No sólo son los homicidios del sacerdote
Arturo Orta y la ex entrenadora de Xolas, Mar Ibarra, en Rosarito; también han
sido asesinados deportistas, madres de familia y víctimas colaterales. Con una
tasa de 84 homicidios por cada 100 mil habitantes en el municipio, sólo 1 de
cada 9 presuntos responsables ha sido detenido
Del 1 de enero al 31 de
octubre de 2018, 92 personas han sido asesinadas en Playas de Rosarito. De
estos homicidios, 18 en octubre. Aunque el número puede parecer reducido frente
a los más de 2 mil homicidios registrados en lo que va del año en Tijuana, en
realidad esto sitúa a Rosarito con una tasa de 84 homicidios por cada 100 mil
habitantes.
Desde la llegada de la
alcaldesa panista Mirna Rincón Vargas, el municipio presenta un alza en este
delito. Mientras en años anteriores como en 2015 y 2016 se habían contabilizado
52 y 88 víctimas, respectivamente, en 2017 la cifra llegó a las 121 personas
asesinadas en 111 eventos distintos.
De 111 carpetas de
investigación, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) informó
que solamente 13 casos se han judicializado, esto es, sólo en el 11.74 por
ciento de los casos, se identificó a un presunto responsable que se encuentra
en prisión y bajo proceso penal.
METEN ARMAS LARGAS A BAR Y MATAN A DOS; DUEÑO APOYÓ A
MIRNA RINCÓN EN CAMPAÑA
Emmanuel López Lozano destacó
en el beisbol desde niño, antes de los 12 años ya ganaba campeonatos
infantiles, a los 16 se convirtió en campeón bateador estatal y llegó a formar
parte del equipo de novatos del equipo Toros de Tijuana.
A sus 22 años era también
empleado de construcción en California. El sábado 15 de septiembre de 2018, se
encontraba del otro lado de la frontera, donde vería la pelea de box entre
“Canelo” y Golovkin en el bar LOVE de Playas de Rosarito junto a sus amigos.
Esa noche, el inmueble
ubicado dentro del centro comercial Pabellón Rosarito estaba repleto con más de
400 personas. Emmanuel y sus amigos se encontraban en la planta baja cuando se
hicieron de palabras con un grupo de hombres en la planta alta, quienes después
de unos minutos de gritar, comenzaron a disparar hacia abajo.
Alrededor de las 9:30 de la
noche, autoridades recibieron el reporte de detonaciones de armas de fuego en
el inmueble, también les informaron de heridos y muertos. Emmanuel perdió la
vida en el lugar. Brenda Verónica Varela Navarrete, de 31 años, quien se
hallaba en una mesa al lado de la de Emmanuel y sus amigos, también recibió
varios disparos y a pesar de que fue trasladada a un hospital de la ciudad,
falleció a consecuencia de las lesiones. Tres hombres más resultaron heridos.
Tras responder al reporte,
agentes de la Policía Municipal siguieron a una camioneta Toyota Tundra con
placas de California, en la cual hombres armados habían huido desde el centro
comercial. Aproximadamente a un kilómetro, en la colonia Ampliación Reforma,
les dieron alcance y los aprehendieron.
Luis Donaldo Zamora, de 25
años; Jesús Ricardo Mojardín, de 30; y José Luis Mendoza, de 39, viajaban en la
camioneta con dos pistolas y un arma larga, todas usadas en la balacera del
bar. Tras su detención fueron presentados ante un juez, quien dejó en libertad
a uno de ellos.
La razón, según informó la
PGJE, fue que a Mendoza “no se le vinculó directamente en el lugar de los
hechos, aparentemente no hubo alguna información o algún señalamiento de que
esa persona se haya encontrado en el lugar de los hechos”.
Si bien, la PGJE cuenta con
tres meses de plazo de investigación complementaria para aportar más pruebas
que permitan procesar a Luis Donaldo Zamora y Jesús Ricardo Mojardín por los
delitos de homicidio calificado y homicidio calificado en grado de tentativa,
el crimen pudo ocurrir porque personal del bar LOVE permitió la entrada de
personas armadas, incluso portando rifles de alto calibre.
Por el momento, la
procuraduría no descarta que más personas hayan disparado ese día, debido a
testimonios recolectados y a vídeos del centro comercial -el bar no cuenta con
equipo de videovigilancia- en los que se observa a más sujetos armados salir
corriendo del lugar.
Las tres armas decomisadas
son un rifle R-15, una pistola Beretta 9 milímetros registrados ante la
Secretaría de la Defensa Nacional y un arma corta FN Herstal.
El inmueble se identifica
como propiedad de Jesús González Lomelí, quien en febrero de 2018 asumió el
cargo de regidor del VI Ayuntamiento de Playas de Rosarito en su calidad de
suplente ante la salida del regidor propietario Luis Ricardo Cabrales Martínez.
González Lomelí es además
propietario de otros locales en Playas de Rosarito como Coco Beach Bar y un
restaurante de mariscos. Durante la campaña de la actual alcaldesa Mirna Rincón
Vargas, el regidor suplente del PAN la apoyó en diversos actos públicos.
LOS FEMINICIDIOS
De los 92 homicidios
registrados en Playas de Rosarito, diez casos se encuentran judicializados
(algunos con varias víctimas) con detenidos en prisión y en proceso penal.
De manera adicional, la PGJE
ha cumplimentado once órdenes de aprehensión y el Poder Judicial le ha otorgado
15 pendientes de cumplir.
Uno de los detenidos es Diego
Gracia Morales, de 18 años, quien el 28 de septiembre asesinó a su madre,
Dolores Herlinda Gracia Morales, en la casa de la familia en la colonia
Ampliación Plan Libertad.
El joven, quien tras los
hechos había huido a Ciudad Obregón, Sonora, fue encontrado cinco días después
en esa ciudad por elementos de la Policía Ministerial y trasladado a Rosarito,
donde un juez lo vinculó a proceso por el delito de feminicidio.
Según declaraciones de
testigos, el joven consumía drogas y cuando su madre le pidió ingresara a un
centro de rehabilitación, éste la apuñaló hasta quitarle la vida.
No es el único caso.
Familiares de Edith Fernández Naranjo, una joven de 24 años encontrada sin vida
el viernes 12 de octubre, han solicitado el apoyo de las autoridades y de la
ciudadanía desde hace una semana para encontrar a Ricardo Hernández Gámez,
pareja de la víctima, principal sospechoso del homicidio.
El cuerpo de la joven fue
localizado en Palma Real en Tijuana, muy cerca de los límites con Playas de
Rosarito; autoridades sospechan que el homicidio se cometió en la casa que la
pareja compartía con sus hijos en la colonia Constitución en Playas de
Rosarito.
El cuerpo de Edith, que presentaba
heridas de arma cortante, fue envuelto en una cobija y arrojado a la vía
pública, dos aspectos que permitirían a las autoridades catalogar este crimen
también como feminicidio.
Los familiares de la víctima
refieren que la relación de la pareja era bastante conflictiva e incluso la
joven había sido golpeada por su esposo, pero semanas atrás, Edith Carolina
había decidido darle una oportunidad más a Ricardo, por lo que regresó a vivir
con él junto a sus dos hijos pequeños.
Según información que la familia
aportó a la PGJE, el propio Ricardo confesó haber asesinado a su esposa tras
una discusión en la que Edith había tomado unas tijeras y él se las arrebató
para apuñalarla.
Sin embargo, esto les fue
referido por la familia del sospechoso, quien no ha podido ser localizado desde
entonces.
Ese mismo fin de semana otra
mujer fue asesinada por su ex pareja, quien después de dispararle en la cabeza,
se suicidó a su lado en la playa de Primo Tapia. El sábado 13 de octubre, una
llamada al 911 alertó del plagio de una mujer, minutos después otra llamada
reportó el robo de un taxi.
En realidad, un día antes,
Delia Ortega Rodríguez había llamado al 911 para reportar que su ex pareja,
Óscar David Gastélum Quiroz, se encontraba afuera de su casa, dando vueltas en
su taxi, pero cuando los agentes se acercaron, reportaron no haber localizado
al individuo.
El sábado por la mañana,
mientras Delia se encontraba en su hogar, Óscar David llegó y armado, la obligó
a subirse al taxi que conducía, los menores que presenciaron el plagio,
reportaron los hechos a las autoridades.
Cuando la Policía inició la
búsqueda, Delia se comunicó por teléfono con su hija para pedirle que los
dejaran de buscar, bajo amenazas de su expareja, sospecha la Policía, fue la
última vez que su familia la pudo escuchar.
Poco después, a las 12:45 pm,
policías encontraron los dos cuerpos sin vida a la altura del Kilómetro 56 de
la carretera libre Tijuana-Ensenada, cerca de Primo Tapia.
La PGJE determinó que Óscar
David Gastélum Quiroz le disparó a Delia en la cabeza y la acomodó a su lado
como si ella lo estuviera abrazando, para luego dispararse él en la sien. En su
mano, fue localizado el revólver calibre 38 con el que el hombre cometió el
crimen.
HOMICIDIOS VINCULADOS A NARCOMENUDEO
Si bien la procuraduría
estatal informó que cada homicidio presenta diferentes características que les
impiden formar un perfil concreto sobre la mayoría de estos crímenes, el
director de Seguridad Pública, Adrián Hernández Pérez, observa lo contrario en
las calles.
Admite que en algunos casos
se puede tratar de riñas, de víctimas colaterales o feminicidios, “hay muchos
vendedores de narcomenudeo que se están peleando sus calles, no son
delincuentes de rango alto. La mayoría de los homicidios son en las calles”.
El teniente lo atribuye a la
escalada en homicidios. También refiere que han detectado el asesinato de
familiares de narcomenudistas. “Son ataques directos a las personas, no hay
casualidades, no hay turistas asesinados”, añade.
Al hablar sobre las células
detrás de estos crímenes, Hernández Pérez detalla que organizaciones como el
Cártel Tijuana Nueva Generación, el Cártel Jalisco Nueva Generación o el Cártel
de Sinaloa tengan presencia en Rosarito, sino que algunos integrantes de menor
rango venden droga en las calles de la ciudad.
(SEMANARIO ZETA/ EDICIÓN IMPRESA / INÉS GARCÍA RAMOS
/LUNES, 5 NOVIEMBRE, 2018 01:00 PM)
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