Perturbado por el revanchismo político ante la andanada de acusaciones del DIARIO ON-LINE CARTA MILLAN, por diversos actos de corrupción, nepotismo, influyentismo y abuso de poder, entre otros muchos, Alonso Arriola Escutia, presionó al director de Control Urbano, Miranda Vejar, para que clausure y derrumbe el taco fish EL CHEFCITO, propiedad de mi hijo, el Chef, Luís Alberto Millán Barriga.
Me voy a la huelga de hambre a costa de mi vida.
Ordenó al funcionario que no otorgara los permisos de factibilidad de uso de suelo y de construcción para la operación del restaurant.
El randa está enloquecido y actúa impunemente sin importarle que esté por encima de la ley.
La información viene de la casa de piedra. Es hoy o mañana cuando se ejecutará el acto criminal y se destruya una fuente lícita de trabajo que con gran esfuerzo levantó Luís Alberto.
El CHEFCITO está ubicado en el predio propiedad de Operadora la Orilla SA de CV, bajo contrato de arrendamiento con la señora Araceli García Monteón, de acuerdo a la escritura 9,539 del libro 391, testimoniada por el lic. y Notario Público No. 89, Sergio Llanes Rueda.
Así mismo, la Unidad de Control Sanitario de la Secretaría de Salud, otorgó licencia No. 266/11 para su operación, con pago en la Agencia Fiscal de Guaymas, según folio 13591507.
Aún así, el secretario del Ayuntamiento viola cualquier reglamento y enloquecido en su venganza le importa madre estar por encima de la ley.
Ante esta injusticia. Tengo un solo camino.
Me iré a huelga de hambre buscando justicia en riesgo de mi propia vida por mi problema hepático.
Soy candidato a trasplante de hígado y hago desde este momento responsable de lo que me pueda suceder, así como a mi familia, a Alonso Arriola Escutia, a quien tengo demandado penalmente por diversos delitos que no alcanzan fianza por la gravedad de los mismos.
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