domingo, 3 de abril de 2016

DUEÑO DE TV AZTECA, CONSTRUCTOR DE LA “CASA BLANCA”, Y VICEPRESIDENTE DE TELEVISA LAVARON DINERO, REVELAN LOS #PANAMAPAPERS


El diario alemán Süddeutsche Zeitung con sede en Munich, recibieron millones de registros de una fuente confidencial y los compartió con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ por sus siglas en inglés), que convocó a periodistas socios en todo el mundo.

Los más de 100 medios internacionales que participaron de la investigación no pagaron por el acceso a la información, que significa la mayor filtración de datos sobre lavado de dinero a nivel mundial.

Los registros filtrados provienen de la firma Mossack Fonseca, una empresa panameña, con sucursales en 48 ciudades del mundo, conocido por crear y administrar sociedades offshore, fundaciones y fideicomisos en paraísos fiscales.

Entre los mexicanos involucrados se encuentran el empresario mexiquense Juan Armando Hinojosa Cantú, el dueño de TV Azteca, Ricardo Salinas Pliego, y Alfonso de Angoitia Noriega, vicepresidente Ejecutivo y presidente del Comité de Finanzas de Grupo Televisa.

 ¿QUÉ SON LOS PANAMÁ PAPERS?

 376 periodistas, de 76 países, analizaron durante un año de 11.5 millones de documentos filtrados de sociedades en paraísos fiscales.

La operatoria de 12 presidentes actuales, además de ex mandatarios nacionales, y así como de un centenar de políticos de todo el mundo, empresarios, celebridades y figuras del deporte.

Los archivos incluyen a no menos de 33 personas y compañías puestas en la lista negra del gobierno de los Estados Unidos por haber hecho negocios con capos de la droga mexicanos y con organizaciones terroristas como Hezbolá.

Los documentos, que van desde 1977 hasta el 2015, dejan en claro que grandes bancos impulsan de manera importante la creación de compañías difíciles de rastrear en las Islas Vírgenes Británicas, Panamá y otros paraísos offshore.

Los archivos contienen más de 15 mil 300 compañías de papel, usadas para ocultar clientes de más de 200 países.

Las sociedades offshore son empresas que no registran ninguna actividad económica o comercial real.

Si bien no es ilegal tener una firma en un paraíso fiscal, en muchos casos suelen ser utilizadas para transferir dinero, realizar operaciones financieras o abrir cuentas bancarias en el exterior, con atractivos beneficios impositivos y sin que se conozca a sus reales dueños.

Como parte de sus servicios, Mossack Fonseca ofrece la gestión de apertura de esas sociedades o la venta de una ya conformada, además de su administración, a través de un manager propio o de otras sociedades creada por ellos.

Los directores, que suelen ser panameños y cumplen un rol formal, y hasta incluso, en algunos casos, los accionistas que van a aparecer en los registros, para evitar que se conozca el nombre real del beneficiario final.

La mayor parte de los servicios que la industria offshore provee son legales si los utilizan quienes obedecen a la ley.

 Sin embargo, los documentos del Panamá Papers demuestran que bancos, firmas legales y otros actores offshore no siempre siguieron los requerimientos legales para asegurarse de que sus clientes no estén envueltos en, por ejemplo, posibles maniobras de evasión de impuestos o lavado de dinero.

En algunas instancias, según muestran los archivos, intermediarios offshore se protegieron a sí mismos y a sus clientes ocultando transacciones sospechosas o alterando registros oficiales.

Vicepresidente de finanzas de Televisa, involucrado en los #PanamaPapers, creó empresa para comprar departamento en Las Bahamas   Alfonso de Angoitia Noriega, vicepresidente Ejecutivo y presidente del Comité de Finanzas de Grupo Televisa, contactó a Mossack Fonseca en el año 2005, a través de su despacho: Mijares, Angoitia, Cortes y Fuentes.

 El despacho le ofreció a Mossack Fonseca integrar a su cartera a importantes empresarios de México, como Emilio Azcárraga Jean, presidente de Televisa.

Uno de los productos de Mossack Fonseca que más le interesó al despacho del ahora ejecutivo de la televisora fue la creación de fundaciones.

A petición de entrevista del portal Aristegui Noticias, Angoitia admitió haber adquirido esta empresa en Bahamas “con el propósito de comprar un departamento y una membresía en un club de buceo náutico ubicado precisamente en Bahamas, deporte que practica desde hace muchos años”.

Sin embargo, aseguró que se trató de una “adquisición pública y transparente”, por lo que le negó relevancia al tema, según respondió el ejecutivo de Televisa a través del vocero de la empresa, Alejandro Olmos.

 “La adquisición de esa sociedad fue pública y transparente.
Tan es así que esa empresa quedó inscrita en el Registro Público de Bahamas, información que puede ser consultada por cualquier persona. El licenciado Angoitia se encuentra en pleno cumplimiento de las disposiciones fiscales que le son aplicables en México en relación con UCETEL. No encontramos mayor relevancia en el tema, pero estamos atentos por si se requiere mayor información”, dijo Olmos en la respuesta que pidió se transmitiera de forma íntegra por el citado medio.

Angoitia, junto a Emilio Azcárraga Jean, Bernardo Gómez González, y José Bastón Patiño, forman el grupo de los llamados “Cuatro Fantásticos de Televisa”.

De acuerdo con la información disponible, fue hasta 2014 cuando Angoitia creó su propia empresa, Ucetel Incorporated, en las islas Bahamas, entre Cuba y Florida.

El 11 de diciembre de ese año, la oficina de Mossack Fonseca en Bahamas recibió el certificado de incorporación de la empresa propiedad del ejecutivo de Televisa.

Tres meses después, Angoitia le pidió a la firma panameña incorporar como titular de una sola acción, con valor de un dólar, a la empresa JTC Corporated Services (Suisse) Limited, registrada en las Islas Vírgenes Británica, pero con dirección en Ritter House, 5th Floor, Wickhams Cay II, Roadtown, en Miami, Florida. Con ese sólo movimiento de una acción, el ejecutivo de Televisa pidió también que se registrara como director de Ucetel Incorporated a JTC Directors (Suisse) Ltd, con sede en el territorio británico del Caribe.

En el formulario que entregó a Mossack Fonseca para esa incorporación, Alfonso de Angoitia reportó que Ucetel había sido creada como socio general de una Sociedad Limitada de Canadá y que su capital era de 50 mil dólares, divididos en 50 mil acciones de un dólar cada una.

El vicepresidente de Televisa, la más importante de habla hispana, aseguró que era el único beneficiario y que la procedencia de los fondos eran ahorros de su salario y compensaciones.

Sin embargo, el interés de Mossack Fonseca en Angoitia ha ido más allá de la compra de un departamento o un yate, indica el semanario Proceso, que junto con Aristegui Noticias fueron los únicos dos medios mexicanos involucrados en la investigación.

En sus primeros contactos con el bufete de abogados mexicano, los agentes de la firma panameña ofrecieron sus servicios a los socios del alto ejecutivo de Televisa.

Los documentos indican que un empleado de Mossack Fonseca identificado como “J Palacios”, se reunió con Carlos Malpica Hernández, entonces socio del despacho mexicano, para explicarle los servicios de la firma especializada en la creación de empresas offshore.

Uno de ellos, el MF Trust, que administra fundaciones privadas, apertura de cuentas bancarias y administración general, así como los servicios de administración de Mossack Fonseca.

Según el reporte de J Palacios, Malpica le dijo que para entonces el uso de las corporaciones offshore se habían reducido en ese tiempo en México, pero que estaba muy interesado en la creación de fundaciones privadas, uno de los servicios de la firma panameña.

Malplica “incluso tenía en mente que el principal dueño de Televisa, que es uno de sus clientes, estaba buscando una manera de organizar sus activos”, según el reporte del enviado de Mossak Fonseca.

Y agregó:

“Las fundaciones privadas serían una forma diferente e interesante de asistir a su cliente”, es decir, a Emilio Azcárraga Jean, presidente de Grupo Televisa.

Otro informe en el que se hace seguimiento y evaluación del despacho Mijares, Angoitia, Cortés y Fuentes, señala que gran parte de sus clientes son mexicanos y destacan que son los abogados de Televisa.

“Han utilizado LLCs (sociedades de responsabilidad limitada) de Dellaware y fideicomisos de las Islas Caimán para fondos privados de capital”.

Explica:

“Pueden utilizar Caimán legalmente porque solicitan al gobierno de Caimán un certificado de transparencia, en el que se declaran las personas que aportan al fideicomiso o a título personal. Con este requisito, la secretaría de Hacienda mexicana no los graba como paraíso fiscal y pueden hacer deducciones”.

Según el documento, el abogado del despacho del ejecutivo de Televisa Fernando Borja Mújica, “los fondos privados se seguirán desarrollando y, “según él, serán el sustituto de la Bolsa Mexicana”.

Más aún, que a pesar de las prohibiciones legales a la banca privada para sugerir inversiones fuera de México, “en realidad existe” esa conducta.

Optimista, indica Proceso, el agente de Mossak Fonseca aseguró que tenían cien por ciento de probabilidades de hacer negocios con los abogados de Televisa.

En la información filtrada no aparece en lo inmediato que los hayan concretado. Sólo está el archivo de Angoitia.

En la secuencia de documentos que presentó al despacho panameño para acreditarse como beneficiario principal de Ucetel Incorporated, Alfonso de Angoitia Noriega entregó una copia de su pasaporte mexicano.

PERFIL DE ANGOITIA REALIZADO POR EL PERIODISTA JENARO VILLAMIL Y PUBLICADO EN LA REVISTA PROCESO (TEXTO ÍNTEGRO TOMADO DE LA PUBLICACIÓN)

En los documentos oficiales de Grupo Televisa ante la Bolsa Mexicana de Valores y ante la Securities Exchange Commision (SEC) de Estados Unidos, Alfonso de Angoita aparece como vicepresidente ejecutivo de Televisa y presidente del Comité de Finanzas del Grupo Televisa. Es miembro del Consejo de Administración y del Comité Ejecutivo de la televisora desde 1997.

Además, forma parte de los consejos de administración de todas las empresas filiales de Televisa en el área de televisión restringida y telefonía como son Cablevisión, Sky, Cablemas, Operbes (Bestel), TVI, así como en la principal cadena de televisión de habla hispana, Univisión, en donde la empresa de Azcárraga es socio de Haim Saban.

De Angoitia participa también en los consejos de administración de Grupo Financiero Banorte y de Fomento Económico México, y es presidente del patronato de la Fundación Kardias, que combate las enfermedades cardiacas infantiles, organización civil que dirige junto con su esposa María de la Concepción Legorreta.

Abogado especializado en reestructuraciones financieras, Alfonso de Angoitia se incorporó en abril de 1997 al equipo directivo de Grupo Televisa que Emilio Azcárraga Jean armó tras la muerte de su padre, Emilio Azcárraga Milmo.

Desde 1994, De Angoitia, abogado egresado de la UNAM, fundó el despacho Mijares, Angoitia, Cortés, Fuentes y Asociados que se convirtió en pocos años en uno de los más influyentes debido a las redes de poder de Televisa y al vínculo político que estableció De Angoitia con el gobierno de Ernesto Zedillo, el artífice de una auténtica “operación de Estado” para que la mayoría accionaria de la televisora recayera en manos de Emilio Azcárraga Jean y se evitara la pulverización de la compañía por las disputas entre los familiares de “El Tigre” Azcárraga.

 De Angoitia pronto se convirtió, junto con Bernardo Gómez, amigo de la infancia de Azcárraga Jean, en el otro pilar de esta especie de triunvirato que dirige los destinos de Televisa.

El otro integrante de “Los Cuatro Fantásticos”, José Bastón, está al frente de la parte de contenidos y programación del consorcio, pero tiene mucho menos poder que Angoitia y Gómez.

Durante el sexenio de Felipe Calderón y especialmente en el actual gobierno de Enrique Peña Nieto, el poder y la influencia de De Angoitia crecieron al interior de Televisa, al grado que es común que se maneje al interior de la compañía que entre él y Bernardo Gómez, el operador político y responsable del área informativa del consorcio, se disputan las principales decisiones de la empresa y de la sociedad.

De Angoitia fue el artífice entre 2006 y 2010 del crecimiento de Televisa en los dos segmentos que se convirtieron en el ancla de sus futuros negocios: la televisión de paga y los servicios de telecomunicaciones.

En ese periodo, las ventas del segmento de televisión de paga o restringida (cableras y Sky) crecieron 23.7 por ciento que contrastaron con el magro crecimiento de 0.5 por ciento en el segmento de televisión abierta, el origen del poder y la fortuna de los socios y accionistas de Televisa.

Este avance en el mercado del triple play (video, telefonía e internet) llevó a Televisa a la confrontación directa con Carlos Slim, el magnate de América Móvil que ayudó a la reestructuración financiera del grupo y se transformó en su competidor en el mercado de telecomunicaciones.

De Angoitia aprovechó al máximo la prohibición en el título de concesión de Telmex para ofrecer servicios de televisión restringida y con el apoyo de las autoridades de telecomunicaciones y de competencia (CFC y Cofetel) Televisa acaparó en menos de un lustro el 60 por ciento los servicios de televisión de paga.

La única competencia que tuvo Televisa en este terreno fue Grupo Dish, una alianza formada en 2009 entre la empresa Multivisión (MVS), EchoStar y Telmex. De Angoitia y su equipo de abogados comenzaron desde esa fecha una disputa política y legal para acusar de “ilegal” esta sociedad.

El 10 de julio de 2012, De Angoitia fue el responsable de la operación tras bambalinas y de dar a conocer la incorporación de Emilio Azcárraga Jean al Consejo de Administración de Grupo Iusacell, en compañía de su presunto competidor Ricardo Salinas Pliego, de TV Azteca.

Durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, De Angoitia fue el artífice de la negociación con Humberto Castillejos, director jurídico de Los Pinos, para que Televisa saliera beneficiada en la nueva reforma de telecomunicaciones, de tal forma que no se reconociera su papel como “agente económico preponderante” en televisión restringida.

De Angoitia y sus principales colaboradores, como Francisco Fuentes Ostos del despacho Minjares, Angoitia y Cortés, Alejandro Bustos Olivares, vicepresidente jurídico del consorcio, y Adolfo Lagos, vicepresidente de Telecomunicaciones de Televisa, realizaron un intenso cabildeo en el seno del nuevo Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), entre agosto y septiembre de 2015, para impedir que el organismo regulador decretara a Televisa con “poder sustancial” en el mercado de televisión por cable y televisión satelital (ver la edición 2031 de Proceso).

 A pesar del poder acumulado y de su fama como negociador implacable, De Angoitia enfrenta ahora el desafío de una nueva crisis al interior de Grupo Televisa ante la disminución de la venta de publicidad en televisión abierta, la caída de los ratings en sus principales contenidos, el surgimiento de una nueva competencia que es la tv on line, cuyo crecimiento ha sido exponencial (como en el caso de Netflix), y las deudas acumuladas en dólares por Grupo Televisa.

La solución de Los Cuatro Fantásticos ha sido emprender un recorte del 30 por ciento del personal de la empresa, incluyendo a corresponsales, técnicos, administrativos, artistas, etc.

Televisa es una empresa en crisis, pero sus cuatro principales ejecutivos, especialmente Alfonso De Angoitia, están en su mejor momento y poseen una fortuna personal incalculable.

Por supuesto, buena parte de los accionistas minoritarios de Televisa desconocen la existencia de, cuando menos, una empresa “fantasma” a nombre del jefe de las finanzas de la televisora. 


(SEMANARIO ZETA/ REDACCION/ Domingo, 3 abril, 2016 11:31 AM)

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