La libertad otorgada
ayer a Israel Arzate Meléndez, provocó dolor, coraje e indignación a familiares
de los 15 jóvenes asesinados en Villas de Salvárcar en el 2010.
Ante la resolución
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, deudos de las víctimas se
reunieron en el memorial levantado en honor a las víctimas, donde se tomaron de
las manos para orar, cantar y expresar su repudio al fallo, y anunciaron una
manifestación para hoy, afuera de la Fiscalía estatal, para exigir una
explicación.
“No dudo que haya
sido torturado, pero ese no es mi problema, si por unos golpes hace tanto
relajo ¿qué cree que deba hacer yo? ¿A quién le dolió más? Le cambio mi lugar,
que sea yo la de la tortura y él el de los muertos, a ver a quién le pesa”,
señaló Blanca Estela Camargo en el memorial situado en las calles Villa del
Cedro y San Cipriano de la colonia.
Esta madre de
familia perdió a su hijo, Horacio Alberto Soto, y a su sobrino, José Luis
Aguilar, en la masacre ocurrida el 30 de enero del 2010 en la colonia ubicada
en el suroriente. En marzo pasado también falleció su esposo debido a una
severa depresión.
Los reunidos
recordaron que el gobernador, César Duarte Jáquez, en una reunión privada les
aseguró: “sobre mi cadáver si sale libre Israel Arzate”.
También acusaron a
todo el aparato gubernamental que nunca les notificó los recursos promovidos
por Arzate y su defensa.
Además cuestionaron
el actuar de los defensores de derechos humanos porque se ocuparon de proteger
a Israel Arzate y se olvidaron de ellos.
“(Su liberación) es
injusta, porque debió haber sido condenado a cumplir con su sentencia, al igual
que los otros.... Yo no puedo acusar a nadie porque no los vi, pero creo en los
testigos, fueron bastantes (los que los reconocieron)”, abundó Blanca Estela
Camargo.
En la oración entre
vecinos en el memorial en recuerdo a los jóvenes asesinados, las acusaciones y
lamentos fueron la constante.
“Eres tu Señor quien
nos han mantenido fuertes a lo largo de estos años por la ausencia de nuestros
hijos. La justicia es tuya Señor y la dejamos en tus manos, pues la justicia
del hombre no ha sido la correcta para nosotros”, dijo en oración María Guadalupe
Dávila Pérez, madre de Rodrigo Cadena Dávila, otra de las víctimas.
“Te pido que nos
sigas dando fuerzas para lograr sobrellevar este momento que para cada una de
nosotras es amargo Señor, porque duele, duele el alma como en aquél primer
momento en que perdimos a nuestros hijos. Que es difícil Señor como ser humano
aceptar la justicia del hombre”, agregó.
Luz María Dávila, la
madre de familia que le dijo a Felipe Calderón que no era bienvenido en la
visita que hiciera luego de la tragedia, sostenía en su regazo la fotografía de
sus dos únicos hijos: Marcos y José Luis Piña, asesinados el 30 de enero en
2010, hace ya casi cuatro años.
“Entender la
resolución es muy difícil, tenemos mucho coraje. Nosotros nada más lo que
estamos pidiendo es justicia porque para nosotros fue un trancazo saber esto.
¿Cómo que va a salir habiendo pruebas?”, cuestionó.
“Los derechos
humanos anduvieron defendiéndolo más a él que a nosotros; no se acercaron de
ninguna forma con nosotros. ¿Y la memoria de nuestros hijos y el dolor de
nosotros, dónde quedaron? Entonces derechos humanos estuvo más atento con él,
que el señor comiera bien, que estuviera bien calzado, que no pasara hambre ¿y
nosotros?”, siguió.
“No es justo que él
vaya a salir y nosotros aquí estamos, donde siempre. Creen que porque nos
pusieron el memorial ya todo está olvidado, y no, nada, claro que no. A mí esto
no me beneficia en nada, yo no tengo a nadie a quien traer aquí. A mí no me
importa el parque, yo lo que sigo pidiendo es justicia”, expresó
Los padres reunidos
anoche dijeron sentirse defraudados porque depositaron su confianza en la
Fiscalía General del Estado, pensando que presentaría las pruebas que durante
el juicio mostró en contra de los otros cuatro implicados, Juan Alfredo Soto
Arias, José Dolores Arroyo Chavarría, Aldo Favio Hernández Lozano y Heriberto
Martínez, quienes fueron condenados a pasar 240 años en la cárcel.
“Nosotros no
recibimos asesoría, ni los recursos que tuvo la madre de ese hombre (Israel
Arzate) por parte de las ONG’s. Confiamos en las autoridades, las respetamos,
pero ese es el estado de derecho que guardan las autoridades. Ojalá que no los
lastime ese monstruo que acaban de dejar libre. Nosotros ¿qué podemos hacer?,
si estamos dedicados a buscar el pan”, expresó enojado Adrián Cadena, padre del
joven Rodrigo Cadena Dávila, muerto en la balacera.
“Estamos indignados,
ese sujeto se está ahorita burlando. ¿Le van a poner seguridad? ¿Lo van a
indemnizar? A lo mejor hasta una casa le dan y nosotros, ¿cómo quedamos? Siendo
que según las autoridades tenían todas las evidencias precisas”, dijo.
“Si el fallo fue en
relación a la tortura, hubieran investigado a los que lo torturaron, a los
soldados. Hay muchas injusticias porque el trabajo nunca se hizo como se debió
hacer desde un principio, sino no se hubiera llegado a este caso”, reclamó
Alonso Encina quien perdió a su hijo, José Adrián Encina Hernández, de 17 años
y estudiante del Colegio de Bachilleres 9.
(El Diario / Blanca Elizabeth Carmona /2013-11-06 | 23:54)
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