El desafío podría llevar a este grupo,
encabezado por el estadounidense Raymond Burke, a ser expulsado del Colegio
CardenalicioCuatro miembros de la vieja guardia vaticana anuncian “un acto
formal de corrección de un
error grave” a Francisco, algo inédito en la Iglesia.
Ciudad de México, 6 de
diciembre (SinEmbargo).- Un desafío público al Papa. Cuatro de los cardenales
más marcadamente ultraconservadores, y que en distintas ocasiones han mostrado
su desacuerdo con el pontificado de Francisco y sus reformas, han dado un paso
más, y han denunciado la “confusión” de algunos punto de Amoris Laetitia, en
especial lo referente a la comunión para los divorciados vueltos a casar.
La iniciativa de los
purpurados alemanes Walter Brandmüller y Joachim Meisner; el italiano Carlo
Cafarra y, especialmente, el estadounidense Raymond Burke va mucho más allá,
hasta el punto de anunciar que, si el Papa no rectifica o “aclara” sus “dudas”,
los cardenales ultraconservadores le harán “un acto formal de corrección de un
error grave”. En otras palabras, declarar que el Papa está cometiendo una
herejía al defender esta y otras aperturas.
“ES UNA ABSOLUTA LOCURA”
Una amenaza que, más que
asustar en la Santa Sede, causa cierto estupor. Y es que, según han explicado a
eldiario.es expertos en Derecho Canónico de España y Roma, Burke se ha lanzado
a una piscina sin agua. “No existe una figura así, ni parecida, en el Derecho
Canónico. Es una absoluta locura”, subraya el historiador Juan Mari Laboa, uno
de los mayores expertos en el tema.
En el entorno papal, mientras
tanto, se toman con paciencia el enésimo ataque de los cardenales
ultraconservadores. El propio Papa, a quien Burke acusa prácticamente de
hereje, hizo un curioso llamamiento a “soportar pacientemente a las personas
molestas” durante una de sus últimas audiencias.
Según los purpurados, la
carta fue enviada el 19 de septiembre, pero después de no haber recibido
ninguna contestación a su escrito, decidieron publicar sus preocupaciones
acerca de la exhortación apostólica. Algo chocante, toda vez que Francisco
recibió al propio Burke en audiencia privada el pasado 10 de noviembre.
El cardenal norteamericano ha
explicado, en una entrevista al National Catholic Register que, si el Papa no
responde a la misiva, “haremos frente a esta situación”. Para Burke, “existe,
en la Tradición de la Iglesia, la práctica de la corrección al Romano
Pontífice. Es algo que es claramente bastante raro, pero si no hay respuesta a
estas preguntas, entonces yo diría que sería cuestión de hacer un acto formal
de corrección de un error grave”. O lo que es lo mismo, la herejía según ellos.
Estos cuatro cardenales ya
firmaron en su día una discutida carta contra el Papa, suscrita por un total de
13 purpurados (aunque al menos cuatro acabaron por echarse atrás). Ahora,
firman un escrito exigiendo explicaciones, pues están “profundamente
preocupados por el verdadero bien de las almas, suprema ley de la Iglesia, y no
por hacer progresar en la Iglesia cualquier forma de política”.
“Es nuestro deseo que nadie
nos juzgue, injustamente, como adversarios del Santo Padre y como personas sin
misericordia. Lo que hemos hecho y estamos haciendo nace del profundo afecto
colegial que nos une al Papa y de la apasionada preocupación por el bien de los
fieles”, apuntan.
En realidad, la carta supone
una enmienda a la totalidad a la Amoris Laetitia (especialmente a los párrafos
300 a 305, que hablan de la posibilidad de la comunión a los divorciados
vueltos a casar) y a la política de misericordia que el Papa está intentando
implantar en la Iglesia”.
ATACAN AL PAPA, DEFIENDEN A TRUMP
“Para muchos –obispos,
párrocos, fieles– estos párrafos aluden, o también enseñan explícitamente, un
cambio en la disciplina de la Iglesia respecto a los divorciados que viven en
una nueva unión, mientras que otros, admitiendo la falta de claridad o también
la ambigüedad de los pasajes en cuestión, argumentan sin embargo que estas
mismas páginas pueden ser leídas en continuidad con el magisterio precedente y
no contienen una modificación en la práctica y en la enseñanza de la Iglesia”,
concluyen.
Francisco ya había chocado
con los sectores más conservadores desde que intentó modificar el status de la
Curia vaticana y construir una Iglesia “pobre y para los pobres”. Ahora, la
contestación surge por la cuestión de los divorciados vueltos a casar; antes,
lo fue por el medio ambiente o sus palabras contra el capitalismo salvaje.
Curiosamente, los mismos cardenales que critican al Papa defienden abiertamente
las expresiones, cuando menos cuestionables, del presidente electo de Estados
Unidos, Donald Trump.
Los intentos de los cuatro
cardenales ultras no tienen paralelismo en la historia reciente de la Iglesia.
“No se pueden juzgar ni proclamar los errores de un Papa formalmente”, explica
Juan Mari Laboa. “Como cualquier cristiano, puede dar su opinión, y hacerlo en
público, pero no pretender que sea ningún ‘acto de corrección formal’.
¿Corregir formalmente al Papa? Es una locura”, apunta. Lo que sí podría –o
debería– hacer Bergoglio, apuntan los expertos, es llamar a los cuatro
cardenales y retirarles la birreta, algo que ya hizo en su día el Papa Pío XI.
Pese a lo que pudieran
pretender los cuatro cardenales opuestos al Papa, por el momento no ha habido
reacción oficial del Vaticano, ni se la espera. Francisco se reunió este lunes
con los jefes de los dicasterios de la Curia romana, pero del encuentro no
salió una respuesta a la petición de Burke, Brandmuller, Caffarra y Meisner.
Mas bien al contrario:
cardenales como el brasileño Claudio Hummes, uno de los más cercanos al Papa,
minimizaba el intento de cisma subrayando que “son sólo cuatro cardenales… Todo
el Colegio cardenalicio está con él”. Por su parte, el prefecto del nuevo dicasterio
para los laicos, Kevin Farrell, zanjaba la cuestión subrayando que
“sinceramente, no veo cómo y por qué algunos obispos parecen pensar que tienen
que interpretar este documento”.
Por su parte, el jesuita
Antonio Spadaro, considerado uno de los portavoces oficiosos de Bergoglio,
dejaba claro a los cardenales rebeldes que la Amoris Laetitia “es un acto del
magisterio, así que no hagáis la misma pregunta hasta que consigáis la
respuesta que queráis”.
ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR
SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE ElDiarioEs.
(SIN EMBARGO.MX/ Jesús Bastante/07 DE
DICIEMBRE 2016)
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