dio seguimiento”, refutó un operador del área del Consejo
Estatal de Seguridad.
El boletín indica: “En un exitoso operativo de la Policía Municipal, mediante
el Departamento de Enlace Internacional, fue capturado el peligroso homicida
ARMANDO PEREZ BORJON, de 37 años de edad, quien era buscado por autoridades de
Estados Unidos. Policía de San Diego y los US Marshalls desde hace un año nueve
meses”.
Respecto a la captura sólo mencionaron: “Se logró la madrugada de hoy por
agentes municipales en la Zona Centro de la ciudad, y de inmediato se tuvo
comunicación con autoridades del vecino País a fin de confirmar la identidad del
inculpado”.
Durante la presentación pública y entrega del homicida a las autoridades de
Estados Unidos, el criminal fue encarado por la madre de la mujer que asesinó,
quien le reclamó el no haber considerado siquiera que la muchacha esperaba un
hijo de él. Ante la prensa se manifestó conforme de que en adelante, por lo
menos sabría donde estaba el delincuente.
Con la aprehensión de Pérez, los grupos coordinados de Tijuana y California
esperan compartir información que lleve a la captura de Gutiérrez Quiroz, quien
tiene expedientes criminales abiertos en Tijuana y San Diego, con la diferencia
que del lado de California ya tiene órdenes de aprehensión que datan de octubre
de 2008, por los delitos de tráfico de drogas y crimen organizado, además de
violar su libertad condicional.
“El Melvin” se integró al Cártel Arellano como parte del grupo de sicarios al
servicio de Ramón Arellano en los años noventas, formó parte del grupo de
Gustavo Rivera “El P1” y, a la llegada de Fernando Sánchez Arellano “El
Ingeniero”, ya era jefe de célula y estaba incorporado como parte importante de
la estructura del trasiego con gente en ambos lados de la frontera.
Desde 2008, cuando se convirtió en prófugo en Estados Unidos, estableció la
zona de Otay y las inmediaciones con la línea fronteriza como su base de
operaciones o territorio criminal.
En la pugna interna que vivió Sánchez contra Teodoro García Simental, se
mantuvo del lado de “El Ingeniero”. Y a la llegada de Armando Arteaga “El
Aquiles”, como el resto de los lugartenientes, acordaron trasegar droga del
Cártel de Sinaloa hacia Estados Unidos y conservar sus territorios para la
venta al menudeo.
Durante 2011, el análisis de las detenciones y declaraciones de los
capturados, hecho por los grupos de inteligencia, reveló que para administrar
criminalmente la zona de Centenario y Otay, este traficante reclutaba
mexicoamericanos.
Además que, justo en ese territorio y en la Zona Este de Tijuana, se siguen
presentando enfrentamientos, pugnas y asesinatos entre narcomenudistas. “Todavía
se están peleando con gente de ‘El Tigre’ (José Soto)”.
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