martes, 13 de noviembre de 2012

DOS MUJERES CAUSARON LA CAÍDA DE PETRAEUS

Agencias

Washington, EU.- La relación extramatrimonial entre David Petraeus y su biógrafa, Paula Broadwell, sigue dejando interrogantes. Los detalles del escándalo que provocó la dimisión del director de la CIA han despertado dudas incluso entre los líderes del Congreso estadounidense, que se quejaron el domingo ante la demora del FBI para informarles sobre el caso.

Líderes demócratas y republicanos acudieron a los programas de la televisión estadounidense en busca de respuestas a por qué el FBI tardó hasta mediados de la semana pasada para informarles de la investigación.

Los legisladores quieren saber cuándo el FBI descubrió la relación ilícita entre Petraeus y Broadwell, cuándo avisaron a Petraeus de la investigación, si hubo riesgo para la seguridad nacional y, sobre todo, por qué mantuvo a oscuras al Congreso.

Es precisamente en televisión donde se revelaron los últimos datos que se han conocido sobre el “affaire”. La cadena ABC aseguró que Petraeus y Broadwell comenzaron su relación en agosto de 2011, después de que el ex militar abandonara su puesto como jefe de las fuerzas de la OTAN en Afganistán para ponerse al frente de la CIA, en sustitución de Leon Panetta.

La relación se hizo pública hace unos días, aunque era ya conocida con anterioridad en el seno del FBI. Todo comenzó cuando esta organización comenzó a investigar unas quejas de “acoso” por parte de Broadwell hacia una segunda mujer en Florida. La misma cadena reveló la identidad de esa segunda mujer, que hasta ayer permanecía en el anonimato.

Según una persona cercana a la familia Petraeus en la misma cadena, se trata de Jill Kelley, una amiga de la familia desde hacía varios años. De acuerdo con esta versión, Kelley acudió al FBI tras recibir varios e-mails en tono amenazante desde el correo de David Petraeus. Las pesquisas destaparon la relación de Petraeus con su biógrafa.

“Mi familia y yo hemos sido amigos del general Petraeus y su familia desde hace más de cinco años. Respetamos su intimidad y queremos lo mismo para nosotros y nuestros tres hijos”, dijo Kelly en un extracto conseguido por la ABC.

EL HILO SE ENREDA

Oficiales no identificados detallan que Broadwell envió los mensajes por correo electrónico a Kelly diciéndole que se mantuviera alejada del general, quien tiene 60 años.

Kelley tomó las cartas como amenaza y avisó al FBI, quién al investigar lo sucedido descubrió la relación de la biógrafa Broadwell con Petraeus.

El FBI contactó a funcionarios de inteligencia y el director de Inteligencia Nacional, James Clapper, pidió la renuncia a Petraus.

DRAMA HUMANO

Como biógrafa, Broadwell tuvo un inusual acceso a Petraeus durante el año que pasaron juntos en Afganistán. Algunas personas allegadas al general “habían sospechado que los sentimientos de Broadwell hacia él habían cruzado la línea profesional”, dijo ABC, al asegurar que, aparentemente, fue Petraeus quien puso fin a la relación. Esas personas, continuó la cadena, consideraron que Broadwell “causaba vergüenza y se mostraba demasiado melosa” al hablar de Petraeus.

Sin embargo, los investigadores no descubrieron información que comprometiera datos secretos o actividad criminal, según fuentes allegadas a la investigación, que aseguraron que lo único que se encontró fue “un drama humano”.

PAULA BROADWELL

Con 40 años, Broadwell es teniente coronel de la reserva, escritora, deportista, investigadora asociada a Harvard Center for Public Leadership y candidata al doctorado en el Departamento de Estudios sobre la Guerra en King’s College, Londres, además de graduada en 1995 de West Point Academy, con títulos en Geografía Política e Ingeniería de Sistemas. También tiene un Master’s Degree con honores de la Universidad de Denver Josef Korbel School of International Studies y un MPA de la Escuela de Gobierno John F. Kennedy, de Harvard. Ha escrito para el “New York Times”, “International Herald Tribune”, “Christian Science Monitor” y “Boston Tribune”, y también ha escrito capítulos en libros y ha tenido participaciones en programas de televisión sobre contrainsurgencia, liderazgo y mujeres en defensa. 

Su esposo, Scott R. Broadwell, es un prominente doctor en Charlotte, Carolina del Sur, y la pareja tiene dos hijos. Su romance con el general Petraeus fue confirmado por éste al hacer pública su renuncia.

JILL KELLY

De 37 años, es una conocida persona de la sociedad en Tampa. Tiene un trabajo no remunerado como planificadora social de la Fuerza Aérea MacDill, donde radica el Comando Central de Petraus.

Muy activa en organizaciones que apoyan causas militares, mantuvo una correspondencia con Petraeus que causó que Broadwell le enviara los correos. Tiene tres hijos pequeños con su esposo, el doctor Scott Kelley, quién dirige el Departamento de Oncología y Cirugía del Esófago, en H. Lee Moffit Institute, en Tampa, Florida, y ha hecho contribuciones valiosas en el campo de la medicina. Jill Kelley proviene de una familia libanesa que emigró a Filadelfia en los años 70.

Un comunicado de la familia Kelley pidió respeto para su privacidad, pero sin comentar si Jill tuvo una relación sentimental con el general Petraeus.

HOLLY PETRAEUS

Dos meses después de graduarse de West Point, Petraeus se casó con Holly Knowlton, hija del general William A. Knowlton, quién era superintendente de West Point. Holly domina varios idiomas, obtuvo el National Merit Scholar en la secundaria y se graduó en Dickinson College. Los Petraeus tienen dos hijos, Anne y Stephen, que lideró un pelotón de infantería en Afganistán como teniente del Ejército.

SUSPICACIAS

La economista y analista política Marycruz Magowan, graduada de Georgetown University, University of Maryland College Park y la Universidad Mayor de San Andrés, dijo que veía muchas lagunas inexplicables en el caso de Petraeus.

“Se descubrió precisamente al día siguiente de saberse el resultado de las elecciones y días antes de que el general testificase ante el Congreso sobre Bengazi, y ahora, junto con el escándalo, indican que Petraeus no declarará esta semana”, expuso Magowan.

“La cosa se pone peor, hay algo que no concuerda en la forma en que la historia salió. Lo que dice el Gobierno y las fechas no concuerdan. El director de Inteligencia Nacional, James Clapper, dice que él pidió la renuncia a Petraus, pero éste dijo a un amigo que él había renunciado. El caso es que Bengasi y el escándalo se están usando para distraer”, expresó Magowan.

PETRAEUS DEVASTADO; SU ESPOSA, FURIOSA

Un ex asesor de la CIA comentó que el general David Petraeus está “devastado”.

Steve Boylan, un ex vocero del militar retirado, dijo ayer a ABC que Petraeus terminó la relación hace cuatro meses.

Boylan agregó que Holly, la esposa del general durante 38 años, está “furiosa”. Boylan, quien dijo que habló con Petraeus el fin de semana, también reveló a NBC que él está completamente “devastado”.

» El director de Inteligencia Nacional, James Clapper, fue informado por el Departamento de Justicia sobre la investigación a Petraeus alrededor de las 17:00 horas del 6 de noviembre, día de las elecciones presidenciales, y de inmediato llamó a Petraeus y lo instó a dimitir.

» Los funcionarios del FBI dicen que las comisiones del Senado no fueron informadas hasta el viernes 9 de noviembre porque el asunto se inició como una investigación criminal sobre acoso a través de correos electrónicos enviados por Paula Broadwell a Jill Kelly.

» En la CIA, el adulterio puede ser un asunto de seguridad nacional, ya que un oficial de inteligencia puede estar expuesto al chantaje, pero no es considerado un crimen.

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