lunes, 31 de octubre de 2011

EN LA ELITE DE LA VIOLENCIA


  
Se afianzan Culiacán y Mazatlán como dos de las ciudades más violentas del planeta

El problema de la violencia en Sinaloa y en el país no es un asunto que dependa de malas notas derivadas de la cobertura periodística del narcotráfico en México, como lo refiere insistente el gobernador Mario López Valdez en cada discurso, entrevista o mensaje oficial. Así pues, mientras él se empeña en decir que el verdadero rostro de Sinaloa no es el de la violencia, el propio Sistema Nacional de Seguridad Pública lo contradice: Culiacán y Mazatlán son de las 50 ciudades más violentas no solo de México, sino del orbe.

PAUL MERCADO
Es entendible que el gobernador de Sinaloa, Mario López Valdez, se haya propuesto repetir hasta el cansancio que la realidad del estado no es solo la violencia y el narcotráfico, como critica que algunos se han empeñado en difundir, y por ello ha diseñado una estrategia para producir “noticias positivas” que opaquen la cara mala de la moneda. Pero no por ello es aceptable que se niegue la realidad, misma de la que los medios de comunicación están obligados a dar cuenta.

De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), Culiacán y Mazatlán se encuentran en la lista de 13 ciudades mexicanas que a su vez forman parte del ranking mundial de las urbes más violentas del planeta.

Ante ello, el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal publicó el resultado de un estudio en donde advierte que al concluir el 2011 México aportará no 13, sino 19 ciudades a ese deshonroso listado internacional. Entre ellas se mantendrán las sinaloenses.

Aunque Mazatlán y Culiacán no son las más violentas, como Acapulco, que podría desbancar incluso en el primer lugar a Ciudad Juárez, sus incidencias delictivas, a partir principalmente de homicidios dolosos y robos violentos, les garantizan la permanencia en la lista negra mundial por lo menos durante el tiempo que le resta al 2011.

Según el estudio apoyado en la estadística oficial del SNSP, las ciudades más violentas de México y que se han ganado un sitio casi permanente en los últimos años en el ranking mundial, son: Acapulco, Ciudad Juárez, Chihuahua, Mazatlán, Culiacán, Torreón, Cuernavaca, Tepic, Durango, Tijuana, Matamoros y Nuevo Laredo.

Para el mes de enero del 2012 se espera que se dé a conocer la nueva lista mundial sobre las ciudades más violentas del mundo, pero según las cifras oficiales, a esa lista de 13 se le podrían unir Monterrey, San Luis Potosí, Ciudad Victoria, Cancún, Morelia y Veracruz.

Esta situación, que muestra una tendencia a la alza de la violencia en el país, lejos de ser producto de las “notas rojas” de los medios masivos de comunicación, solo es el retrato de una realidad que no puede ni debe ser cubierta con notas positivas, porque minimizar el problema no llevaría a su solución y en ello coinciden regidores consultados por Ríodoce tanto del Cabildo de Culiacán como del de Mazatlán.

Édgar Gaxiola Angulo, integrante de la Comisión de Gobernación del Cabildo de Culiacán, lamentó la realidad de la capital sinaloense en materia de violencia, y atribuyó el hecho a la existencia de programas que se han diseñado de manera fallida: “No hay un plan bien organizado y coordinado entre los gobiernos… cada uno anda por su lado; solo se coordinan los respectivos planes de desarrollo, en el papel, pero hasta ahí. En la práctica no hay nada”.

Por su parte Rodrigo Lucas Lizárraga, regidor del PRD en el Cabildo de Mazatlán y miembro de la Comisión de Gobernación, dijo que la inclusión de Mazatlán y de Culiacán en la lista mundial de las ciudades más violentas es un hecho lamentable, terrible y desalentador para todos: “Es reflejo de la estrategia fallida del Gobierno federal y le agregamos a esto que Sinaloa, y en particular estas dos ciudades —Culiacán y Mazatlán—, son sedes de la lucha encarnizada por las plazas que se disputan los cárteles de las drogas”.

El regidor mazatleco, a diferencia del regidor de la capital, aseguró que desde lo local es prácticamente imposible que este problema se pueda corregir, pero Édgar Gaxiola estima que sí hay muchas cosas en las que las autoridades municipales y estatales pueden contribuir a restablecer el orden, pues hoy en día no solo los delitos del fuero federal son la mayor parte del problema, sino que delitos del orden común como los robos de vehículos, a comercios y domicilios, constituyen casi la misma proporción de la estadística, o más.

Pese a que en los últimos años la violencia se ha convertido en un serio problema en estos dos municipios, ni la Comisión de Seguridad del Cabildo de Culiacán ni los ediles de Mazatlán se han mortificado en proponer estrategias, políticas públicas para hacer frente al fenómeno, según consta en las actas de las sesiones realizadas en los últimos meses.

—¿Y qué te parece la insistencia del gobernador en el sentido de que en gran medida la mala imagen de Sinaloa es producto de las “malas notas” periodísticas? —se le pregunta a Rodrigo Lucas.
—No… las malas notas surgen de los acontecimientos, ahí sí no se puede ir contra lo que la realidad nos indica. No se puede culpar a las “malas notas”… es lo que está sucediendo y así están las cosas.

Al mal tiempo buena cara

En este escenario, el gobernador Mario López Valdez se ha propuesto una meta: hacer que sean más las “notas buenas” que las “notas malas”, y más aún, que las negativas no impacten más que las positivas.

Para ello diseñó un plan básico, tan simple como organizar un evento deportivo, cultural, social, etcétera, y darle a ese marco un toque discursivo donde se resalte que Sinaloa no es la violencia que se padece, que además no es tan grave como los medios de comunicación la retratan.

Ese plan ha llevado al mandatario estatal a organizar eventos como juegos de exhibición con basquetbolistas de la NBA, con peloteros de las Grandes Ligas, e incluso se provocó no solo la invitación a la entrega de las Lunas del Auditorio, sino que se consiguió que Sinaloa sea sede de la entrega de los Premios Oye en su próxima edición: “Es un paso más que mi gobierno da en su propósito de dar a conocer la otra cara de Sinaloa y proyectar la imagen real del pueblo sinaloense (…) y lo que debe quedar claro es que aprovecharé cualquier escenario que se me permita para hablar bien de Sinaloa, porque tengo la obligación de hacerlo y porque creo que Sinaloa merece otro estigma; Sinaloa no es como lo pintan”, declaró entonces Malova.


Números y percepción

El gobernador Mario López Valdez dijo algo más a los medios nacionales la noche de las Lunas: “Los números no mienten, son tan contundentes como la percepción misma de la gente”. Y tiene razón. De acuerdo con el documento intitulado Incidencia delictiva y que es elaborado por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Sinaloa ocupa el segundo lugar con el 87.1 por ciento de las denuncias de homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes, solo debajo de Chihuahua y muy por arriba de la media nacional que es de 17.9.

Un dato revelador es que en Sinaloa poco se denuncia la privación ilegal de la libertad, pues el estado se encuentra en el lugar 21 con 0.5 casos por cada 100 mil habitantes. Pero la estadística muestra que Sinaloa es la entidad donde más “levantones” se registran con 19.3 por cada 100 mil habitantes.

Por lo que hace al robo de vehículos, Sinaloa se ubica en la sexta posición, con mil 022 denuncias de robos por cada 100 mil vehículos en circulación. La media nacional es de 737.4 incidencias.

De acuerdo con la información proporcionada por las agencias del Ministerio Público, al 21 de octubre del 2011, en Sinaloa se denunciaron 2 mil 021 homicidios, de los cuales mil 448 fueron dolosos, más de mil 200 cometidos con armas de fuego.

De acuerdo con el SNSP, en el concentrado estadístico referente a la Incidencia delictiva de alto impacto a nivel municipal 2010, Culiacán fue el municipio que más homicidios dolosos registró, con un total de 389, mientras que Mazatlán se ubicó en segundo lugar con 212. Ambos municipios registran también los más altos índices en materia de robo con violencia, lesiones dolosas, extorsiones y secuestros.

Por lo que hace a la Incidencia delictiva del fuero federal 1997-2011, en su reporte actualizado al 18 de octubre de este año, el Secretariado Ejecutivo del SNSP revela que Sinaloa se ubica entre los seis estados con la mayor incidencia de este tipo de delitos, como lo son los delitos contra la salud, ya que de enero a septiembre registra mil 504.

De acuerdo con la Encuesta Nacional Sobre Inseguridad del Instituto Ciudadano de Estudios Sobre la Inseguridad, A.C., el 83 por ciento de la población sinaloense de más de 18 años de edad considera que su estado es inseguro. Solo debajo de Chihuahua y el DF.

A manera de percepción, el 53 por ciento de la sociedad dice que los delitos van en aumento. Incluso en la percepción de la inseguridad, el 81 por ciento de la población teme ser víctima de la delincuencia en un cajero automático, el 70 por ciento en un banco, el 67 por ciento en el transporte público y el 64 por ciento en las calles.

En promedio, el 63 por ciento de la población considera que el tiempo o espacio que los medios de comunicación le dan a las noticias sobre delincuencia o inseguridad es suficiente. Pero Malova reitera que es demasiado, ya que es más la atención que se pone a la nota roja, a la nota mala, que a las buenas noticias, entendidas estas como acciones de gobierno.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2011 del INEGI, en el país el 69.5 por ciento de la población mayor de 18 años dice sentirse insegura. Al consultar a ese mismo segmento de la población en Sinaloa, la percepción se dispara al 80.9 por ciento.

En Sinaloa el 74.4 por ciento cree que los delitos han aumentado.

Bajo esta insoslayable realidad en materia de violencia, los números oficiales y la percepción ciudadana justifican una campaña como la emprendida por el gobernador Mario López Valdez, aunque no por minimizarlo el problema se va a desvanecer. Tal vez por eso el escritor sinaloense, Élmer Mendoza, siguiendo el guion malovista, hizo un llamado tímido en el marco del inicio del Festival Cultural Sinaloa 2011 para que todas las notas de cultura acaparen las planas de los periódicos, desplazando a las de nota roja “por unos días”, para mostrar otra realidad de Sinaloa.



























































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