Desde el
cierre parcial del gobierno de Estados Unidos, el 1 de octubre, la
incertidumbre no es exclusiva de los más de 800 mil empleados que fueron
retirados de sus trabajos ni del otro millón que podrían perder también sus
fuentes de ingresos. La dinámica fronteriza podría cambiar si se prolonga este
período.
También referido
como “apagón”, el cierre parcial de gobierno es la suspensión de todos los
servicios no esenciales que dependen directamente del financiamiento federal.
Por ello, los empleados considerados “no esenciales” -800 mil en todo el país-,
son retirados temporalmente de sus empleos sin goce de sueldo.
La medida es el
resultado del desacuerdo en el Poder Legislativo de la Unión Americana. El
Senado -controlado por demócratas-, y la Cámara de Representantes -controlada
por republicanos-, no aprobaron un presupuesto para el año fiscal 2014.
La razón es la
diferencia de posturas respecto a la polémica reforma de salud aprobada desde
2010. La cobertura universal de salud -también llamada Obamacare-, ha sido
boicoteada por los legisladores republicanos desde el Congreso mediante la
aprobación de proyectos presupuestales sin los rubros desde donde se
financiaría la reforma.
Cuando estas
propuestas suben al Senado, son rechazadas por los demócratas, quienes en apoyo
al primer mandatario emanado de su partido, consideran un chantaje la
estrategia de los legisladores conservadores.
Con el término del
año fiscal 2013, la noche del 30 de septiembre, los legisladores no llegaron a
un acuerdo y, por ende, prefirieron dejar sin recursos para operar algunas
funciones públicas.
Desde hace 17 años
no se registraba tal situación. Aquel entonces, el también demócrata, Bill
Clinton, encabezó un gobierno sin presupuesto durante 21 días, en el “apagón”
más largo registrado en el país.
PERJUICIOS INMEDIATOS
Consideradas como
“no esenciales”, los servicios suspendidos son aquellos prestados por la
agencia espacial NASA, los centros de investigación, museos, monumentos
públicos, algunas áreas turísticas, así como las reservas y parques naturales.
Así, la agencia con
el más severo recorte de personal es la NASA, que ahora prescinde del 97 por
ciento de sus trabajadores, seguida de Desarrollo Urbano y Vivienda, Educación.
Con menos empleos
removidos están los departamentos de Defensa (18 por ciento), Justicia (16 por
ciento) y Seguridad Nacional (14 por ciento).
Mientras que la
Reserva Federal, el Servicio Postal y el Departamento de Estado permanecieron
intactos en su lista de personal por ser considerados servicios esenciales para
el funcionamiento del país.
Pero eso tampoco
implica un beneficio directo. Hasta que no se apruebe el presupuesto para el
año fiscal ya en curso, los militares no podrán recibir sus sueldos, aunque
recibirán cheques retroactivos una vez que se reanuden los pagos.
Quienes sí
mantendrán sus sueldos completos son los legisladores estadounidenses, quienes
obtendrán sus 170 mil dólares anuales.
Una frontera por
donde pasan 35 billones de dólares y 85 millones de personas al año
La Asociación de
Gobiernos de San Diego publicó en septiembre su estudio de cruces fronterizos y
estadísticas de intercambio durante 2012. Con información recopilada de los
departamentos de transporte, comercio y aduana de ambos países, documentó la
importancia de la dinámica en la región binacional.
Para California,
México representa el país a donde llegan la mayor cantidad de sus productos
exportados. En 2012, nuestro país consumió más de 26 billones del estado
fronterizo.
De ahí que la garita
de Otay sea la principal puerta de intercambio comercial entre estos dos
destinos. Precisamente en 2012, se alcanzó el nivel más alto de volúmenes en
los cruces fronterizos.
Por su parte, la
garita de San Ysidro procesó casi 28 millones de personas que cruzaron de
Tijuana a San Diego. Un promedio de 76 mil diarias. En total, se calcula que
más de 55 millones de personas atravesaron la principal de las tres garitas que
comparten San Diego y Baja California.
En 2012, del número
de personas que cruzaron por San Ysidro hacia Estados Unidos, más de 8 millones
fueron peatones y el 70 por ciento restante, lo hicieron en vehículos
particulares o de pasajeros.
Mientras que por la
garita comercial de Otay, más de 778 mil camiones ingresaron a territorio
estadounidense. Junto a la garita de Tecate, en 2012, se comercializaron bienes
valorados en 35 billones de dólares.
Cada año, entre
importaciones y exportaciones en ambos sentidos, México y Estados Unidos
realizan intercambios comerciales estimados en 493.9 billones de dólares. De
esa cantidad, el siete por ciento-los 35 billones mencionados anteriormente-,
se concentran en la región San Diego-Tijuana-Tecate.
CRUCES FRONTERIZOS Y EMISIÓN DE VISAS
La Oficina de
Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) depende
directamente del departamento de Seguridad Nacional. El mismo que desde el
martes 1 de octubre, opera sin el 14 por ciento de sus más de 200 mil
empleados.
Los sitios de
Internet de agencias federales no serán actualizados
En su sitio web, la
agencia anunció: “Las operaciones conducidas en las garitas, al igual que otros
programas de Seguridad Fronteriza como la Patrulla Fronteriza, continuarán
operando bajo un cierre de gobierno porque han sido considerados por Ley, necesarios
para la seguridad y protección de vidas y propiedades”.
Sin embargo, una
prolongación en el financiamiento del país podría significar un plan de cierre
parcial en la CBP y con ello, la disminución de agentes fronterizos -como se
presenció en enero de 2013 con el secuestro presupuestal federal-, o bien, de
las horas de trabajo.
Esto, a su vez, se
traduce en tiempos más largos de espera, tanto para turistas como trabajadores
y estudiantes, quienes cruzan diariamente a Estados Unidos. El impacto sería
resentido también por el sector industrial de la región.
También el Consulado
de Estados Unidos en Tijuana utilizó internet para confirmar: “Todos los
servicios consulares continúan conforme a la agenda”. Se instruye tanto a los
solicitantes para visas de inmigrante y de no inmigrante, asistir a sus citas
agendadas.
Mientras que para
los ciudadanos estadounidenses, continúan disponibles tanto los servicios de
rutina como los de emergencia. Esta oficina consular es la que ofrece mayor
servicio a ciudadanos americanos.
Con más de 200 mil
estadounidenses en Baja California, entre turistas, residentes y aquéllos con
doble nacionalidad, la representación de la Embajada requiere de un amplio
presupuesto para continuar operando con regularidad.
Sin recursos
aprobados para el año fiscal 2014, el Consulado podría funcionar regularmente
dos semanas más como máximo. Además, la emisión de visas no es considerada un
servicio esencial por el gobierno estadounidense, por lo tanto, podría haber un
retraso significativo.
Y hasta que
legisladores republicanos y demócratas no pacten un acuerdo que permita la
aprobación del presupuesto federal, el gobierno continuará recortando tanto
empleos como servicios con afectaciones específicas en la frontera.
Incluso, la
discusión podría agravarse todavía más. El Departamento de Tesoro anunció que
la fecha límite para elevar el techo de la deuda es el 17 de octubre. Con 16.7
billones de dólares, si no se aprueba un incremento, el país se vería
estrangulado por una severa crisis financiera.
(SEMANARIO
ZETA/ Inés García Ramos /octubre 7, 2013 12:01 PM)
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