Mark
Fields, director ejecutivo de Ford, dijo que la demanda del mercado –y no las
críticas de Donald Trump– fueron la razón principal para cancelar los planes de
construir una planta automotriz en México. Credit CNBC
Ante
las críticas de Donald Trump, la empresa automotora Ford anunció la cancelación
de sus planes para construir una fábrica de 1,6 mil millones de dólares en San
Luis Potosí, México, y que, en cambio, invertirá 700 millones de dólares para
aumentar su producción en Michigan.
Durante
la campaña electoral, Ford había sido duramente criticada por Trump por su
intención de expandir la producción en territorio mexicano. Pero Mark Fields,
director ejecutivo de la compañía, dijo este martes que la empresa está
confiada en que Trump y el nuevo congreso controlado por los republicanos
fomentarán las políticas de crecimiento.
“Nos
alientan las políticas procrecimiento que han indicado que impulsarán el
presidente electo Trump y el nuevo congreso”, dijo Fields. “También creemos que
las reformas tributarias y reguladoras son sumamente importantes para fomentar
la competitividad estadounidense y, por supuesto, impulsar un resurgimiento de
la manufactura e innovación de alta tecnología estadounidense”.
Fields
dijo que esa confianza, así como el deseo de maximizar el uso de las fábricas
ya existentes, fomentaron la decisión de expandir la planta en Flat Rock,
Michigan, para la manufactura de vehículos eléctricos e híbridos.
El
anuncio fue celebrado por cientos de los trabajadores que estaban entre el
público de la conferencia de prensa, llevada a cabo en Flat Rock.
“No
sé si pueden entender el impacto de esta inversión. Es el equivalente de una
nueva fábrica de ensamblaje”, dijo Jimmy Settles, vicepresidente del sindicato
United Auto Workers, que representa a los empleados de Ford.
Fields
dijo que la planta de Flat Rock será usada para producir versiones híbridas de
su camioneta F-150 y del deportivo Mustang, así como una nueva camioneta SUV
eléctrica. La fábrica seguirá produciendo los Mustang de Ford y el Lincoln
Continental.
Los
empleados de Ford en Michigan aplaudieron el anuncio de la empresa sobre
invertir millones de dólares para aumentar la producción en ese estado, el
martes. Credit Carlos Osorio/Associated Press
La
planta de México iba a construirse en San Luis Potosí para centrarse en la
manufactura de autos pequeños. Ford todavía trasladará la producción del
compacto Focus a territorio mexicano. La empresa dice que ese auto será
manufacturado en la planta que ya tiene en Hermosillo. Actualmente el Focus es
producido en Wayne, Michigan.
Las
promesas de Trump de proteger los trabajos y su mirada del Tratado de Libre
Comercio de América del Norte como un destructor de empleos en Estados Unidos,
lo ayudaron a conseguir el apoyo de los votantes de clase trabajadora,
incluidos muchos empleados de las fábricas en Michigan, Ohio y Kentucky.
El
inesperado anuncio de Ford se produjo horas después de que Trump criticara a
General Motors. En Twitter, el presidente electo sugirió que la automotriz
debería pagar un impuesto por producir ciertas versiones de un auto compacto de
Chevrolet en una fábrica mexicana.
“General
Motors está enviando su modelo de Chevy Cruze hecho en México a concesionarias
en Estados Unidos sin impuestos”, escribió Trump. “¡Fabricar en EE. UU. o pagar
una gran tasa fronteriza!”.
GM
produce la mayoría de los Cruze en una fábrica en Lordstown, Ohio, pero el
verano pasado presentó planes para construir una versión hatchback en Ramos
Arizpe, a 190 kilómetros de la frontera con Texas.
En
una conferencia de prensa el martes, el director ejecutivo de Ford, Mark Fields
dijo que la empresa es optimista de que Trump y un congreso controlado por los
republicanos podrían implementar políticas que fortalezcan la competitividad de
Estados Unidos en el sector manufacturero. Credit Carlos Osorio/Associated
Press
En
un comunicado, la empresa dijo que exportaba la mayoría de los Cruze hatchback
de México a “mercados globales” y enviaba “un número pequeño” a Estados Unidos.
Hasta
ahora, Trump había dicho poco sobre GM, que ha invertido miles de millones de
dólares para implementar su producción en México. Nombró a Mary Barra,
directora ejecutiva de GM, en una junta de políticas económicas que lo
asesorará en la materia una vez que tome posesión, el próximo 20 de enero.
El
ataque a GM es el más reciente de Trump en contra de una gran empresa
estadounidense. En las últimas semanas, ha criticado a Boeing por el presunto
costo del nuevo Air Force One; hizo lo mismo con Lockheed Martin por el costo
de desarrollar un nuevo avión caza F-35.
Asimismo,
durante la campaña cargó contra Carrier y su decisión de cerrar una fábrica en
Indianápolis para abrir una en México. Después, la empresa acordó mantener 850
empleos en Indiana aunque todavía trasladará alrededor de mil cargos a
territorio mexicano.
(THE NEW YORK TIME/ NEAL E. BOUDETTE/ 3
de enero de 2017)
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