Sin embargo, la PGR los dejó en libertad, por lo que la Secretaría de
Seguridad Pública Municipal decidió iniciarles un procedimiento administrativo
ante Sindicatura y la Comisión de Desarrollo Policial.
Erik Martín Gómez, de 20 años, fue detenido en las inmediaciones de las
calles que conducen al Consulado de Estados Unidos en Tijuana.
De acuerdo a la
versión del falsificador, por lo menos dos horas antes de lo que indica el parte
oficial, lo pasearon por la ciudad, incluso lo llevaron al “bordo” para
amedrentarlo y, desde su teléfono, hablaron con su padre para pedirle dinero; y
una vez que se dieron cuenta que no iban a reunir la cantidad solicitada, lo
presentaron. Así lo declaró ante el secretario y el director de la Policía.
Al ser careados, los agentes señalados negaron los cargos, pero los mandos
decidieron enviar el caso a la PGR para “su investigación” hasta “el total
esclarecimiento”, ya que del parte informativo se desprendía la posibilidad de
“conductas que pudieran ser constitutivas de delitos”.
En el mismo parte remitieron a Martín Gómez con una mochila que contenía 81
licencias de conducir, 46 tarjetas de identificación, 81 pasaportes y 25 actas
de nacimiento; además de ocho seguros sociales, todos de Estados Unidos de
América. Aparentemente eran auténticos, pero sólo seis de los pasaportes tenían
reporte de robo.
Por tratarse de un ciudadano americano, se envió informe a las autoridades de
California y al Consulado americano.
Entrevistado al respecto, el secretario de Seguridad Pública Municipal en
Tijuana, aseguró que el no haber hecho público el procedimiento no es un acto de
encubrimiento, pues los elementos fueron remitidos a la autoridad
correspondiente de manera inmediata y el Ayuntamiento les inició
expedientes.
“Es muy lamentable que todavía existan algunos elementos que tengan la osadía
de pretender hacer una situación de esa naturaleza, de manera personal el
director de la Policía y yo, nos abocamos a revisar el asunto, no coincidieron
en lo absoluto las historias de unos de los elementos con relación a otros, y
ahí fue donde generamos la presunción de que algo muy irregular estaba
sucediendo. Creo que ha quedado muy clara la política de la institución, lo que
nos ha instruido el alcalde: llegar a las últimas consecuencias cuando se
cometan actos de corrupción. Sabemos que vivimos en un estado de derecho y hay
circunstancia que hay que acreditar, en eso estamos, pero el mensaje es muy
claro. Así como estamos generando un esquema de dignificación para nuestros
policías de mérito, para la historia de la ciudad, apoyándolos cuando tiene
problemas con el Ministerio Público y otras instancias, con la misma intensidad
estamos apretando todos los temas de actos irregulares, abusos contra la
ciudadanía o situaciones de corrupción”.
Admitió que el Grupo de Fuerzas Especiales, al que pertenecen los elementos
señalados, presenta problemas:
“Este evento nos da una prueba más de que
efectivamente, estaban acostumbrados a hacer cosas de esta magnitud, y hemos
creado un objetivo muy claro: ponerle orden”.
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