La Fiscalía General de Jalisco atribuye
el reciente hallazgo de seis cuerpos y otros dos multihomicidios a una
confrontación entre células delictivas del propio CJNG, ahora reforzadas desde
Veracruz; revelan que ese cártel opera en el estado dividido en al menos seis
células
La
célula detenida el domingo está vinculada a dos multihomicidios, uno en la
colonia Atlas, con tres víctimas; y otras tres víctimas en Toluquilla,
municipio de Tlaquepaque
Los
más recientes multihomicidios que se han presentado en Guadalajara y sus
alrededores, con al menos 12 víctimas, han sido el resultado de una guerra
intestina desatada dentro del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), según lo
afirman las autoridades locales.
Aunque
es la organización delictiva dominante en Jalisco, actualmente no tiene una
estructura monolítica, sino que está compuesta por al menos seis distintas
células.
Entre
ellas se distribuyen el control territorial de la entidad.
A
decir del titular de la Fiscalía General de Jalisco, Eduardo Almaguer Ramírez,
los golpes que han venido dando las autoridades a la dirigencia del CJNG con la
Operación Jalisco, causaron que estos subgrupos de la organización entren en
conflicto entre sí para disputarse sus espacios, lo que apunta al surgimiento
de fracturas internas.
El
fiscal abordó la existencia de esta pugna en el seno del CJNG a raíz de la
detención de un grupo de 10 individuos que transportaban seis cadáveres en
bolsas de plástico, en la colonia El Zalate, en los límites de El Salto y
Tlaquepaque, el pasado domingo 18.
Ese
grupo detenido se trataba en realidad de un destacamento enviado desde el
estado de Veracruz para apoyar a una de las células del CJNG que se había visto
debilitada, y que estaba siendo atacada por otra para tomar su lugar, aun
dentro del mismo cártel.
“La
razón de su presencia y de su célula en nuestra entidad tenía como objetivo el
reforzar a una de las células del grupo delictivo que opera en la entidad –el
CJNG-”, detalló el fiscal, “particularmente en la pelea por comandar esta
actividades ilícitas en los municipios de Tlaquepaque, El Salto e Ixtlahuacán
de los Membrillos.
“Inclusive,
entre las investigaciones se ha logrado acreditar que la instrucción que tenían
estos sujetos era la de dejar los cuerpos a la vista exactamente en los límites
de El Salto y San Pedro Tlaquepaque, para dejar un mensaje muy claro a la
célula delictiva opositora”.
‘BIG MAMA’
Uno
de los 10 detenidos por el Grupo de Reacción Inmediata Mixta compuesto por
agentes federales, estatales y municipales, es un veracruzano que fue
identificado como Johnny “N”, con el sobrenombre “Big Mama”, y quien sería el
líder de dicha célula del CJNG con presencia tanto en Jalisco como en Veracruz.
Este
individuo fungía, según el fiscal, como el “jefe de las actividades delictivas
del grupo delictivo que opera en el estado de Jalisco y otras entidades; está
identificado como jefe de estas actividades delictivas en el puerto de
Coatzacoalcos, Veracruz, y donde está vinculado a los delitos de secuestro,
extorsiones, trasiego de drogas y homicidio.
“(Era)
uno de los objetivos más buscados de autoridades federales y estatales en el
estado de Veracruz.
“Este
sujeto y su célula realizaban actividades operativas en el estado de Veracruz,
Quintana Roo y Jalisco”.
El
grupo de “Big Mama” había arribado al estado de Jalisco hacía un mes y tenía
casas de seguir dad desde las que operaba, en Paseos del Sol, en Zapopan, y en
Las Pintitas, Tlaquepaque, donde ultimaron a sus seis víctimas.
“Hoy
lo que observamos es esta rivalidad, este enfrentamiento”, detalló Almaguer
Ramírez.
Sobre
las seis víctimas, todas del sexo masculino y aún por acreditarse si hay
menores de edad, hay cuatro que ya están identificadas; la autoridad tiene la
presunción que se dedicaban a la venta de droga y al robo.
CÁRTEL CELULAR
Entre
las células delictivas que actualmente están componiendo a la estructura del
CJNG en el estado de Jalisco, de acuerdo con la descripción que hizo el fiscal
general, están al menos las seis siguientes:
Una
primera célula delictiva que está operando en la parte Suroriente de
Guadalajara, municipio gobernado por el alcalde Enrique Alfaro Ramírez, del
Partido Movimiento Ciudadano (PMC).
Otra
célula delictiva más que controla las actividades ilícitas en el municipio de
Tonalá, gobernado por el priista Sergio Chávez Dávalos.
Una
tercera célula delictiva en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga, al Sur del
Área Metropolitana de Guadalajara, gobernado actualmente por Alberto Uribe
Camacho, del PMC.
Una
cuarta y quinta células delictivas asentadas ambas en el municipio de Zapopan,
al poniente de la metrópoli, y gobernado por el alcalde Pablo Lemus Navarro,
también del PMC.
Y
finalmente, una sexta célula del CJNG que se encarga de las actividades ilícitas
en los municipios de Tlaquepaque, El Salto e Ixtlahuacán de los Membrillos,
gobernados respectivamente por María Elena Limón, del PMC; Marcos Godínez
Montes y Eduardo Cervantes Aguilar, estos del PRI.
UECS EN ENTREDICHO
El
agente investigador de la Fiscalía General que fue detenido dentro del grupo de
sujetos que transportaba los seis cadáveres, formaba parte hasta hace unos
meses de la Unidad Especializada en Combate al Secuestro (UECS), la cual, se
supone, es uno de sus cuerpos con mayor escrutinio sobre sus integrantes.
Almaguer
Ramírez calificó lo ocurrido como una “traición” a la institución.
“Había
sido separado hace aproximadamente nueve meses de sus responsabilidades dentro
del Área de Secuestros, toda vez que no había acreditado sus exámenes de
control y confianza, y se había iniciado un proceso administrativo de
separación, por lo tanto, estaba realizando labores administrativas”.
Dijo
que a su llegada a la Fiscalía –julio de 2015- salieron de la dependencia 185
elementos por haber reprobado sus pruebas en dos ocasiones y ya no ser
reevaluables; a la fecha suman 271 agentes separados por esa causa, y hay 90
consignados por su involucramiento en distintos delitos.
(REPORTE
INDIGO/ LUIS HERRERA /MARTES 20 DE DICIEMBRE DE 2016)
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