CIUDAD
DE MÉXICO (apro).- De nueva cuenta, la situación política y económica de México
ocupó un espacio en la portada de la prestigiada revista británica The
Economist, en el que advierte un escenario de golpeteo del próximo presidente
de Estados Unidos, Donald Trump, al país, mientras que el gobierno mexicano da
pasos “cortos” para prevenir sus efectos y, con ello, aumenta la posibilidad de
que Andrés Manuel López Obrador gane la Presidencia en el 2018.
Titulado
“La presidencia de Trump es sobre golpear a México”, el artículo asegura que
llegada del republicano podría significar una guerra comercial en la que el
país saldría devastado. Además, considera que el regreso de Luis Videgaray al
gabinete presidencial, desde la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), “se
queda corto” para defender al país.
El
texto de The Economist compara el efecto que provocó un asteroide que golpeó la
Tierra hace 66 millones de años –que eliminó a los dinosaurios y dañó 75% de
las especies vegetales–, y cuyo primer impacto fue en México, con la situación
“menos aterradora” que le espera al país con la llegada de Donald Trump a la
presidencia estadunidense.
“La
ira y el desconcierto en Puebla se siente en México. Las promesas de Trump de
hacer que México pague por un muro fronterizo, deportar a millones de
inmigrantes indocumentados y eliminar el Tratado de Libre Comercio de América
del Norte (TLCAN) estuvieron entre las pocas políticas consistentes en su
campaña electoral, en gran parte libre de sustancia”, asegura.
El
reportaje afirma que Trump no ha perdido su gusto por golpear a México y que
desde antes de asumir el cargo, ya ha causado problemas:
“La
inflación (en México) ha comenzado a aumentar en respuesta a la devaluación del
peso causada por su elección. El banco central (Banxico) elevó cinco veces las
tasas de interés en 2016; probablemente tendrá que seguir apretando. Después de
un fuerte aumento de la deuda pública como proporción del PIB en los últimos
años, el gobierno debe frenar el gasto”.
El
texto recuerda que en los últimos meses los economistas han reducido sus
previsiones de crecimiento del PIB para 2017 de 2.3% a 1.4%. También da cuenta
del gasolinazo y sus efectos sociales.
The
Economist plantea que si Trump declara la “guerra económica”, la situación
empeoraría y plantea el escenario:
“La
economía podría caer en recesión, al tiempo que México se está preparando para
una elección presidencial en 2018. El pugilismo de Trump aumenta las
posibilidades de que Andrés Manuel López Obrador, un populista de izquierda,
vaya a ganar.
“Probablemente
contrarrestaría el proteccionismo estadunidense con el tipo de nacionalismo
económico autodestructivo al que México ha recurrido desastrosamente en el
pasado. Las reformas vitales de energía, telecomunicaciones y educación,
promulgadas bajo el actual presidente de México, Enrique Peña Nieto, podrían
ser revertidas”.
El
texto incluye voces de funcionarios del gobierno mexicano que plantean dos
peligros principales en la presidencia de Trump: que Estados Unidos renunciará
al TLCAN, después de seis meses de aviso, o lo destrozará colocando barreras
comerciales; y que para forzar a México a pagar por el muro fronterizo, el
republicano cumplirá su amenaza de bloquear las remesas de los inmigrantes que
representan unos 25 mil millones al año en la economía mexicana.
Sobre
la advertencia de deportar a millones de inmigrantes indocumentados a la
frontera norte de México, el reportaje lo menciona como una amenaza menor, pues
asegura que si el gobierno de Barack Obama deportó unos 175 mil mexicanos al
año, la administración de Trump “tendrá dificultades para aumentar ese número”.
Por
otro lado, plantea que los planes republicanos de imponer las importaciones
como parte de una reforma del impuesto sobre la renta corporativa golpearían
duramente a México. Ese, agrega, es un problema que deben abordar los socios
comerciales de ambos países.
VIDEGARAY, REGRESO INTELIGENTE
Sobre
el regreso de Luis Videgaray al gobierno de Peña Nieto, –tras renunciar a la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público, luego de invitar al entonces
candidato Trump a México y ganarse el repudio de los mexicanos–, The Economist
interpreta la acción como que el mandatario mexicano actúa como si el
republicano fuera más razonable de lo que parece.
“Ahora
Peña lo ha traído de vuelta (a Videgaray), como secretario de Relaciones
Exteriores. Pero su tono se ha vuelto más duro. Peña rechaza ahora los intentos
de Trump de influir en la inversión ‘sobre la base de temor o amenazas’”,
asegura.
Según
la publicación británica, para algunos la recontratación de Videgaray parece
una jugada inteligente, pues se cree que tiene amistad con Jared Kushner, yerno
de Trump, quien se convertirá en consejero en la Casa Blanca.
“Pero
los mexicanos lo miran (a Videgaray) con desdén. Al dirigirse a un miembro de
su círculo íntimo para gestionar la relación de México con Estados Unidos, Peña
perdió la oportunidad de contratar a alguien con ideas frescas”, afirma.
Por
ello, recomienda: “El gobierno debe hablar con congresistas, políticos
estatales y líderes empresariales. También debe movilizar a los 35 millones de
personas de origen mexicano que viven en los Estados Unidos”.
Y
da cifras que respaldan el consejo: Unos cinco millones de empleos en Estados
Unidos dependen del comercio con México; además, cuando éste envía mercancías
al norte, 40% de su valor proviene de insumos comprados en Estados Unidos.
Luego,
plantea: “Los funcionarios esperan que la nueva administración opte por las
versiones más fluidas de trumpismo. En lugar de derogar el TLCAN, tal vez Trump
lo renegocie, incorporando nuevas normas para proteger la propiedad intelectual
y el medio ambiente. Otra táctica que se está considerando es impulsar las
importaciones de los socios mexicanos del TLCAN. La idea es que la reducción
del superávit comercial de México con Estados Unidos, alrededor de 59 mil
millones el año pasado, daría a Trump una victoria que podría vender a sus
partidarios proteccionistas”.
No
obstante, advierte que si la conciliación falla, “México tiene pocas opciones
atractivas. En una guerra comercial, sufriría horriblemente. Aumentar sus
propias tarifas haría daño a sus propios consumidores”.
MÉXICO NO ESTÁ INDEFENSO
De
acuerdo con la nota de dicho portal, el semanario The Economist asegura que
pese a todo este panorama México no está indefenso. Entonces recuerda que en el
año 2009 impuso aranceles a unos 100 productos estadunidenses, luego de que
Estados Unidos prohibió a los camiones mexicanos circular por sus carreteras
para proteger los empleos de los conductores de ese país. “Eso llamó la
atención de los políticos estadunidenses: el lobby pro-comercio prevaleció”,
dice.
Enseguida,
cuenta que analistas mexicanos piensan en la manera en que el país podría
afrontar esos retos. Y describe: “El maíz, cultivado principalmente en los
estados que votaron por Trump, será un objetivo tentador. Los Estados Unidos
vendieron cerca de dos mil 500 millones a México en 2016. Ante la pérdida de su
mayor mercado, los agricultores estadunidenses de maíz podrían presionar a la
Casa Blanca para que cediera”.
Y
es que ya hay un antecedente, aclara: “el pasado 6 de enero, 16 grupos
agrícolas estadunidenses advirtieron en una carta a Trump y Mike Pence,
vicepresidente electo, que la interrupción del comercio con México y otros
países tendría ‘consecuencias devastadoras’ para los agricultores, que ya
sufren los bajos precios”.
Con
ello, The Economist concluye, pesimista: “Por ahora, los mexicanos están
rezando para que Trump se demuestre más moderado en el cargo que durante su
ascenso meteórico. Hay poca evidencia de que sucederá”.
(PROCESO / LA REDACCIÓN/12 ENERO, 2017)
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