Tour de diputados federales en el estero de Juan José Ríos, pese a ser zona prohibida
El diputado federal plurinominal, Rubén Benjamín Félix Hays, la hizo de guía de turista de un tour legislativo por el estero de Juan José Ríos.
Solo que en su cabildeo desembarcó en zona prohibida, navegó por área
no concesionada e invadió coto de caza de pato y paloma ajeno.
Para ello utilizó la bravata y equipo de su guía cinegético
preferido, y como él reconoce, “un amigo de muchos años”, David Mark
Wagner, el estadounidense nacionalizado denunciado en múltiples
ocasiones por depredar las especies de aves migratorias desde Las Bolsas
de Tosalibampo hasta el estero de Juan José Ríos.
El tour legislativo en zona prohibida sucedió esta Navidad.
Félix Hays fue el anfitrión del diputado federal panista por Ciudad Obregón, Sonora, Mario Sánchez Ruiz.
El miércoles 25 de diciembre, Félix Hays, su invitado, Sánchez Ruiz, y
el guía, David Mark Wagner, llegaron al estero de Juan José Ríos.
Con sus vehículos y aerobotes invadieron el embarcadero de la zona
federal Cinegético Ohuira, propiedad de Roberto Balderrama García, que
estaba cercado con alambrada y cerrada la puerta.
Luego navegaron por la zona federal, sin tener permiso expreso del concesionario.
Ambos legisladores andaban vestidos a la usanza de cazadores, pero no
llevaban escopetas para disparar a patos y palomas. O al menos así se
distinguen en las fotografías que el legislador subió a su cuenta de
Facebook, y que sirvieron para que el concesionario de Cinegético Ohuira
se percatara de que su propiedad había sido vulnerada por sus
detractores.
Félix Hays fue acusado por el empresario cinegético, Balderrama
García, de manipular las leyes para beneficiar al nacionalizado mexicano
a través de un prestanombre, José Lucas Salomón Portillo, iniciándose
entre ambos una relación de conflicto.
Esta comenzó apenas el 13 de agosto pasado cuando la Secretaría del
Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) redujera la zona federal
ZF-DGVS-0116-SIN en favor de José Lucas Salomón Portillo, entregándole
el permiso ZF-DGVS-0154-SIN.
Una investigación de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) reveló que luego de obtener la concesión, el Piti
Salomón la dio en usufructo a David Mark Wagner, operación que según la
normatividad mexicana es ilegal y por ello objeto de cancelación del
permiso. Pero la sanción no se realizó.
Balderrama García denunció que Félix Hays habría manipulado un expediente en favor de sus dos amigos: Wagner y Salomón.
Entrevistado sobre el caso, el legislador dijo no haber movido un
solo dedo en favor de sus dos amigos, a los cuales los reconocía desde
“hace muchos años, porque yo desde los 15 años cazo patos y palomas y me
une una amistad de muchos años. No lo niego”.
Y agregó que conociendo el caso en que se le involucra por la publicación de Ríodoce, afirmó no tener nada qué ver en el asunto. “El Piti
Salomón es mi amigo y lo que yo sé es que él tiene un permiso de caza
desde hace muchos años en Juan José Ríos. Con ese permiso puede hacer lo
que quiera, pues para eso son”.
Félix Hays mentía. Deliberada y veladamente mentía, pues el permiso
apenas se le acababa de otorgar el 17 de octubre de ese año. Desde
entonces, el diputado federal frecuenta la zona con mayor asiduidad.
Pero ahora lleva a sus amigos legisladores. Es la zona que ya tiene
concesionario, pero a la que él la ha puesto en la mira.
—¿Tuvo usted algo qué ver en esos permisos?
—No, aunque son mis amigos, yo no tuve nada qué ver. Esas son suposiciones del Boby Balderrama.
—¿Usted está utilizando influencias políticas o el fuero para
frenar las investigaciones en contra de sus amigos Wagner y Salomón?
—No, yo no hice nada de eso. Son mis amigos y si los puedo ayudar lo haré. Yo los estimo porque son amigos de la familia.
—¿Entonces los va a ayudar con su fuero?
—No, con el fuero no. Pero sí son mis amigos.
—¿Puede usted separar el fuero de su persona?
—Creo que no.
—¿Frenará entonces la investigación con su fuero y su influencia política?
—No, no veo cómo hacerlo.
—¿Usted ha publicado fotos invadiendo una zona federal ajena, en compañía de su amigo Wagner?
—No, esa zona es de él. Ahí es donde él trabaja. No sé que sea del Boby.
—¿Invadió usted zona de caza ajena?
—No, es la de mis amigos.
—¿Está usted seguro o finge no saberlo?
—Es de mis amigos, eso es lo que ellos me dicen.
—Su contraparte demuestra lo contrario.
—Ah, entonces no sé.
—¿Seguirá usted metido en el caso Warner-Balderrama?
—Warner es mi amigo de muchos años, ni modo que lo desconozca. Ni modo que no lo ayude.
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