Activistas
por la salud que integran la organización El Poder del Consumidor (EPC)
denunciaron que existe un contubernio entre funcionarios de Gobierno y las
grandes industrias de productos procesados y aseguró que dicha mancuerna es el
principal obstáculo para implementar un etiquetado que beneficie a los
habitantes de México y los aleje de la obesidad, el sobrepeso y la diabetes.
Políticas
para combatir obesidad en México están “secuestradas” por intereses de
empresas, acusa ONG
Ciudad
de México, 5 de julio (SinEmbargo).- Hace tres años que se publicó en el Diario
Oficial de la Federación y hace un par más que se implementó, pero “está más
que demostrado” que el etiquetado nutrimental frontal de alimentos y bebidas no
está funcionando en México, denunció la organización El Poder del Consumidor
(EPC).
Desde
su concepción, criticaron los activistas por la salud, el etiquetado frontal
para alimentos y bebidas con alto contenido calórico, emitido por la Comisión
Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), ha tenido
grandes deficiencias, principalmente por omitir diversas recomendaciones
nacionales e internacionales y por no cumplir con ser rápido y sencillo de
entender.
De
acuerdo con la Cofepris, mencionó Fiorella Espinosa, investigadora en salud
alimentaria de EPC, las personas pueden consumir 90 gramos de azúcar al día, lo
que se traduce en 33 kilos al año. Mientras, la OMS recomienda un consumo ideal
máximo de 25 gramos diarios, es decir, 9 kilogramos anuales.
Alejandro
Calvillo, director de EPC, denunció que existe un contubernio entre
funcionarios de Gobierno y las grandes industrias de productos procesados y
aseguró que dicha mancuerna es el principal obstáculo para implementar un
etiquetado que beneficie a los habitantes de México y los aleje de la obesidad,
el sobrepeso y la diabetes.
En
noviembre pasado, el Presidente de México Enrique Peña Nieto emitió un par de
alertas epidemiológicas por obesidad y diabetes, debido al problema de salud
que ambos padecimientos representan. Hoy en día, de acuerdo con la última
Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut), siete de cada diez adultos en
el país viven con exceso de peso.
Además,
la misma encuesta reveló que el 83.5 por ciento de los encuestados desconocen
la cantidad de calorías que requiere una persona e indica que únicamente el
13.8 por ciento de la población piensa que el etiquetado mexicano es “muy
comprensible”, cuando la intención del mismo, señalaron, es que sea
comprensible para el grueso de la población.
Fiorella
Espinosa acusó que la campaña llamada “Checa y Elige”, por ejemplo, fue
realizada de la mano de la industria y recordó que el 70 por ciento del azúcar
consumido en México se da a través de las bebidas azucaradas.
Por
ello, la especialista urgió a las autoridades a desincentivar el consumo de
dichas bebidas y a desarrollar mensajes de advertencia que indiquen qué
productos contienen azúcar en exceso.
URGE ETIQUETADO ADECUADO
Durante
una rueda de prensa realizada en la Ciudad de México, EPC presentó los
resultados de un sondeo llevado a cabo con adultos en el que demostró una vez
más que el etiquetado tipo GDA mexicano no es comprensible ni siquiera por la
población adulta urbana y que por ende no cumple con su objetivo de
desincentivar el consumo de alimentos ultra procesados altos en calorías,
azúcares, grasas saturadas y sodio.
Para
que el etiquetado sea una medida realmente efectiva, la Organización Panamericana
de la Salud recomienda a los países de la región implementar un “etiquetado al
frente del envase que promueva las elecciones saludables al permitir
identificar los alimentos de alto contenido calórico y bajo valor nutricional
de manera rápida y sencilla”.
Y
citó el caso de Chile, donde hace un año entró en vigor la “Ley de alimentos”
que obliga a que se advierta a través de sellos negros colocados en forma
visible si un producto es alto en calorías, azúcares, grasas saturadas y/o
sodio, misma que ha sido bien recibida por la sociedad chilena.
Ante
este panorama, EPC llevó a cabo un ejercicio de reconocimiento y uso de un
etiquetado de advertencia como el utilizado en el país ubicado en el extremo
sudoeste de América del Sur, en niñas y niños de entre 6 y 8 años mexicanos, en
donde se mostró un alto grado de comprensión y utilización.
“De
ser adoptado este tipo de etiquetado nutrimental en México, podría generar un
impacto importante en la percepción, selección y consumo de alimentos y bebidas
por parte de este grupo poblacional, uno de los más vulnerables ante la
epidemia de sobrepeso y obesidad que vive el país”, aseguró la ONG a través de
un comunicado.
De
acuerdo a la Encuesta Nacional de Obesidad 2016 coordinada por la Alianza por
la Salud Alimentaria, el 93 por ciento de la población mexicana desea un
etiquetado nutricional que le dé información clara, que señale el nivel de
azúcar añadida y que advierta el exceso de ésta en los productos que contengan
una cantidad mayor al límite recomendado.
(SIN
EMBARGO,MX/ IVETTE LIRA /JULIO 5, 2017, 3:30 PM)
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