Agueda Barojas Ontiveros
Diputados del PRI en el Congreso local pidieron hoy licencia para ‘brincar’ a
otro cargo de elección popular, entre ellos Otto Claussen Iberri, quien sale a
buscar la alcaldía de Guaymas con una investigación abierta por presuntos actos
de corrupción y desvío de fondos por parte de la Contraloría Estatal.
El hoy diputado con licencia, es investigado desde 2009 por presuntos
desvíos de recursos cuando fungió como director general del Isssteson.
Varios
millones de pesos están en juego en esta investigación pendiente ante
Contraloría por parte del aspirante del PRI a la alcaldía de Guaymas,
específicamente por haber realizado pagos realizados a una compañía como
proveedora del servicio de limpieza en uno de los hospitales, sin haber cumplido
con la prestación del servicio según estipulaba el contrato.
En conferencia
de prensa donde Otto Claussen, donde dio a conocer su solicitud de licencia al
Congreso del Estado para buscar la presidencia del puerto guaymense, el
aspirante tricolor se defendió argumentando que no era facultad del director del
Isssteson, revisar las listas de asistencia del personal de intendencia
contratado para la limpieza del nosocomio.
La acusación por presunto desvío
de fondos señala que el Isssteson, realizó los pagos correspondientes a varios
millones de pesos aún con el incumplimiento manifiesto por parte del proveedor y
que con ello se afectó el servicio, así como causó daño patrimonial al
Estado.
Se defiende ex director del Isssteson, con argumentos
políticos
Claussen Iberri, aseguró que está preparado para
enfrentar lo que llamó un ‘proceso administrativo’ únicamente, y que con la ley
en la mano Contraloría no podrá inhabilitarlo, sancionarlo ni multarlo, pues es
un proceso viciado con tintes partidistas por su aspiración política.
Aseguró
que es una estrategia de Contraloría Estatal para evitar que se registre como
precandidato y posteriormente como candidato del PRI en el puerto, y acusó de
actos de corrupción a la dependencia que sigue su investigación.
De esta
manera y con argumentos político-partidistas, el ex funcionario estatal y
diputado con licencia se defendió de las graves irregularidades que se
investigan en su contra, sin presentar pruebas que respalden los pagos
realizados a la empresa de limpieza que en ese entonces incumplió el contrato y
la cual presuntamente fue favorecida por el entonces director general del
Isssteson.
Tras justificar que no era su obligación revisar que asistiera el
personal de limpieza, sino solamente contratarlo y realizar los pagos
correspondientes, el ex director del instituto prácticamente aceptó el hecho que
calificó sólo como una falta ‘administrativa’ que no tendrá mayores
consecuencias en sus aspiraciones políticas como futuro alcalde y responsable de
las finanzas de Guaymas.
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