domingo, 3 de abril de 2016

SOCIOS DE OCEANOGRAFÍA PAGABAN IMPUESTOS A TRAVÉS DE EMPRESA EN PARAÍSO FISCAL


Algunos de los nombres de mexicanos que figuran en el entramado internacional de ocultamiento de dinero son los socios de Oceanografía, empresa que fue favorecida en el gobierno del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa, con millonarios contratos con la empresa petrolera paraestatal mexicana.

Amado Yáñez Osuna, Martín Díaz Álvarez (sobrino del ex secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz), y los hermanos Oscar y Francisco Javier Rodríguez Borgio le compraron a Mossak Fonseca tres empresas offshore en las Islas Vírgenes Británicas, territorio al este de Puerto Rico, en el Caribe.

Las empresas tenían como dirección final un departamento en Miami, Florida, donde residía Díaz Álvarez.

Mossack Fonseca, además, abrió otra compañía en el mismo paraíso fiscal para la empresa encargada de pagar los impuestos de Oceanografía a nombre de Fabián Narváez Tovar, quien le brindaba servicios de outsourcing a la contratista.

Sin embargo, Amado Yañez aseguró al semanario Proceso, uno de los medios mexicanos involucrados en la investigación, que desconoce la existencia de una de ellas, Ceresia, en cuya creación aparece su firma.

Amado Yáñez ahora está en prisión acusado de delitos financieros, mientras que a Martín Díaz y a los hermanos Rodríguez Borgio se les abrió a fines de 2014 un expediente por lavado de dinero en Suiza, según la información obtenida a través de Süddeutsche Zeitung y del ICIJ.

En México, ese mismo año se libró una orden de aprehensión al sobrino de Gil Díaz por uso de recursos de procedencia ilícita según consta en registros judiciales de la Procuraduría General de la República (PGR).

El ex dueño de Oceanografía, Yáñez Osuna, habría cometido un supuesto fraude contra el banco Banamex por más de 5,300 millones de pesos, al obtener préstamos dejando como garantía estimaciones falsas que obtendría de contratos con una subsidiaria de Petróleos Mexicanos (Pemex).

Esta acusación llevó a Amado Yáñez a la cárcel y a la localización e intento de extradición de Estados Unidos a México de su socio y exdirector financiero Martín Díaz Álvarez.

El año pasado, Banamex perdió un par de apelaciones en las que pretendía que se reconocieran 10 adeudos que tenía Oceanografía supuestamente con la institución, por más de 7 mil 500 millones de pesos, derivado del presunto fraude.

El Primer Tribunal Unitario en Materia Administrativa y Civil del Distrito Federal sólo le reconoció alrededor de 112 millones de pesos (mdp), lo que representó 1.49 por ciento del total del monto reclamado por Banamex.

LA INVESTIGACIÓN INTERNACIONAL PANAMÁ PAPERS

El diario alemán Süddeutsche Zeitung con sede en Munich, recibió millones de registros de una fuente confidencial y los compartió con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ por sus siglas en inglés), que convocó a periodistas socios en todo el mundo.

Los más de 100 medios internacionales que participaron de la investigación no pagaron por el acceso a la información, que significa la mayor filtración de datos sobre lavado de dinero a nivel mundial.

Los registros filtrados provienen de la firma Mossack Fonseca, una empresa panameña de más de 40 años de existencia, con sucursales en 48 ciudades del mundo, conocido por crear y administrar sociedades offshore, fundaciones y fideicomisos en paraísos fiscales.


A diferencia de otros despachos y firmas de abogados panameños, los cuales suelen anunciarse de manera ostentosa en la avenida 50, una de las vías más importantes de la capital de Panamá, Mossack Fonseca adoptó un perfil muy discreto, lavando millones de dólares día con día.

En la práctica, un cliente es un intermediario entre la firma panameña y el beneficiario final, verdadero dueño de las compañías creadas para esconder el dinero.

Mossack Fonseca no tiene oficinas en México, como en otros países de América Latina, pero tampoco las necesita.

Cuenta con numerosos despachos de abogados que operan como intermediarios entre los beneficiarios finales de las empresas offshore y la firma panameña.

En el caso de México se contabilizaron 65 compañías, 47 beneficiarios finales o dueños, 29 clientes y 208 accionistas de empresas vinculadas con mexicanos o extranjeros radicados en México.

A nivel global, el despacho panameño tenía hasta fines del año pasado 214 mil 448 entidades registradas en su historia y 14 mil 153 intermediarios.

El ocultamiento del dinero no sería posible sin la participación de los bancos, empezando por los más grandes a nivel mundial, que fungen en muchos casos como accionistas en las empresas creadas en los offshore.


Para el caso de México, los archivos de los Panama Papers muestran la presencia de Santander Private Banking, HSBC Private Banking, Credit Suisse First Boston y la calificadora Merril Lynch.

Los despachos mexicanos han sido un gran activo para la firma panameña, ya que son quienes la ponen en contacto con los dueños del dinero. Tan sólo en 2010, Mossack Fonseca envió regalos de Navidad a 310 despachos mexicanos.

En respuesta a cuestionamientos de los diversos medios involucrados durante la investigación periodística, Mossack Fonseca aseguró que sus servicios son legales.

Sin embargo, la práctica de la firma ha permitido esconder dinero cuyo origen se desconoce, incluidos lavadores de dinero del narcotráfico y vendedores de armas.

Entre los mexicanos involucrados se encuentran el empresario mexiquense Juan Armando Hinojosa Cantú, el dueño de TV Azteca, Ricardo Salinas Pliego, y Alfonso de Angoitia Noriega, vicepresidente Ejecutivo y presidente del Comité de Finanzas de Grupo Televisa.



(SEMANARIO ZETA/ REDACCION/ Domingo, 3 abril, 2016 04:25 PM)

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