“Todo su cuerpo estaba quemado, sus pies no,
por el calzado que traía”, dijo ahogando los sollozos Sergio Ramírez, tío de
Iván Alfredo Vázquez Chávez, de 18 años.
Apenas minutos antes
había recibido la noticia de que el joven trabajador de la maquiladora Bluberry,
había muerto debido a las lesiones que sufrió en la explosión ocurrida poco
después del mediodía del jueves.
Junto con otros
familiares, Ramírez se fundió en un abrazo colectivo, con el que trataron de
consolarse, mientras que parientes de otros heridos se les acercaron para
darles el pésame.
“Siento mucho lo que
les pasó”, le dijo una mujer de manera espontánea. Otros de plano rodearon a
Sergio y allegados y los abrazaron.
Mujeres, hombres y
adolescentes lloraron tanto por Iván Alfredo, que conmovieron hasta a los
vendedores apostados a los lados de la rampa de la entrada a Urgencias del
‘Seguro Viejo’.
“Nunca pensamos que
esto podría pasar, queremos que todo esto sea una pesadilla, no esperábamos
esto”, dijo Ramírez entre lágrimas.
Sus rasgos faciales
permanecieron contraídos mientras trataba de explicar lo inesperado.
Contó que su sobrino
era soltero y que vivía con sus padres, quienes son ahora los que están
sufriendo por la pérdida de su hijo.
En medio de la
desgracia, Ramírez también pensó en lo que está por venir para los deudos.
“Quiero decirle a
las autoridades que se hagan cargo de su familia, que no nos dejen solos”,
dijo.
Recordó que la noche
del jueves el gobernador del estado, César Duarte, habló con ellos en las
instalaciones del hospital y les dijo que iba a apoyarlos, por lo que le
solicitó que cumpla lo prometido.
“Queremos saber qué
fue lo que pasó, que las autoridades vengan a dar la cara”. Otro ataque de
llanto le impidió hablar.
Un adolescente
espigado que lo acompañaba tuvo una crisis nerviosa, por lo que tuvo que ser
sujetado por otra llorosa mujer que le dijo palabras de aliento al oído hasta
que se tranquilizó.
La llegada de
fotógrafos y camarógrafos alteraron a los parientes de Iván Alfredo, uno de
ellos dijo con voz firme: “no nos tomen fotografías, por favor”.
Ante el acoso, al
menos siete de los parientes del fallecido optaron por buscar refugio en la
sala de espera del hospital, hacia donde penetraron para seguir dando rienda
suelta a su dolor.
Fuentes del Seguro
indicaron que el fallecimiento del obrero ocurrió poco antes de las 10 de la
mañana debido a las complicaciones por las quemaduras que sufrió en el 90 por
ciento de su cuerpo.
(El Diario |
2013-10-25 | 23:27)
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