Alfred, Maine— Una
instructora de zumba que dirigía una red de prostitución con cámaras ocultas
para que el socio de ella viera los encuentros sexuales a distancia fue
excarcelada ayer, poniendo término a un escándalo que incluyó videos sexuales,
casos de adulterio y una lista de clientes con más de 100 nombres.
Alexis Wright salió
de la prisión del condado de York alrededor de las 7:45 de la mañana después de
que cumpliera seis de los 10 meses de la sentencia que se le impuso por
participar en prostitución y fomentar esa práctica, así como por otros cargos
relacionados con impuestos y prestaciones sociales.
Su pena de cárcel le
fue reducida por buena conducta y por su participación en un programa de
trabajo.
Vestida con un traje
ejecutivo gris mientras llevaba varias carpetas en el brazo, Wright abandonó la
prisión y subió a una camioneta deportiva que conducía su esposo, Jason
Trowbridge.
El negocio de
prostitución de Wright fue toda una sorpresa para los clientes del gimnasio
donde ella trabajaba, pero no para la Policía, que ya tenía sospechas ante la
acumulación de quejas sobre gemidos, música estridente y hombres que entraban y
salían de una oficina que ella rentaba al otro lado de la calle frente a su
gimnasio.
Según la Policía, el
socio de Wright, Mark Strong, un residente de Thomaston, observaba los
encuentros sexuales en tiempo real a 160 kilómetros (100 millas) de distancia,
a través de una computadora.
Strong –de 58 años,
casado y con dos hijos– reconoció que había tenido un amorío con Wright y que
la ayudó a que montara el gimnasio, pero afirmó que él no obtuvo ganancias con
la red de prostitución.
Strong fue declarado
culpable de 13 cargos relacionados con el fomento de la prostitución y se le
sentenció a 20 días de cárcel.
(EL DIARIO, EDICION JUAREZ/ Associated Press |
2013-11-24 | 21:09)
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