Una empresa de Ricardo Arturo San Román
Dunne vendió al doble de precio un sistema de barreras móviles a OHL para el
Viaducto Elevado: la maquinaria fue vendida desde EU a 240 mdp y en México se
pagaron 485 mdp con recursos entregados por el Gobierno de Peña Nieto en el
Estado de México.
Rafael Cabrera e Irving Huerta
Enrique Peña Nieto es un
político que gusta mezclar negocios públicos con relaciones personales. En la
biografía del mandatario no está sólo la ‘”casa blanca” y el Grupo Higa, de Juan Armando Hinojosa
Cantú, con sus millonarios contratos. Otras historias rozan al mandatario.
Ahora, su amistad y compadrazgo con la familia San Román, del Estado de México,
apuntan al Viaducto Bicentenario, el Circuito Exterior Mexiquense y la
controvertida constructora española OHL.
El 27 de diciembre de 2005,
cuando llevaba unos meses como gobernador del Estado de México, Peña Nieto
adquirió a una empresa de Roberto San Román Widerkehr una residencia en el club
de golf Gran Reserva, en Ixtapan de la Sal, como reveló The Wall Street Journal
en enero de 2015.
El valor de esa mansión fue
de 5.6 millones de pesos, tiene una superficie de 2 mil 138 metros cuadrados y
850 metros cuadrados de construcción.
Ese mismo mes, la cercanía de
Peña Nieto con la familia San Román escaló a un compadrazgo bajo las leyes de
la Iglesia católica: Roberto San Roman Dunne, hijo de San Román Widerkehr, se
convirtió en padrino de primera comunión de Paulina Peña Pretelini, la hija
mayor del ahora presidente.
La revista Quién difundió,
aquel mes, una foto de la ceremonia oficiada en la diócesis de Atlacomulco. La
recepción incluso se llevó a cabo en los jardines del Hotel del Rey en Ixtapan
de la Sal, propiedad de los San Román.
En octubre de 2007, el
Gobierno mexiquense lanzó la licitación para construir una de las obras
emblemáticas de la administración de Peña Nieto: el Viaducto Bicentenario o
Viaducto Elevado, que corre sobre el Anillo Periférico Norte.
La obra fue ganada por la
española OHL, en abril de 2008. Una de sus obligaciones como parte de la
concesión era adquirir y operar dos barreras móviles que permitieran
modificar el sentido de la circulación
vehicular en el Viaducto para aligerar la carga vehicular en horas pico.
Dicho equipo fue suministrado
por la empresa estadounidense Barrier Systems, perteneciente a Lindsay
Corporation, uno de los corporativos del magnate norteamericano Warren Buffet.
Sin embargo, OHL lo compró a
través de una empresa intermediaria con un nombre casi idéntico al de la
empresa estadounidense: Operadora Barrier Systems de México S.A. de C.V. Una
compañía no reconocida como proveedor o subsidiaria oficial.
Esa razón social fue
registrada en diciembre de 2007 en la Ciudad de México, unas semanas después de
que el Gobierno de Peña Nieto publicó la licitación para construir el Viaducto
Elevado.
Uno de los dueños de la
empresa pertenece a la familia San Román.
Las máquinas vendidas por
Barrier Systems a la empresa de San Román tuvieron un precio de 19.6 millones
de dólares, unos 240 millones de pesos al tipo de cambio de ese momento. El
precio que OHL pagó por la maquinaria a la empresa de los amigos de Peña Nieto,
fue de 485 millones de pesos, de acuerdo
con reportes financieros de la empresa.
Es decir, las mismas máquinas
fueron pagadas al doble del precio original.
LA LICITACIÓN
El 23 de octubre de 2007, la
Secretaría de Comunicaciones del Gobierno mexiquense, entonces encabezada por Gerardo
Ruiz Esparza, lanzó las bases de licitación para construir el Viaducto Elevado,
del Toreo de Cuatro Caminos hasta el municipio de Cuautitlán Izcalli.
Un requisito de la
licitación, decía: “Desde el inicio de la construcción y como parte del
Proyecto en su primera etapa, se deberá adquirir y poner en operación dos
unidades vehiculares ‘removedoras de barrera intercarriles’, incluidas dichas
barreras (…) que permitan manipular el sentido de circulación vehicular en
carriles de contraflujo”. El propósito era aligerar el tráfico durante las
horas pico.
Una de las empresas que se
registró en la licitación, fue la española OHL. Esta compañía ya había ganado, en
2003, otra de las grandes obras realizadas en el Estado de México: el Circuito
Exterior Mexiquense.
Sin embargo, ésta última
empresa con esa razón social, no existe. Tampoco aparece como una subsidiaria o
representante oficial de Barrier Systems, en Estados Unidos.
En realidad, OHL compró las
barreras móviles a la empresa Operadora Barrier Systems de México S.A. De C.V.,
propiedad de Ricardo Arturo San Román Dunne y sus socios Jorge Antonio Huau
Rachner y Alberto Chapa García.
Dicha empresa, de acuerdo con
el Registro de Comercio de la Ciudad de México, fue creada el 11 de diciembre
de 2007, siete semanas después de que el Gobierno mexiquense lanzó la
licitación.
A través de un correo
electrónico, la española confirmó a Aristegui Noticias la operación: “OHL
México adquirió el equipo a Operadora Barrier Systems de México S.A. De C.V.”.
La compañía agregó que no
tenía conocimiento “sobre las condiciones de la operación entre Operadora
Barrier Systems de México S.A. De C.V. y Barrier Systems”, de Estados Unidos.
El 18 de abril de 2008, el
Gobierno de Peña Nieto en el Estado de México declaró ganador a OHL del
concurso público para construir el Viaducto Bicentenario.
La concesión de la vía rápida
a favor de OHL tiene una duración de 30 años, es decir, concluirá en 2038. La
inversión para la construcción y operación de la obra, de acuerdo con el fallo,
es superior a los 15 mil millones de pesos.
Desde antes que se lanzara la
licitación, el entonces titular de transportes, Gerardo Ruiz Esparza, dijo a El
Universal:
“El proyecto contempla una
barrera móvil en la parte baja para los que vienen de Cuautitlán hacia el Toreo
puedan circular con mayor rapidez. Pensamos abrir un carril adicional con una
barrera móvil que va a ser a cargo del proyecto; es una máquina que cuesta
bastante carito y que va moviendo la barrera en 15 minutos a una velocidad muy
rápida y abre un carril adicional para los coches que vienen de allá para acá”.
Ruiz Esparza actualmente es
el Secretario de Comunicaciones y Transportes del Gobierno federal.
LOS REPORTES EN EU DE BARRIER SYSTEMS
Barrier Systems de Estados
Unidos propiedad del magnate Warren
Buffet emite reportes públicos trimestrales en EU. En los informes
correspondientes a 2009, dio cuenta de una operación en México.
“Se ha adjudicado un contrato
por aproximadamente el 19.6 millones de dólares para proveer máquinas de
barrera y barrera de transferencias móviles para un tramo de una autopista en
la Ciudad de México”, dice un reporte de abril de 2009.
En ese mismo comunicado, se
informó que Rick Parod, presidente y jefe ejecutivo de Lindsay Corporation de
la cual es subidiaria Barrier, expresó: “Estamos encantados con la oportunidad
de ofrecer una solución, en parte, a los problemas de congestión del tráfico
que enfrenta la Ciudad de México.
La compra de las barreras
móviles se retrasó durante los siguientes meses. En julio, la empresa reportó:
“El proyecto de barrera móvil de la Ciudad de México continúa retrasado hasta
la resolución de problemas entre el contratista y el gobierno local. En este
punto, la Compañía no puede estimar cuándo o si se resolverán los problemas
entre el contratista y el gobierno local”.
El 19 de agosto de ese mismo
año, la empresa dio a conocer que había recibido el depósito inicial del
proyecto en México y esperaba comenzar el proyecto en el primer trimestre de
2010.
Pero el depósito coincidió
con un movimiento que realizó Gerardo Ruiz Esparza a favor de OHL para el
Circuito Exterior Mexiquense.
EL CIRCUITO MEXIQUENSE Y OHL
El 7 de agosto de 2009, doce
días antes de que Barrier Systems, en Estados Unidos, recibiera el anticipo
pactado por las barreras móviles, el entonces secretario de Comunicaciones del
Estado de México, Gerardo Ruiz Esparza, firmó el acuerdo 01/2009 con OHL,
CON el cual modificó el título de concesión
del Circuito Exterior Mexiquense.
Bajo este acuerdo, el
Gobierno de Peña Nieto entregó como contraprestación un total de 850 millones
de pesos a favor de OHL, los cuáles se etiquetaron así: 500 millones para la
“adquisición de maquinaría especializada para la gestión de tráfico”.
Todo indica que OHL pudo
haber adquirido las barreras móviles con los recursos que le autorizó el
Gobierno de Peña Nieto, a través de Gerardo Ruiz Esparza, a cargo del Circuito
Exterior Mexiquense y, en consecuencia, a los usuarios de esa vía rápida y al
erario mexiquense.
Los otros 350 millones de
pesos que dio el Gobierno del Estado de México, encabezado entonces por el hoy
presidente, fueron usados por OHL para construir el Museo Torres Bicentenario,
en el Paseo Tollocan, de Toluca. Esta obra fue construida por Grupo Higa, el
consorcio que construyó la casa blanca de Enrique Peña Nieto.
Un reporte de Lindsay
Corporation y Barrier Systems, en Estados Unidos, dio cuenta que la entrega de
las barreras móviles concluyó en 2010: “Las ganancias de infraestructura
aumentaron principalmente debido al aumento de ingresos de las barreras
móviles, como resultado del proyecto de carretera de la Ciudad de México
completado en la primera mitad del año fiscal 2010”.
Aristegui Noticias tiene en
su poder la lista de pedimentos de importación entre Barrier Systems, de EU, y
la empresa llamada casi igual propiedad de San Román. La empresa estadounidense
estuvo enviando pieza por pieza las partes de las barreras móviles a lo largo
de 2009 y 2010.
LAS MÁQUINAS, EN EL OLVIDO
En mayo de 2015, el diario El
Universal dio cuenta que las máquinas compradas por OHL, a través de la
concesión del Viaducto Bicentenario, estaban en el olvido.
La nota daba cuenta de las
declaraciones hechas, en 2009, por el Manuel Ortíz García, entonces director
estatal de aeropuertos y autopistas de cuota del Estado de México. El
funcionario declaró: “El removedor barrera tuvo un costo de 400 millones de
pesos,. (…) Estos removedores sólo operaron de forma fugaz en la zona de La
Quebrada, en Cuautitlán Izcalli, mientras que en Naucalpan nunca operaron para
ampliar carriles de circulación en horas pico”.
El texto del periódico
incluso dio cuenta que en 2014, el entonces secretario de Comunicaciones,
Apolinar Mena, aseguró que la maquinaría pertenecía al Gobierno mexiquense y
pedía a OHL que lo entregara.
Unas fotos entregadas a
Aristegui Noticias daban cuenta que las máquinas estaban abandonadas en un bajo
puente del Circuito Exterior Mexiquense, en la zona de Ecatepec, muy cerca del
Centro Comercial Las América.
Días después, este medio acudió a la zona, pero ya estaba
rodeada por una valla y en el interior sólo quedaba una máquina.
Para este reportaje se
consultó a Barrier Systems de Estados Unidos, al Gobierno mexiquense y a la
familia San Román, pero no han dado respuesta.
La empresa española dijo:
“OHL México adquirió el equipo a Operadora Barrier Systems de México S.A. De
C.V. Sobre las condiciones de la operación entre Operadora Barrier Systems de
México S.A. De C.V. y Barrier Systems (de EU)”.
La oficina de Ruiz Esparza,
en la SCT, informó: “La adquisición de las máquinas especializadas para la
gestión de tráfico, fue derivada de la necesidad de contar con equipos para
mover barreras separadoras de carriles y poder hacer carriles reversibles o en
contraflujo en cualquier vialidad donde fuera necesario, con el fin de
garantizar un tránsito más ágil”.
Aunque el acuerdo 01/2009 fue
firmado por Ruiz Esparza, su oficina dijo que “la modificación a la concesión y
los equipos son responsabilidad del Sistema de Autopistas, Aeropuertos,
Servicios Conexos y Auxiliares (SAASCAEM)”.
LA PIEDRA DE LA CORRUPCIÓN
En julio pasado, el
presidente Enrique Peña Nieto ofreció disculpas a los ciudadanos por la compra
de la casa blanca, de Sierra Gorda 150, a un contratista de su Gobierno.
Aseguró que cometió actos que lastimaron a la investidura presidencial.
Apenas este miércoles 28 de
septiembre, durante su participación en la inauguración de la Semana Nacional
de la Transparencia, Peña Nieto volvió a pronunciarse sobre la corrupción:
“El tema de la corrupción,
está en todos los órdenes de la sociedad y en todos los ámbitos, no hay alguien
que pueda atreverse a arrojar la primera piedra. Todos han sido parte de un
modelo que hoy estamos desterrando y queriendo cambiar, que tenemos que modificar
para beneficio de una sociedad que repito es más exigente”.
Sin embargo, hasta ahora se
desconocía que la familia San Román, a la cual Peña Nieto está unido por
amistad y compadrazgo, resultó beneficiada con un negocio millonario, soportado
con recursos públicos a través de una
triangulación de recursos entre la española OHL y el Gobierno del Estado de
México, cuando él fue gobernador .
La familia San Román es la misma que vendió a
Peña Nieto una residencia en un club de golf en Ixtapan de la Sal, en el Estado
de México, donde suele descansar los
fines de semana, al lado de su familia y
amigos.
(ARISTEGUI NOTICIAS/ REDACCIÓN AN/
RAFAEL CABRERA E IRVING HUERTA/ OCTUBRE
9, 2016 5:58 AM)
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