sábado, 2 de julio de 2016

LA HERENCIA DEL 5 DE JUNIO: REACOMODOS POLÍTICOS EN SONORA


El huracán que fue la jornada electoral del 5 de junio dejó una serie de efectos en la entidad y los cuales ya están a la vista. Por el resultado obtenido, las consecuencias al interior de los partidos y de la sociedad tendrán diversos impactos.

Dentro de los partidos se están dando reacomodos entre sus diferentes corrientes, fuerzas y personalidades. Socialmente, la oferta de estos está influida por la vendiera elección presidencial el 2018.

En ese tenor la actividad del gobierno de Claudia Pavlovich, ya está resintiendo la movida de tapete que significaron los comicios. Si pensó que su jerga justiciera y la satanización del anterior gobierno padrecista bastaban, la realidad le está demostrando lo contrario.

Cómo le fue en la fiesta electoral será el tamaño de la reacción que sacude las estructuras partidistas y sus aliados externos, los grupos de presión y de interés, de que hablaba Gaetano Mosca, en su libro “La Clase Política”.

Las sacudidas entre los esténtores de un viejo sistema político que se niega a morir y de uno nuevo que no acaba de nacer, mantienen en vilo a la democracia mexicana.

Todo lo anterior ya está a la vista. Veamos:

LOS TEMBLORES TRICOLORES: LA FRASE CIFRADA DE BELTRONES

La caída, con ayuda y todo, de Manlio Fabio Beltrones, luego del resultado electoral adverso, dejó sumido en el estupor tanto al gobierno de Claudia Pavlovich, como al PRI estatal, presidido por Gilberto Gutiérrez Sánchez, un beltronista de hueso colorado.

Sería ingenuo pensar que su salida del CEN tricolor no habría de provocar reacomodos entre las diversas fuerzas y facciones políticas en la entidad.

Y la cosa no es para menos, pues se prevé un reajuste a fondo en las delegaciones federales en la entidad, a donde arribaron gentes identificadas con el del Villa Juárez, capitaneados por el exprocurador con Manlio Wenceslao Cota Montoya, delegado de la Segob y uno de sus cercanos amigos y con quien hicieron sus pininos en la procu el extitular Abel Murrieta y el subprocurador Carlos Castillo Ortega.

Los cambios vendrán según de color del futuro candidato presidencial priísta. El escogido por el dedo presidencial de Peña Nieto, pues el PRI, a partir del 2012 volvió a ser el partido de Estado, que era hasta 1997, cuando Zedillo impuso la sana distancia entre el gobierno y su partido, impondrá su sello en la entidad y la gobernadora perderá lo que le queda de capacidad de maniobra.

De ahí la frase cifrada retomada de un discurso de Colosio de que el partido resiente lo que hace el gobierno y que vertió en su renuncia Manlio, y que a muchos analistas hizo ver que va por la libre por la candidatura presidencial, ya sin el yugo de presidir el partido, ni estar dentro del gabinete, toda vez que el PRI funciona como una secretaría de lecciones del gobierno. En cambio su advertencia sobre los avances y peligros de la ultraderecha y la ultraizquierda, cayó en saco roto. Nadie lo peló.

Las videoquejas y exabruptos claudilleros en contra la procuradora Arely Gómez, a la usanza del destape de Ernesto Zedillo, como candidato sustituto de Luis Donaldo Colosio encomendado a Beltrones por Carlos Salinas en 1994, no debe de haber dejado contenta a la jefa de la PGR, por la puesta en evidencia de no atender las denuncias interpuestas contra Guillermo Padrés y los suyos; los movimientos al interior del grupo de Ernesto “Borrego” Gándara, quemado por su aprobación del artículo 32 de la Ley 3 de 3 vetado por Enrique Peña Nieto y la reactivación del boursismo del sur del estado y del Movimiento No al Novillo, son señales propias de los reajustes esperados.

El dicho napoleónico de que la victoria tiene cien padres y la derrota es huérfana, tiene plena aplicación en el PRI.

Un PAN muy activo con la victoria y con línea desde el CEN
El resultado electoral benefició tanto al grupo de Damián Zepeda como al de Guillermo Padrés.

Al primero por su cercanía con Ricardo Anaya y al segundo por haber explotado su fama de operador electoral experto, de ahí la capacidad de exportar mapaches en apoyo de otras causas blanquiazules, pues el exgobernador mismo metió mano en la elección de Puebla en favor del candidato de Rafael Moreno Valle y su achichincle más aventajado Francisco “Paco” Bueno Ayub, hizo de las suyas en Durango, en donde se le buscó desactivar metiéndolo al bote por una bronca marital.

Como efecto de lo anterior, el proceso abierto para nombrar nuevo presidente estatal, convirtió al partido en un ring entre los grupos internos del PAN. Detrás de los tiradores a sustituir a Leonardo Guillén se atrincheraron las TRIBUS AZULES EN SU APOYO.
Con David Galván, se la juegan Anaya, Zepeda, el coordinador de los diputados locales Moisés Gómez Reyna, el excandidato a gobernador Javier Gándara y su excoordinador de campaña Gildardo Real, el alcalde de San Luis Río Colorado Enrique Reyna y otros alcaldes panistas.

A Adrián Espinoza, le opera la campaña el propio Memo Padrés, de ahí la inspiración y el aire que el expresidente de la desaparecida organización mapachil Siglo XXI se carga. El volantín está fuerte.

Y a Ernesto Munro, lo acompañan cuadros panistas como David Figueroa, Pancho García y Enrique Torres. El tufo padrecista que despide el extitular de la Profepa es su principal negativo.

En Hermosillo, serán factores los exalcaldes Alejandro López Caballero y Dolores del Río, desde Movimiento Ciudadano, y ambos mantienen una clientela importante dentro de Acción Nacional.

PRD: LA IZQUIERDA SIN RUMBO

Si la elección de 2015 validó una caída drástica en las preferencias electorales del partido solaztequino y lo quebró con la salida de Guadalupe Curiel, Juan Manuel Avila Félix y su gente para formar el MAS (Movimiento Alternativa Sonorense), el cual no termina de cuajar, cuando sus asambleas en Navojoa, Guaymas y otros municipios, no han reunido los mínimos exigidos por la Ley electoral, la abrupta salida de su dirigente máximo Agustín Basave, quien por ser ajeno a la corriente mayoritaria dentro del partido, es decir Nueva Izquierda. Mejor conocida como los Chuchos de Jesús Ortega y Jesús “El Tragabalas” Zambrano, no le afectó en su prolongada debacle.

Su colaboracionismo con el gobierno de Padrés y la posterior negativa de Los Chuchos desde el CEN perredista a ir en alianza con el PAN en la elección del año pasado, lo tienen al borde de su desaparición y en riego de perder su registro estatal como sucedió en la pasada jornada electoral en lugares como Tamaulipas y Sinaloa.

MORENA:¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!

Morena, nadie duda que es un partido unipersonal. Andrés Manuel López Obrador, luego de las amargas experiencias de 2006 y 2012 lo formó para buscar la presidencia. Verdad o mentira, la versión es propalada en los medios afines al oficialismo.

Que el Peje es populista y mesiánico y que a veces se deschaveta, como aquella vez que cerró Paseo de la Reforma en la Ciudad de México en protesta del fraude de 2006 y luego se asumió presidente “legítimo”, cruzándose el pecho con una banda tricolor hechiza, propia de alguna escena cómica de la película “La Ley de Herodes” de Luis Estrada, poco lo dudan.

Pero, que ha sido un crítico consistente del gobierno peñista y sus desatinos, es cierto y eso lo tiene de puntero en la puja por la presidencia en 2018.

De que los buenos números en la elección reciente, obtenidos sin alianzas, que lo colocaron como segunda fuerza política en algunas entidades y como primera en la Ciudad de México, es un logro importante a dos años de conformación del partido.

En Sonora Morena es un partido casi testimonial, en 2015 obtuvo escasa votación. Las personalidades más identificadas con la causa amlista no han sabido hacer despegar a la marca. En 2015 la velocista Ana Gabriela Guevara apoyó sin recato a la candidata del PRI Claudia Pavlovich y Alfonso Durazo, su dirigente estatal, más allá de una que otra declaración espectacular como oposición, no ha conformado un discurso atractivo para amplias capas sociales. Ni siquiera su declarada cercanía con la CNTE, el movimiento social de moda, le ha servido para catapultar el malestar ciudadano, hasta ahora orientado desde el gobierno claudillero en contra de Padrés y su gente.

GUAYMAS A LA VISTA

En el puerto de puertos, el impacto de estos reacomodos, también se hace presente. El PRI, fundado por Plutarco Elías Calles, sufre una leve sacudida cuando una nueva generación de priístas, sin experiencia, contactos, ni formación, pretenden sacarse de encima a una casta de caciques que han manejado el partido a su antojo, llámense Marco Antonio Llano o Antonio Astiazarán, uno operando desde siempre y el otro en últimas fechas bajo su padrinazgo y en medio de ambos una pléyade de políticos que no han sabido cuajar o ya en retiro: Miguel Salas Mariscal, metido en su notaría, Marcos Llano jr., atendiendo los negocios familiares; Carlos Zaragoza Décima, Enrique Rodríguez Pompa, Julio César Márquez, Otto Claussen, Enrique Claussen, Walter De Cima, Manuel Ibarra Salgado, Luis Felipe “El Gato” Bárcenas, Jesús Fajardo, etc.

Cabeza visible de esa amenaza de abordaje, se ubica al coordinador de la fracción prísta en cabildo Rubén Contreras Hermann, quien es coecheado por Víctor Marín y Pepe Ramírez, operan desde las sombras para la diputada federal Susana Corella, alfil del exalcalde Antonio Astiazarán para recuperar la alcaldía en 2018, ello debido a la cercanía con su comadre Claudia Pavlovich.

 El intento de echar fuera al director del Instituto Municipal del Deporte Oscar Rodríguez Argüelles, fue parte de una maniobra para evidenciar a Lorenzo De Cima. Porfirio Villa Brito, edil del MAS de Guadalupe Curiel, ya es parte de esa conjura.

Más discreto, se maneja el otro tirador a la candidatura a la alcaldía, el empresario transportista Alfredo Suárez, quien en la pasada campaña manejó las finanzas en la región para la actual gobernadora y tuvo mano en la colocación de dependencias estatales en el municipio.

El PAN en cambio, no se ve en su futuro un candidato que de la pelea, O no ha saltado a la palestra ningún querendón por protección. Solo Manuel Villegas, muestra su ambición. El problema del “Villeguitas” es su cercanía con el Pano Salido, coordinador de los diputados locales del PRI y su alejamiento del partido en Guaymas.

Tal vez por eso como acostumbra su instinto de la oportunidad lleva a cabo acercamientos con Morena y por qué no ser su candidato a alcalde, ahora que el Peje viene con toda su fuerza. Víctor Marín le opera a Villegas sus acercamientos con Morena. Qué pensará Alfonso Durazo, esa es la pregunta.

Como se ve la caballada para la próxima elección, no solo está flaca, sino a punto de la inanición.

(EL PORTAL DE LA NOTICIA/ COLUMNA “LA VIÑADEL SEÑOR” 26 Junio 2016 )

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