“No estamos diciendo que estamos rebasados”: Malova
Martín Durán
Mientras que en la ciudad de Guamúchil los grupos armados patentaban la violencia, dejando un saldo de tres víctimas civiles inocentes y tres presuntos sicarios muertos, el Centro de Culiacán lucía un blindaje inusual ante el arribo de la procuradora general de la República, Marisela Morales, acompañada de fiscales y procuradores de la región noroeste para instalar la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia.
Desde el jueves 27 de octubre, en la ciudad se empezó a ver el movimiento de las tropas en las principales calles del primer cuatro, convirtiendo en búnker el hotel San Marcos, centro neurálgico para la “procuración de justicia” de México.
Pero al igual que en Veracruz, donde la delincuencia sembró de cadáveres las ciudades, cuando la procuradora inauguraba otra conferencia similar, Sinaloa no fue la excepción, con el agregado de que en la balacera de la madrugada (ya Morales estaba en su habitación fortificada del hotel) murieron tres inocentes que quedaron en el fuego cruzado.
Y sin condolencias por el clima de inseguridad y el nivel de impunidad que campea en el estado, la mañana del viernes lo primero que tenía en la agenda era desayunar con el gobernador Mario López Valdez, que arribó más temprano que sus funcionarios al restaurante del hotel, cuya entrada, que da a la avenida Juan Carrasco, estuvo paralizada por la presencia del “blindaje”.
El resto de visitantes y funcionarios llegó por la entrada principal al hotel, donde a cada cinco metros había seguridad: policías, soldados. Para pasar el lobby, el visitante tenía que pasar por las barras de detección.
Seguridad al máximo para ver a la procuradora, al gobernador, al procurador de Sinaloa, enarbolar discursos en pro de la paz que no le da el narco a los mexicanos.
Marco Antonio Higuera Gómez fue el anfitrión de lujo, dándoles el saludo a sus ocho colegas de otros estados y elogiando a Morales y el papel de la PGR en la conferencia.
“Es ejemplar la participación de Marisela”, apuntó en el discurso, donde también le llamó “su decidida y completa entrega de los trabajos”.
Ahí estuvo “el compromiso de salvaguardar la paz y tranquilidad de los ciudadanos”.
Y mientras el oropel brillaba en escena, en Salvador Alvarado se robaban los tres cadáveres de los presuntos sicarios muertos en el enfrentamiento, de una funeraria donde no hubo vigilancia policiaca.
En su discurso, Marisela Morales enumeró los temas a tratar en la conferencia y los posibles acuerdos a los que pretendían llegar.
Claro, también puntualizó que en la PGR tienen conciencia del gran desafío que es luchar contra la delincuencia organizada.
Primero habló de conformar una base de datos única a nivel nacional, para compartir información local y federal. Dentro de los temas estaban la verdadera conformación de las unidades antisecuestros, el registro de la huella balística a nivel nacional, pues hasta la fecha solo diez entidades cuentan con ese banco de datos.
El acceso electrónico para rastreo de armas utilizadas en hechos violentos en el país y por último un proyecto único de protocolo de incidencia delictiva en las carreteras de México.
El turno de declarar inaugurada la conferencia fue de Malova. También la lisonja y la verborrea no le faltó: “Gracias por venir a regar los campos de esperanza”, le dijo a Morales, fórmula perfecta para terminar con la violencia en el estado.
La felicitó por el “atinado valor” de hacer movimientos en las delegaciones de la PGR, incluyendo la de Sinaloa.
Y continuó: “No hay momento para la simulación en esta lucha que ha convocado el presidente Felipe Calderón”.
Enseguida volvió a sus frases célebres: “En Sinaloa ya no se nos escucha decir que estamos rebasados”.
“En Sinaloa las cifras van en sentido contrario”.
“Aquí en Sinaloa estamos atendiendo el llamado del presidente”.
“Así como existe el bien también existe el mal y nunca se ha visto en la historia que triunfe el mal… y sepan aquellos que andan mal, que algún día lo va a alcanzar la justicia”.
“Nadie se pierde en un camino recto”. Y remató antes de mirar el reloj y anunciar que declaraba inaugurada la conferencia, a las 10:55 horas:
“En Sinaloa hemos podido cambiar la actitud de los policías”.
El final fue la foto del recuerdo, la salida de los fiscales y dignatarios primero, mientras a los reporteros no le permitieron la salida hasta que ellos abandonaron el salón.
Ya después, todo fue “trabajo” intenso en materia de procuración de justicia.
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