Sinaloa, foco rojo en la trata de
personas para la explotación en campos agrícolas
Daniela se enamoró de Lorenzo
a mediados de 2014. Sin conocerlo, la adolescente de 15 años empezó una
relación a través de Facebook con un hombre que un día le envió una solicitud
de amistad.
Ella en el municipio zoque de
Soyaló, Chiapas, y él en Mazatlán, conversaban por la red social y empezaron un
noviazgo.
Lorenzo le propuso matrimonio
y la joven aceptó pero tenía que venir al puerto a escondidas de sus padres.
La jovencita salió de su casa
el 20 de diciembre y desde entonces en su casa no volvieron a saber de ella.
La adolescente estaba en
Mazatlán junto a Lorenzo esperando que le cumpliera la promesa de matrimonio,
pero el día de la boda nunca llegaría.
El noviazgo y la propuesta de
matrimonio fue un gancho para que Daniela viniera a Sinaloa. De aquí sería
llevada hasta la frontera con Estados Unidos para pasarla como “mojada” y
entregarla a una red de trata de personas.
Los primeros días de enero de
2015, la joven fue localizada por agentes de la Procuraduría General de
Justicia del Estado y Lorenzo fue detenido.
En Chiapas los padres de la
menor habían presentado una denuncia por su desaparición y la fiscalía de ese
estado logró determinar que la adolescente había viajado a Sinaloa.
SINALOA, ZONA DE ORIGEN Y DESTINO DE VÍCTIMAS
El caso de Daniela es uno de
los pocos que se conocen en el estado pues la trata de personas, según la
Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), es un delito invisible, la
nueva forma de esclavitud que está presente en la cotidianidad.
En Sinaloa la trata de
personas no se denuncia, aunque la entidad está señalada como lugar al que
llegan víctimas para trabajo forzado y está ubicado como zona de origen de
víctimas enviadas al extranjero.
El estado se encuentra entre
las 10 entidades con más casos de jovencitas llevadas a otros países por redes
de trata trasnacionales.
Un Diagnóstico sobre la Trata
de Personas de la CNDH, señala que las víctimas mexicanas identificadas en el
extranjero proceden mayoritariamente de Puebla con 69 casos, Michoacán con 59,
Guerrero con 39, Distrito Federal con 35, Jalisco con 37, Veracruz 37, Oaxaca
con 31, Guanajuato con 31, Estado de México con 26 y Sinaloa con 16.
En Sinaloa solo se registran
dos averiguaciones previas por trata de personas.
En uno de los expedientes, la
Procuraduría General de Justicia del Estado decretó el no ejercicio de la
acción penal y el otro está en reserva.
El estado es señalado como
posible foco rojo en trata de personas, pues la actividad agrícola que se
desarrolla en la entidad puede ser propicia para la explotación laboral.
El informe señala que en el
estado de Guerrero se identificó la venta de niños, niñas y adolescentes
indígenas para la explotación sexual, el trabajo doméstico y el agrícola en el
estado de Sinaloa.
Otros estados que podrían
representar un foco rojo por la posible venta de niños y niñas incluyen a
Chiapas y Oaxaca, los destinos de estas víctimas de trata de personas varían,
pero incluyen a Sinaloa para fines de explotación en campos agrícolas, así como
Monterrey y Ciudad de México para el caso de la servidumbre doméstica.
Las ciudades de Los Mochis,
Culiacán y Mazatlán son consideradas de paso para las redes de trata.
VÍCTIMAS EN EL EXTRANJERO
En el extranjero se han
detectado casos de víctimas mexicanas, sobre todo en los Estados Unidos de
América.
Un número considerable de
mujeres y niños, indica la CNDH, han sido traficados a los Estados Unidos para
explotación sexual, así como de mujeres y hombres llevados a ese país para
explotación laboral, en particular para la agricultura y la industria
maquiladora.
De las víctimas mexicanas en
el extranjero, en mayor número han sido identificadas en los Estados Unidos de
América, donde se registra 97 por ciento de los casos, principalmente en las
ciudades de Los Ángeles, Houston, San Francisco, nueva York, Santa Ana, San
Diego, San José, Las Vegas, Washington y Nueva Orleans.
También se han reportado
víctimas mexicanas en países como Canadá, España, Francia, Inglaterra,
Alemania, Egipto, Kuwait, Chile, Guatemala, Las Bahamas y Honduras.
De 11 casos sentenciados en
Estados Unidos, en seis pudo acreditarse el delito de trata de personas con
fines de explotación sexual y en los cinco restantes se trató de explotación
laboral.
De los casos de trata
laboral, en uno se documentó un total de 100 víctimas, de 25 a 100 víctimas en
otro y 25 en un tercero.
En los casos de trata con
fines de explotación sexual, el número de víctimas detectadas por evento ha
sido más reducido, señala el informe.
Con frecuencia se acreditó la
participación de la delincuencia organizada, en estos casos, las redes
habitualmente estuvieron conformadas por personas con vínculos familiares y los
tratantes que captaban y explotaban a las víctimas mexicanas eran también
mexicanos.
DELITO SIN CASTIGO
La mayor parte de las
víctimas detectadas en territorio nacional han sido mexicanas y en México se ha
llevado a cabo su explotación.
De la información obtenida se
observa que de mil 458 averiguaciones previas iniciadas en el ámbito local, 27
por ciento derivaron en consignaciones y solo 18.4 en sentencias condenatorias,
con un total de 108 personas sentenciadas.
Las entidades federativas con
mayor número de averiguaciones previas son Puebla con 375, Chiapas 315, Ciudad
de México 113, Oaxaca 118 y Baja California Norte y Estado de México con 95
cada una, lo cual representa el 76 por ciento del total iniciadas en el ámbito
local.
En el ámbito federal, la
Procuraduría General de la República (PGR) reporta 571 averiguaciones previas
iniciadas, con 15.9 por ciento de consignaciones y un 1.9 por ciento de
sentencias condenatorias.
La Subprocuraduría
Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada reporta un total de
706 víctimas, de las cuales 696 son mexicanas, 10 extranjeras y en 108 casos no
se pudo identificar la nacionalidad.
Destaca que a diferencia de
lo reportado de manera general por las procuradurías estatales, donde la mayoría
son mujeres y adultos, en el caso de averiguaciones previas en las que
interviene la delincuencia organizada, la mayoría son hombres y menores de
edad.
Los grupos delincuenciales
usan a las víctimas para trabajo en la siembra y cultivo de drogas o para
cometer ilícitos.
PROBLEMA MULTIFACTORIAL
De acuerdo con la CNDH, los
factores que influyen para que las víctimas caigan en las redes de trata son,
entre otros, la pobreza, la marginación, el desempleo, la falta de escolaridad,
la desintegración o la disfunción familiar, la violencia doméstica, las
desigualdades, la baja tasa de matriculación escolar, así como la condición de
migrante y la pertenencia étnica.
Otros factores, relacionados
principalmente con los tratantes y que constituyen el entorno propicio para la
trata de personas, son la corrupción, la impunidad, las prácticas
administrativas deficientes y la expansión de organizaciones delincuenciales y
el reclutamiento activo para la prostitución, incluso por parte de compañeros y
miembros de la misma familia, detalla.
El consumidor que demanda
mano de obra barata, productos y servicios a bajo costo y servicios sexuales,
abre la puerta para la explotación de la población en situación de
vulnerabilidad y constituye el principal factor de incidencia de la trata de
personas.
La trata de personas, abunda
el documento, tiene su propia complejidad y radica en la gran variedad de
conductas ilícitas que la constituyen.
Algunas formas que adopta el
delito de trata de personas son matrimonios forzados, adopciones ilegales,
esclavitud en los trabajos, turismo sexual, secuestro con fines de explotación
en países ajenos, hijos forzados a trabajar por sus padres y adultos que
obligan a la mendicidad a los niños.
(RIODOCE/ ALEJANDRO MONJARDÍN E/ 3 OCTUBRE, 2016)
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