Sobre la mesa está el dilema
del paradigma financiero de México en caso de que la consulta ciudadana rechace
a Texcoco como la cuna del nuevo aeropuerto internacional. ¿Tiene razón el
presidente electo Andrés Manuel López Obrador cuando dice que si la gente
escoge la Base Militar de Santa Lucía no habrá impacto? O tienen razón las
instituciones nacionales y extranjeras de que sí afectará las finanzas públicas
del próximo gobierno. No habrá ninguna crisis, ni riesgo para constructores,
inversionistas ni usuarios, dijo López Obrador. Tengan confianza, les pidió,
porque no hay nada que temer ya que nada se alterará. Los contratos y las
inversiones están protegidas. Su palabra, hoy como presidente electo, mañana
como presidente de la República. Y aunque no hay ninguna razón para dudar de
ella, sus argumentos no parecen tener asideras.
El proyecto de Texcoco tendrá
un costo de 195 mil millones de pesos, 15% arriba del presupuestado, debido en
parte a la depreciación de la moneda y porque ante el incremento de pasajeros
en 2017, el total de 57 millones estimado en la primera etapa, se elevó a 70
millones, con lo que se requirió crecer la terminal 35%, y sobredimensionar el
área de carga en 57%. Los 119 mil millones de pesos de bursatilización de la
Tarifa por Uso de Aeropuerto y los 30 mil millones de la Fibra E, se
invirtieron a partir de la capacidad de Texcoco, donde adicionalmente habría un
costo de 9.7 pesos por pasajero de otros ingresos no aeroportuarios, como
locales comerciales, estacionamientos y transporte terrestre.
La opción Santa
Lucía-Aeropuerto Internacional “Benito Juárez”, incide en las inversiones.
Primero porque su capacidad total final será de 60 millones de pasajeros, sin
el volumen del costo por pasajero en servicios no aeroportuarios (el AICM no
puede adaptarse). Asimismo, al dividirse el pasaje en dos aeropuertos, el
ingreso por cada uno de ellos disminuye significativamente, al estar estudiado
que quienes más consumen son aquellos que no salen de la misma terminal. Estos
datos sí alteran la escala y el origen de las inversiones, y preocupa a los
expertos. Como botones de muestra están
los reportes que recibieron esta semana los inversionistas:
Citibanamex: La
administración de AMLO va a enfrentar su primera prueba incluso antes de entrar
oficialmente en funciones: confrontará la credibilidad del Estado Mexicano ante
inversionistas privados contra la voluntad de su base electoral en relación con
el NAICM. Lo que está en juego es el destino de una obra de infraestructura de
gran relevancia… y para la cual se ha asegurado el 70% de sus requerimientos
financieros… Creemos que el anuncio de AMLO en realidad reflejará su
preferencia personal como resultado de la consulta pública: aún estimamos que
optará por la continuación del proyecto actual. Sin embargo, su opinión sobre
el NAICM ha cambiado a través del tiempo… Pensamos que el impacto económico y
financiero de la cancelación del actual proyecto del NAICM sería significativo
tanto en el corto como en el largo plazo, lo que nos llevaría a hacer una
revisión negativa de nuestro escenario macroeconómico.
BBVA Bancomer: El impacto del
NAICM sobre las finanzas públicas es leve, y no suficiente para cambiar la
calificación soberana, pero su cancelación representaría un daño a la
reputación y una incertidumbre con respecto a las finanzas públicas del gobierno
de AMLO… Es difícil de creer que un proyecto del tamaño del NAICM… no seguiría
adelante. Este reporte busca subrayar la reacción potencial del mercado en caso
de cancelarse: de un efecto casi nulo a las finanzas públicas, a un choque
negativo a la confianza… Un rechazo a Texcoco podría catapultar los swaps de
incumplimiento crediticio a niveles observados en 2016… Esperaríamos que el
mercado elevara sus precios más de lo que estima el Banxico, y aunque sería una
reacción efímera, es difícil verlo con ojos positivos.
Banorte: Hubo varios
desarrollos que reflejan creciente nerviosismo por parte de los mercados con
respecto a las políticas públicas que implementará el gobierno electo. Así,
Mifel y Coppel cancelaron ofertas públicas de acciones. También hubo reacción
negativa al anuncio del mecanismo de consulta del NAIM, que muestra un sesgo
contra Texcoco. En este contexto, la calificadora Fitch redujo la perspectiva
de la calificación de los bonos de Pemex. El cambio de expectativas de ingresos
petroleros podría eventualmente impactar la calificación soberana de México… El
criterio para cambio “Muy Alto” (en el panorama general de riesgos), es por la
cancelación del NAIM por parte de AMLO.
Eurasia: Hemos venido
argumentando que López Obrador modelará la consulta para obtener su resultado
preferido y usarla como cobertura política para su decisión. Pensamos que será
cerrada porque López Obrador quería evitar el costo a su reputación por la
cancelación. Hemos estado perdiendo la confianza… Si el proyecto es cancelado,
será la confirmación de que la influencia de algunos de los colaboradores de
López Obrador más proclives al mercado, es limitada… Alfonso Romo, futuro jefe
de Oficina de López Obrador, ha tratado de calmar a los inversionistas y
decirles que el aeropuerto no será cancelado. Si el resultado es contrario a
sus promesas, su papel como puente entre la comunidad de inversionistas y el
gobierno entrante estará en peligro.
Sin importar el ángulo o los
matices, las instituciones y consultorías financieras nacionales y extranjeras
coinciden en el impacto que tendrá un voto contra Texcoco. Pero el principal
elector, López Obrador, piensa lo contrario y lo dice públicamente. El domingo
en la noche se resolverá la duda y si Santa Lucía gana, el paradigma propuesto
involuntariamente por el presidente electo, tendrá su momento para ver si
cambió como él sugiere, o estaba equivocado.
rrivapalacio@ejecentral.com.mx
twitter: @rivapa
(EJE CENTRAL/ ESTRICTAMENTE PERSONAL/ RAYMUNDO RIVA
PALACIO/25 DE OCTUBRE DE 2018)
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